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Sin prensa libre no hay derechos humanos

Julieta del Río

Cada 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, una fecha que nos invita a reconocer el valor del periodismo como pilar de la democracia, pero también a denunciar las amenazas que enfrenta, especialmente en contextos donde ejercer el derecho a informar se ha convertido en una actividad de alto riesgo. En México, hablar de libertad de prensa es hablar también de la defensa de los derechos humanos.

La libertad de expresión, está consagrada en el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, garantiza que toda persona tenga el derecho a buscar, recibir y difundir información por cualquier medio. Cuando se violenta este derecho también se ataca la capacidad de la sociedad a estar informada, a participar activamente en los asuntos públicos y a exigir rendición de cuentas.

El acceso a la información es la base esencial para el periodismo de investigación en este país, y se espera que con la transición del Instituto Nacional de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, al denominado Transparencia para el Pueblo no afecte y no exista opacidad al respecto.

El mayor enemigo del derecho a la verdad es la impunidad.

La impunidad sistémica, que supera el 95% de los casos, envía un mensaje devastador: informar puede costarte la vida, y los responsables probablemente no enfrentarán consecuencias. Esto no solo inhibe la libertad de expresión, sino que normaliza la censura mediante el miedo.

Cuando un periodista investiga feminicidios, desapariciones, corrupción, abusos de poder o crímenes ambientales, no solo ejerce su libertad de prensa: está documentando violaciones a derechos humanos y dándoles voz a quienes no la tienen. Silenciar al periodismo crítico significa abandonar a las víctimas, oscurecer la verdad y perpetuar la injusticia.

También en el sistema político, existen servidores públicos que no entienden que están expuestos al escrutinio, y es una obligación del periodista, escribir sobre los actos y conductas de los servidores públicos y vaya que ha habido casos de molestia, esto siempre y cuando tenga respaldo y no sean difamaciones desde luego, pero luego se amedrenta a los medios por hacer su trabajo.

En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, la conmemoración debe ir de la mano con la exigencia. Las autoridades mexicanas tienen la obligación de:
Garantizar la seguridad de periodistas y personas defensoras de derechos humanos.
Fortalecer los mecanismos de protección con enfoque territorial, de género y de derechos humanos.
Investigar y sancionar de manera efectiva los crímenes contra la prensa.
Garantizar la pluralidad mediática y frenar el uso del poder público para censurar o intimidar.

La libertad de prensa es un derecho esencial para garantizar todos los demás. Sin ella, no hay defensa posible de la verdad, ni de quienes la buscan.

@JulietDelrio