México frente al racismo de Trump: dignidad y defensa de nuestra gente
El fenómeno migratorio es una de las realidades más complejas que enfrentamos en el siglo XXI. Cada día, miles de personas emprenden el camino hacia Estados Unidos, impulsadas por el anhelo de escapar de la violencia, la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades en sus países de origen. Entre quienes emprenden esta travesía se encuentran niñas, niños, mujeres y hombres que desafían los peligros de rutas cada vez más hostiles, con el único propósito de asegurar un futuro digno.
Sin embargo, esta búsqueda legítima de mejores condiciones de vida ha sido históricamente criminalizada. En Estados Unidos, el regreso del discurso racista y excluyente de Donald Trump representa una amenaza real no solo para quienes aspiran a cruzar la frontera, sino también para millones de connacionales que residen y trabajan en territorio estadounidense. Las palabras de Trump —quien ha reiterado su intención de retomar políticas antiinmigrantes y construir un muro fronterizo— no son simples declaraciones políticas; son la expresión de una ideología que busca perpetuar la exclusión.
El gobierno de la Cuarta Transformación, liderado ahora por nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum, ha dejado claro que México no será un simple espectador ante este panorama adverso. La defensa de los derechos humanos de nuestros compatriotas y de toda persona migrante es una prioridad irrenunciable. La política exterior del país se ha consolidado bajo el principio de respeto a la dignidad humana y el rechazo categórico a cualquier forma de racismo y xenofobia.
Desde su llegada a la Presidencia, Sheinbaum ha reafirmado el compromiso de México con una agenda migratoria basada en la justicia, la cooperación y el desarrollo regional. Su gobierno mantiene como eje fundamental el fortalecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
En este contexto, México ha redoblado sus esfuerzos para generar condiciones de vida dignas que permitan a nuestras ciudadanas y ciudadanos encontrar oportunidades dentro de nuestras fronteras. La inversión en el desarrollo económico del sur del país, así como los programas sociales enfocados en combatir la pobreza y la exclusión, son parte de esta estrategia. Al mismo tiempo, el Gobierno Federal ha impulsado políticas de cooperación con países centroamericanos para atender las causas estructurales de la migración.
A nivel interno, la 4T ha dado pasos importantes para proteger a las personas migrantes que transitan por nuestro territorio. La implementación de protocolos de atención humanitaria en las estaciones migratorias y el fortalecimiento de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) son parte de una estrategia que busca hacer de México un país que respeta y protege los derechos humanos de quienes llegan en busca de refugio.
Sin embargo, la lucha no es fácil. Las expresiones de xenofobia y discriminación también han encontrado eco en algunos sectores de la sociedad mexicana. Es fundamental que, como país, reconozcamos que la migración no es una amenaza, sino una oportunidad para construir una sociedad más diversa, justa y solidaria. La historia de México está marcada por la movilidad humana; somos un pueblo de migrantes y descendientes de migrantes, y eso es parte de nuestra riqueza cultural y social.
Desde Zacatecas, uno de los estados con mayor tradición migrante, debemos alzar la voz con fuerza. La migración ha sido una fuente de orgullo y desarrollo para nuestras comunidades. Familias enteras han prosperado gracias al esfuerzo de quienes cruzaron la frontera y nunca olvidaron sus raíces. Hoy, nuestra solidaridad y empatía deben extenderse a quienes enfrentan el rechazo y la criminalización en Estados Unidos.
Nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum lo tiene claro: México tiene la responsabilidad histórica de ser un país solidario, abierto y defensor de los derechos humanos. Frente al racismo de Trump, nuestra respuesta debe ser clara y contundente: dignidad, justicia y defensa de nuestra gente. Porque la justicia no tiene fronteras y la dignidad no conoce muros.
M.F. María del Carmen Salinas Flores,
Secretaria de Educación del Estado de Zacatecas