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ELECCIONES ESTADOUNIDENSES

Por: Isadora Santivañez Ríos

Actualmente, nuestros vecinos estadounidenses están viviendo uno de los procesos electorales más controversiales de los últimos siglos, ya que la campaña política que se está llevando a cabo, más que propuestas, estrategia y marketing, ha tenido un gran número de contratiempos y movimientos de fichas que coloca el proceso democrático de ese país en una situación diferente y muy controversial.

Todo inició con relativa calma, durante los primeros meses de este año, momento en el que los Demócratas y Republicanos llevaron a cabo sus procesos internos de selección de candidatos, quedando como abanderados de cada plataforma política, el actual Presidente de la República, Joe Biden y Donald Trump, quienes iniciaron una competencia electoral los pasados días.

Sin embargo, estas elecciones presidenciales coinciden con las Elecciones al Senado de 33 representantes de esta cámara alta y con la renovación total de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, lo que hace que sea una elección de mayor escala y en la que varias figuras políticas comienzan a sonar para tratar de posicionarse, buscando acomodar las fichas políticas a su favor.

La primera particularidad que tuvo esta elección fue la selección de una elección indirecta, en la que los votantes designarán a un Colegio Electoral que los representará para votar de manera directa por los próximos representantes populares estadounidenses, es decir, el total de los ciudadanos no acudirá a las urnas, ya que serán solo quienes hubieran sido designados los que decidirán el rumbo de ese país norteamericano.

Otra particularidad consiste en la elección de Donald Trump como uno de los abanderados, ya que durante los últimos años ha librado varios juicios legales y políticos relacionados a abuso de poder, obstrucción de funciones, entre otros, que lo han mantenido en el foco de atención de los medios de comunicación y esto ha dañado su imagen y prestigio.

Sin embargo, el pasado 15 de julio, durante un mitin político en la Ciudad de Butler Pensilvania, Donald Trump fue atacado con un arma de fuego que disparó de manera directa a su cabeza, lo que provocó uno de los momentos más escandalosos de este proceso electoral, ya que, de manera milagrosa, el candidato a la Presidencia de la República resultó únicamente herido de una oreja.
Este momento marcó un antes y un después en estas elecciones, ya que, como respuesta a dicho atentado, la popularidad de Trump se elevó a los cielos y como respuesta el actual Presidente Joe Biden, quien era su rival a vencer, declina a sus aspiraciones a la reelección y derivado de ello surge en el escenario el nombre de Kamala Harris, actual Vicepresidenta de los Estados Unidos, quien goza de una popularidad envidiable y que podría entrar a un sistema de competencia con Donald Trump, representando todo lo contrario a lo que él representa.

La declinación de Joe Biden también dio mucho de qué hablar, debido a que es la primera vez en la historia de ese país que un candidato ya designado, se baja de la contienda electoral.

Ante esta situación Kamala Harris resulta ser un aire de esperanza para su partido político para poder alcanzar un buen nivel de competitividad y entrar a la contienda de manera exitosa, aunque la realidad es que Trump lleva una gran ventaja por delante, sin embargo, ella representa a la comunidad migrante, ya que tiene ascendencia afrocaribeña y tamil, ha sido una de las mujeres en alcanzar los más altos escaños de la política estadounidense y podría ser una mujer quien tome las riendas de uno de los países más importantes del mundo, así pues Harris, podría ser quien ayude a consolidar el rompimiento de los llamados techos de cristal.