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Divagaciones de la Manzana
Trump y sus obsesiones
Martha Chapa

En una más de sus ofensivas, tan improcedentes como torpes contra México, Donald Trump pretende ahora enclavar a lo largo de la frontera sus fuerzas militares.
Hecho que no sólo viola los más elementales principios de la buena vecindad, el intercambio económico y el propio derecho internacional, sino que pone en riesgo una relación provechosa y estable entre ambos países, sobre todo desde hace varias décadas recientes.
Necedad y obstinación del presidente norteamericano, que hizo bien atajar el nuestro, Enrique Peña Nieto, en especial cuando en su discurso a la Nación subrayó que en lugar de que vierta sus frustraciones o enojos hacia México, debe hacerlo frente a la sociedad y las instituciones de aquel país.
El hecho que motivo su enojo más reciente, fue la caravana de migrantes llamada víacrucis, que no representaba mayor riesgo o peligro y que bien sabía que se toparía con las autoridades fronterizas estadounidenses, en el peor de los casos, con una deportación pacífica. Pero de seguro pensó que era un buen pretexto para tratar de justificar ese muro de ignominia que trata de erigir en nuestra frontera norte y en si con América Latina, que dicho de paso no es la solución en términos de la seguridad nacional que pretende lograr.
Peor aún, cuando en diversas ocasiones ha tratado de chantajearnos obstaculizando las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, incluso contra las opiniones generalizadas de empresarios y sectores estadounidenses convencidos de los beneficios que aporta a su propio país.
Así también, fue muy importante que él constatara la unidad que existe entre nosotros, ante situaciones, que se vinculan a la soberanía y la defensa de los intereses nacionales, como el hecho mismo de que todos los candidatos presidenciales, el propio poder legislativo y los empresarios, entre otros sectores, más allá de sus posiciones políticas ideológicas, así lo testificaron.
Sin embargo, no han faltado sospechas y pruritos de algunos en el sentido de que pudo haberse pactado entre los equipos de ambos mandatarios toda una pantomima para distraer a la población de los problemas que cada uno tienen dentro de sus fronteras.
En lo personal, me queda claro que el presidente Peña Nieto actuó con firmeza y dignidad y de hecho acorraló al norteamericano Trump, que cada día acumula mayores desavenencias y rechazos de sus connacionales.
Por nuestra parte, debemos entonces seguir muy alertas y adelantarnos en todo caso a estos actos de agresión y hostilidad para desarmar tales maquinaciones, siempre a base de argumentos y poniendo por delante la razón bajo el sabio principio de la convivencia en paz, que como dijera Juárez, solo se alcanza mediante el respeto al derecho ajeno.

Página web:
http://www.marthachapa.mx

Sala-Museo Martha Chapa:
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Twitter: @martha_chapa

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