COLORES DE NUESTRA TIERRA
Por: Isadora Santivañez Ríos
Cuando un partido político se encuentra en su mejor momento, logra consolidar triunfos abrumadores, por lo que su fortaleza se acrescenta, pero también lo hacen los conflictos internos, los grupos y los intereses de poder.
Nuestro Estado ha vivido varios momentos políticos, el más trascendental y que estuvo íntimamente ligado con las esferas nacionales fue el de la gran fortaleza y hegemonía del PRI, en donde no existía rival que le compitiera, sin embargo, aquellas épocas pasaron y se abrió paso a la izquierda zacatecana, en donde varios grupos de oposición comenzaron a unirse en un proyecto que duró más de una década, me refiero al crecimiento y poderío del PRD en nuestro Estado, que se fue consolidando a finales de los años 90.
Posteriormente, con la llegada del fenómeno Peña Nieto como candidato a Presidente de la República, regresaron los tiempos de bonanza para el PRI en Zacatecas, con la figura de Miguel Alonso Reyes, se recuperó contundentemente el poder.
Pero con la incorporación de Alejandro Tello a la Administración Pública y el gran crecimiento de Andrés Manuel López Obrador como genio y figura de la creación del Movimiento de Regeneración Nacional, las cosas se pusieron difíciles para los partidos políticos tradicionales.
Aunado a ello, comenzaron a surgir nuevos partidos políticos, como Movimiento Ciudadano, que en la esfera zacatecana sirvió como paracaídas de quienes no cabían en morena, porque este partido político ya estaba lleno de figuras “prioritarias” y que mucho menos cabían en el PRI, ya que los espacios se limitaron y en su mayoría, los integrantes de este partido “nuevo” provienen de las filas priistas, de las que se retiraron precisamente porque allí nunca se sintieron como “prioridad”, pese a que muchos de ellos, tuvieron posiciones de gran relevancia durante las administraciones priistas.
Es así, como se ha ido consolidando la nueva estructura de poder en nuestro Estado, con una coalición de los 3 partidos tradicionales, que necesitan de sí mismos para poder llegar a ser competitivos, por un avasallador Morena que está viviendo los viejos tiempos del PRI y del PRD, y que al igual que estos partidos políticos también tendrá sus momentos de desencanto, y también encontramos un puñado de partidos políticos que en lo local se dividen pero que en lo federal suman en uno u otro sentido a Morena.
En la actualidad, Morena administrará 20 de los 58 municipios, mientras que sus aliados se distribuyen con 1 Fuerza por México, 1 Partido Encuentro Social, 3 Nueva Alianza, 6 el Partido del Trabajo, 6 el Partido Verde y 3 Movimiento Ciudadano, dando un total de 40 municipios bajo las riendas de los aliados de David Monreal.
Por su parte, los partidos tradicionales se conformarán con administrar 10 Municipios el PRI, 5 el PAN y 3 el PRD, dando un total de 18 municipios que mantienen su fe en los esquemas políticos ya conocidos.
Estos escenarios no deben sorprendernos, ya que en su momento así se configuró el poderío del PRI y del PRD en nuestro Estado, lo que nos lleva a predecir, que lo mismo pasará con Morena, sumado a un sin número de conflictos internos, a falta de gobernabilidad, a traiciones de fuego amigo, a decisiones viscerales y favoritistas, así como a privilegios de compadres, cercanos o grupos de élite.
La realidad es que la política zacatecana sigue moviendo sus fichas de la misma manera y hasta con los mismos personajes desde hace décadas, por lo que no se avizora una transformación de fondo durante este periodo de la nueva gobernanza, así que nuestras esperanzas pueden aguardar un poco más y en el 2027, veremos de qué color se pinta nuestro Estado.