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No descuidemos al personal de salud

Por: Claudia Edith Anaya Mota

En la cuarta ola de la pandemia, la variante ómicron ha provocado mayor número de contagios, al grado de llevar a las autoridades federales en materia de salud a cambiar el semáforo epidemiológico para poner en alerta a toda la población, hacer un llamado de atención para fortalecer todas las medidas preventivas para bajar la curva ascendente de transmisión de esta variante del coronavirus y Zacatecas no fue la excepción.

Esta situación ha dejado en evidencia que el presupuesto aprobado por la Cámara de Diputados para este y el año anterior, resulta insuficiente y el que hay, no se ha enfocado en las prioridades como este tema tan relevante, que hoy día es tan urgente de atender en el país y lo vemos con claridad a través dos indicadores: la adquisición de medicamentos y la contratación de más personal médico.

Lo cierto es que este aumento en los casos activos de COVID-19 y el agravamiento de esta enfermedad particularmente entre las personas que no están vacunadas y que presentan un sistema inmunológico comprometido por la presencia de alguna enfermedad crónica o alguna otra razón, tienen como principal efecto la hospitalización y ello pone nuevamente en evidencia la precariedad de nuestro sistema de salud público.

Cuando me refiero a precariedad, no me refiero únicamente al aspecto financiero, sino a los recursos humanos que luego de casi dos años de enfrentar una pandemia con poco menos que las herramientas necesarias, han sufrido un desgaste físico y mental, que ya está haciendo mella.

Hace dos semanas, médicos de la Unidad de Especialidades Médicas (UNEME) de Urgencias de los Servicios de Salud del Estado denunciaron que; ante el embate de la cuarta ola y el incremento de personas contagiadas, el personal para atenderlos resultó insuficiente. Acorde con sus propios cálculos, había únicamente 5 médicos que atendían a todo un universo de pacientes; esta situación implicó que suministros básicos como antibióticos y analgésicos escasearan y el personal médico trabajara sin el descanso necesario.

El agotamiento que ya está presente entre quienes son nuestra primera línea de defensa frente al covid, es preocupante y más aún con los datos que dio a conocer el pasado viernes el Sistema de Información de la Red IRAG de la propia Secretaría de Salud, donde detalla que Zacatecas tenía en ese momento una ocupación hospitalaria del 79% , ubicándonos en el segundo lugar a nivel nacional.

Los hospitales que ya habían alcanzado la totalidad en su ocupación fueron el Hospital General de Zona número 1 del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) y el Hospital General de Zacatecas Luz González Cosío.

Detrás de ellos, se encontró la UNEME con 92% en su ocupación y el Hospital General de Zona 2 de Fresnillo con 78 %. Estos cuatro se ubicaron en semáforo rojo por el porcentaje en su ocupación.

No menos importantes son las quejas recibidas en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas, donde se ha expuesto que hay Centros de Readaptación Social sin la presencia de personal médico que atienda a su población, tanto internos como personal que ahí labora y ello es inquietante por el contexto de la pandemia.

Es momento de dejar de lado los discursos que no reconocen la gravedad de este problema y echar mano de toda la capacidad, experiencia e inteligencia de los tomadores de decisiones para que la administración de los recursos tanto humanos como financieros, sean mayormente eficaces ante una constante amenaza a la salud que afecta y merma nuestra ya de por sí lastimada economía local.ia aún no termina y debemos cuidarnos entre todos.

*Senadora de la República.