A la expectativa.
Por: Jenny González Arenas
Se acerca el fin de año y, como ya es costumbre, se proyecta complicado y no sólo para la UAZ.
El cambio de administración federal es incertidumbre, aunque pudiera parecer la continuidad de un modelo instaurado en el sexenio de López Obrador, eso no quiere decir que todo vaya a seguir como hasta el 30 de septiembre, los cambios son necesarios, las adecuaciones son necesarias, porque finalmente cada cual, aunque en el mismo modelo tiene su propia forma de hacer las cosas.
Ahora bien, cuál es la expectativa para las Universidades Públicas.
Las declaraciones de personas cercanas a la presidente Sheinbaum han dicho que las universidades públicas requieren adecuarse, ellos darán prioridad a los modelos de educación superior tipo Universidad Rosario Castellanos o la Universidad de la salud, que son modelos diseñados por el equipo de la ahora presidenta cuando fue jefa de gobierno de la CDMX.
Estos modelos de universidad son mucho mas baratos para el Estado, pero no se trata de ahorrar dinero en salario, también en educación, las razones son varias, necesitamos nuevas generaciones de profesionistas en los que su sentido crítico no sea su prioridad, una sociedad carente de investigadores, sin propuesta, solo recibiendo lo poco que el gobierno le puede dar.
Ante ese escenario, el papel que deben jugar las universidades públicas depende de la situación económica en la que se encuentra cada una de ellas, por un lado tenemos aquellas universidades que se encuentran en una posición económica favorable, no tienen deudas, las aportaciones estatales y federales son paritarias, incluso en algunos casos los recursos estatales son mayores que los federales, esas universidades, probablemente, no tiene nada de que preocuparse, más que de mantener la estabilidad interna que les permita adaptarse, en la medida de lo posible a los nuevos escenarios; por otro lado tenemos a las universidades públicas que, en apariencia, no tienen problemas financieros severos, mantienen una estabilidad económica, falta participación económica de sus gobiernos estatales pero, en teoría, tienen la posibilidad de mantener la viabilidad de sus universidades, tendrán la posibilidad de mantener su estabilidad, pueden enfrentar problemas, pero no serían problemas graves si se ajustan a las demandas de la federación.
Finalmente, encontramos universidades con problemas económicos, en el grupo en el que se encuentra la UAZ, las que no han podido salir de la problemática económica que enfrentan, son las menos, pero son las que tienen que estar conscientes del problema que enfrentan y de la posibilidad que tienen de solucionarlo.
El caso de las universidades con problemas económicos no es el mismo, las causas no son las mismas, para empezar, solo son cuatro las universidades estatales que se encuentra en en problemas económicos en estos momentos a nivel nacional. Algunas están en esta situación porque sus gobiernos estatales les deben los recursos que les corresponden, no es el caso de la UAZ, es la única universidad pública de las que están en situación económica complicada que le debe al gobierno estatal, por otro lado.
A decir de la Dirección General de Educación Superior Universitaria e Intercultural, la UAZ no debería tener problemas financieros, por lo que no se explican cual es el motivo que ha generado que nuestra universidad le debe aproximadamente 3,500 millones al ISSSTE, por la falta de pago desde el año 2008.
Los problemas financieros de la UAZ no se originaron en esta administración, eso es cierto, pero si ponemos en una balanza que aquellos quienes hoy administran la universidad han estado cambiando de silla administración tras administración, entonces nos queda claro que si son directa e indirectamente responsables de la situación económica en la que se encuentra la universidad.
Con estas realidades tan complejas, ¿cuál es la expectativa para el fin de año?
Secretaria General del SPAUAZ