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¡Un año de historia: el México que eligió a una mujer presidenta!

Sria. Bennelly J. Hernández Ruedas

Hace un año, México escribió una de las páginas más significativas de su historia democrática, por primera vez su pueblo eligió a una mujer para ocupar el más alto cargo de la nación.
La llegada de la Dra. Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República, no solo fue una victoria electoral, fue un parteaguas cultural, político y social. Fue la ruptura de una larga inercia patriarcal que, por generaciones, confinó a las mujeres a la periferia del poder.
Hoy, a un año de distancia, no solo celebramos un triunfo simbólico, sino la consolidación de un proyecto político que ha comenzado a demostrar que hay otras formas de gobernar y de ejercer el poder.
Esto lo ha logrado al poner la justicia social como eje central de su gobierno; la dignidad de las personas, la justicia social, la igualdad sustantiva, la paz como una construcción colectiva, no como una imposición autoritaria.
El primer año de gobierno de la presidenta Sheinbaum ha traído consigo resultados concretos que confirman que su llegada al poder no fue una excepción afortunada, sino el inicio de una transformación sólida.
En 2025, México ha alcanzado el nivel más bajo de pobreza laboral desde que se tiene registro, un indicador clave que refleja que hoy más personas pueden acceder a una vida digna gracias a su trabajo.
Asimismo, el país ha registrado el salario real más alto en los últimos 40 años, lo cual es muestra de una economía que empieza a poner al ser humano en el centro, y no solo al capital.
Estos avances no son casualidad, responden a una visión clara de país, anclada en lo que la propia presidenta ha llamado Humanismo Mexicano. En este modelo, los derechos no se negocian ni se suplican, se reconocen como exigencias constitucionales que el Estado tiene la obligación de garantizar.
La transformación impulsada por la Dra. Sheinbaum también se nota en la forma de hacer política. Su administración ha promovido una gestión pública austera, transparente y cercana al pueblo.
Ha combatido los privilegios, ha fortalecido los programas sociales y ha apostado por una política energética soberana, con una mirada de futuro que incluye la transición ecológica.
En educación, en salud, en infraestructura y en seguridad, los cambios avanzan con pasos firmes, incluso en medio de grandes desafíos heredados.
Por ello, lo que se ha logrado en este primer año es motivo suficiente para reconocer que algo importante está cambiando, el poder ya no se ejerce desde las élites, sino desde el mandato popular.
El liderazgo de Claudia Sheinbaum representa una nueva forma de gobernar: firme pero dialogante, técnica pero humana, feminista pero incluyente.
Tan solo su presencia en Palacio Nacional, envía un poderoso mensaje a las niñas, adolescentes y mujeres de todo el país, el techo de cristal se rompió. La historia aún se está escribiendo, pero el capítulo que comenzó hace un año ya puede leerse como una victoria colectiva.
No solo ganamos una elección, ganamos la posibilidad de imaginar un México más justo, más igualitario y más humano, mirando hacia adelante con esperanza y trabajando en colectividad.

Correo electrónico:
bennelly.hernandez@zacatecas.gob,mx