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Beatriz Pagés

CONSEJEROS Y MAGISTRADOS : NO MATEN A LA DEMOCRACIA

Atribuyen a Stalin la siguiente frase: “No importa cómo se vota, ni quién vota, ni dónde, ni a quien.

Lo importante es quién cuenta los votos”.

Es decir, lo que necesita toda dictadura para sobrevivir es tener agentes que falsifiquen la voluntad popular para mantener al tirano en el poder.

Los consejeros del INE están a pocas semanas de dar a conocer la distribución de plurinominales y la composición del Congreso.

La gran pregunta es si van a actuar con independencia o si ya aceptaron convertirse en agentes al servicio del régimen.

De la decisión que vayan a tomar 11 consejeros y luego cinco magistrados va a depender si muere, permanece o si la democracia entra en recesión.

No serán, en esta ocasión, simples repartidores de escaños.

Sus nombres quedarán inscritos en la historia como corresponsables de haber abierto o cerrado la puerta a la instauración de una presidencia absoluta.

Todo depende -como dejó ver Diego Valadés- del tipo de Constitución que cada uno lea. ¿Cuál es la Constitución que lleva cada consejero y consejera en su bolsillo? ¿Es el texto fundacional de una república democrática que busca el equilibrio de poderes o es la versión que defiende el obradorato para que el INE entregue a Morena el control absoluto del Congreso?

Taddei, Castillo, De la Cruz, Espadas, Faz, Humphrey, López, Montaño, Ravel, Rivera, Zavala tendrán que decidir si -por indicaciones de López Obrador- le regalan a Morena el 74% de la representación para que empiece a asesinar al Poder Judicial, al INE, los órganos electorales, la propiedad privada, el federalismo y las libertades o si ponen a salvo los derechos de los mexicanos.

Si los consejeros y magistrados ignoran que el 47% de los mexicanos no votamos por Morena y sus aliados, si aceptan -como quiere el régimen- convertir ese 47% en un 24% en las cámaras para que la oposición desparezca, entonces se harán cómplices de una dictadura electiva.

En la dictadura electiva no tiene valor el voto. Los resultados son producto de arreglos cupulares.

El ciudadano vota pero no decide y las leyes electorales están sujetas a la manipulación jurídica y política del gobierno, así como a una interpretación perversa e interesada de la Constitución.

Los mexicanos no votaron el 2 de junio para hacer de México una Venezuela. No le dieron 36 millones de votos a Sheinbaum para que sometiera a los otros poderes e instaurar el reino de una mujer.

Consejeros y magistrados: Cumplan con su obligación. Atrévanse a defender la soberanía popular. Impidan un atraco a la democracia. Eviten una dictadura.

Hoy todos estamos obligados a leer la misma Constitución.

No la de López. No la de Sheinbaum. La de México, luego la de México y sólo la de México.