M.F. María del Carmen Salinas Flores
Construyamos igualdad desde lo público
La igualdad entre mujeres y hombres es, ante todo, un principio de justicia. Pero también es una herramienta poderosa para el desarrollo, el bienestar y la paz social. En el Gobierno del Estado de Zacatecas lo sabemos y lo asumimos con firmeza. Desde la Secretaría de Administración, tengo el honor de presidir el Comité para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, un espacio interinstitucional que coordina, impulsa y evalúa acciones concretas para reducir las brechas de género y garantizar que todas las personas, sin distinción, puedan ejercer sus derechos en condiciones de igualdad.
En este Comité convergen voluntades, esfuerzos y visiones que buscan transformar la realidad de mujeres, niñas, hombres y niños en nuestro estado. No se trata únicamente de enunciar derechos, sino de crear las condiciones para que esos derechos sean efectivos. Cada dependencia que forma parte del aporta su experiencia, su capacidad técnica y su compromiso con la construcción de una sociedad más equitativa.
La Secretaría de Administración, como presidenta de este órgano, ha asumido una postura activa, orientada a fortalecer la transversalidad de la perspectiva de género en la gestión pública. Esto implica no solo cumplir con un mandato institucional, sino sobre todo incorporar una mirada más humana, sensible y transformadora en cada decisión que tomamos y en cada política que diseñamos.
Los ejes de trabajo que guían nuestra acción responden a las necesidades reales de la población. Uno de los más importantes es la conciliación de la vida personal, laboral y familiar, porque entendemos que nadie debería tener que elegir entre su desarrollo profesional y su bienestar personal o familiar. La conciliación no es un privilegio, es un derecho que queremos garantizar desde las políticas públicas.
Otro eje prioritario es la corresponsabilidad en los cuidados. Sabemos que el trabajo de cuidados ha recaído históricamente en las mujeres, limitando su tiempo, sus ingresos y su participación en la vida pública. Promover una cultura de corresponsabilidad entre mujeres y hombres, al interior de los hogares y también en las instituciones, es fundamental para romper con ese círculo de desigualdad.
También hemos puesto énfasis en la igualdad salarial. No es aceptable que persistan diferencias económicas entre mujeres y hombres que desempeñan las mismas funciones. Asegurar que a trabajo igual corresponda salario igual es un acto de justicia y también una medida de eficiencia institucional.
Asimismo, hemos impulsado acciones para eliminar el llamado techo de cristal, ese conjunto de barreras invisibles que impide a las mujeres acceder a cargos de alto nivel. Desde la Secretaría de Administración promovemos la participación de mujeres en puestos de liderazgo, fomentamos procesos de selección paritarios y buscamos generar ambientes laborales libres de discriminación.
Sabemos que la transformación no es inmediata. Requiere voluntad política, recursos, formación continua y sobre todo, un cambio cultural profundo. Por eso también trabajamos en la prevención de la violencia estructural desde nuestras propias prácticas institucionales. Apostamos a fortalecer nuestras capacidades internas a través de la sensibilización, el uso de lenguaje incluyente, la revisión de normativas y la generación de espacios seguros para todas las personas servidoras públicas.
Y por supuesto, no podemos hablar de igualdad sin pensar en las niñas y los niños. Ellas y ellos deben crecer en entornos donde se les enseñe que su género no determina sus sueños ni sus posibilidades. Desde el Comité hemos propuesto campañas y materiales que fomenten una educación sin estereotipos, que celebren la diversidad y promuevan el respeto desde la infancia.
El Comité para la Igualdad entre Mujeres y Hombres es mucho más que una instancia administrativa. Es un espacio de impulso, de articulación y de transformación. Desde la Secretaría de Administración continuaremos promoviendo una agenda estatal que haga de la igualdad una realidad concreta y cotidiana. Sabemos que aún hay mucho por hacer, pero también sabemos que el camino ya está trazado, y lo estamos recorriendo con convicción, con trabajo y con esperanza.
Porque la igualdad no es una meta lejana: es el trayecto que transitamos todos los días cuando decidimos que lo público debe estar al servicio de todas y todos, en igualdad de condiciones.
M.F. María del Carmen Salinas Flores
Secretaria de Administración