Indispensable el análisis para el cambio de rumbo de la estrategia de seguridad
Por Claudia Anaya Mota
Zacatecas está viviendo uno de los momentos más dolorosos de su historia reciente. La violencia se hace presente en los lugares menos sospechados y con víctimas mortales inocentes que, sin pertenecer a ningún grupo delincuencial, son ejecutadas por fuego cruzado.
Considero que realizar un análisis objetivo de las condiciones que tenemos en materia de seguridad, puede brindarnos luz sobre el camino que es necesario recorrer para vencer la ola de terror que nos ha invadido los días recientes y para ello, me basaré en los datos del Tercer Informe de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública.
Comencemos por el número de elementos de Guardia Nacional asignados a Zacatecas: en abril de 2021 había 1,889, en tanto que en marzo de este año, su presencia aumentó a 2004 elementos, es decir, 115 guardias más. De inicio, podríamos pensar que ello deriva de la puesta en marcha del Plan Zacatecas II que tiene como objetivo (sin precisar fecha) que el estado cuente con 3 mil 848 elementos de la Secretari´a de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional; mil 940 en el centro, 804 en el norte y mil 104 en el sur, con el objeto de evitar la confrontacio´n entre grupos delictivos, es decir, nos faltan mil 844 elementos para alcanzar la meta del Plan.
Zacatecas es la segunda entidad a nivel nacional en la comisión del delito de homicidio doloso, pero cuando contrastamos el número de elementos asignados actualmente en Colima -calificada por la propia Secretaría de la Defensa Nacional como el primer lugar en homicidios dolosos-, observamos que ellos pasaron de 979 guardias nacionales en abril de 2021 a 13,112 elementos en marzo de 2022, que implica un incremento de 12,133 elementos.
En la actualidad, suman ya 63 Compañías de la Guardia Nacional construidas alrededor de todo el país. Zacatecas alberga tres de ellas, al igual que la Ciudad de México, Durango y Tabasco, siendo el Estado de México el que cuenta con el mayor número con siete.
Por otra parte, sabemos que la presencia de puntos de monitoreo de cámaras de seguridad pública, son un aliado eficaz para conocer el desarrollo de la comisión del delito y en un gran número de casos, permite hacer un seguimiento de los responsables para fincarles responsabilidades penales. En este rubro, en 2021 Zacatecas contó 560 cámaras de videovigilancia, mientras que nuestros vecinos de Aguascalientes tienen 2,600.
Esta clara diferencia en la asignación de mayor o menor número de tecnología para la seguridad o bien, de más elementos de la guardia nacional no tienen una explicación en el propio informe, es decir, no hay un marco metodológico que permita entender y determinar en qué momento un estado necesita mayor apoyo de la federación para abatir la violencia.
Por otra parte, las pruebas de confianza ayudan a fortalecer la credibilidad, la eficacia y la operatividad en las instituciones y a sus integrantes. En este sentido, el Certificado Único Policial es la herramienta para alcanzarlo y respecto a este indicador, en febrero de este año a nivel nacional solo Durango y Querétaro lograron el 100% de certificación, mientras que Zacatecas tiene un avance del 67% a nivel estatal, 50% a nivel municipal, 23% de custodios y 99% de policías de investigación, es decir, aún hay tarea pendiente por hacer.
De acuerdo a los cálculos de la Secretaría de Seguridad Pública Ciudadana y de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, un policía debería de tener un ingreso promedio de $13,639.00 mensuales. En nuestro estado, un policía gana $16,154.52 pesos al mes, que representa un ingreso 17% mayor en relación al ingreso promedio.
Estamos conscientes que es responsabilidad del Estado garantizar un ambiente de paz y de seguridad, porque tiene a su cargo la Dirección General de Prevención del Delito, pero también es necesario conocer los indicadores y las condiciones que tenemos actualmente para poder tener un diagnóstico y enfilar nuestros esfuerzos en el marco de nuestras atribuciones y funciones legales para pedir de manera respetuosa a la federación, el replanteamiento de la estrategia de seguridad pública y así nuestro Comandante encargado de la Guardia Nacional en la región y nuestro Secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado (quien también es de formación militar), puedan ya brindar resultados contundentes ante esta creciente ola de inseguridad que está dejando una enorme estela de horror y de dolor.
*Senadora de la República.



