VIOLENCIA ECONÓMICA
Por: Isadora Santivañez Ríos
Las oportunidades que se le brindan a las mujeres de nuestro país aún son limitadas, pese a las múltiples batallas que han logrado librar, la realidad es que el machismo cultural y la idiosincrasia discriminatoria, sexista y excluyente, las colocan en una condición de desigualdad social alarmante, en la que una de las formas por las que se intenta ejercer un poder sobre ellas, es a través de la violencia económica, es decir, se busca controlarlas mediante la limitación de sus ingresos y de su libertad financiera. Así mismo, la enorme brecha salarial resulta ser una forma de violencia sistematizada en la que socialmente se normaliza minimizar el valor laboral de las mujeres que participan en la vida pública.
La violencia de género es todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de su libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada.
En el mismo sentido, la violencia de pareja se refiere al comportamiento de la pareja o ex pareja que causa daño físico, sexual, económico, patrimonial o psicológico, incluidas la agresión física, la coacción sexual, el maltrato psicológico y las conductas de control de abuso económico y financiero, entre otros.
Es decir, limitar o controlar financieramente a tu pareja, es una forma de violencia, generar una diferenciación salarial para las mujeres sobre el mismo trabajo que pueda ejercer un hombre, también lo es, y deslindarse financieramente de la manutención y el pago de pensión por parte de los padres hacia los hijos, no solo es una irresponsabilidad en el ejercicio de la paternidad, también es un acto de violencia en contra de la madre de sus hijos.
La realidad de nuestro país nos lleva a busca generar las mejores condiciones para el crecimiento económico y para garantizar el empoderamiento de la mujer, lo que necesariamente implica buscar su emancipación e independencia.
La violencia económica, usualmente se reproduce en el ámbito familiar, siendo una forma de control en contra de las mujeres, se muestra a través de la agresión producida por la persona que ostenta el dominio económico, la manipulación para gestionar los gastos o la privación de recursos, lo que induce al aislamiento y la angustia por la falta de satisfacción de las necesidades personales y/o familiares, produciendo grandes niveles de estrés para las mujeres.
Sin embargo, esta también puede presentarse en el ámbito público, ya que se encuentra socialmente sistematizada y aceptada, al ser utilizada frecuentemente como un mecanismo de control, formando parte de un patrón de abuso hacia las mujeres dentro de su área laboral. Por lo que es necesario fomentar el acceso de las mujeres a empleos decentes, que incluyan salarios justos, igualitarios y equitativos que tengan el mismo valor económico con respecto al que realiza cualquier hombre.
Así mismo, es necesario fomentar el empoderamiento económico de las mujeres, el cual puede ser una herramienta para eliminar este tipo de violencia en su contra, ya que implica la capacidad de tomar decisiones financieras y tener el control y decisión respecto a la asignación de sus recursos financieros y de actuar en consecuencia. La libertad de la mujer será total o no será.
Diputada Local