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VIOLENCIA SISTEMATICA EN CONTRA DE LAS MUJERES
Por: Isadora Santivañez Rios
Aun en la época actual, se realizan muchas acciones que de manera sistemática agreden y violentan a un sin número de mujeres día con día, daños que se encuentran altamente arraigados dentro de nuestros esquemas sociales y han llegado a normalizarse con el paso del tiempo, es decir, la violencia que se ejerce en contra de las mujeres se considera culturalmente hablando como el deber ser dentro de sistemas sociales como el mexicano.
Por ello, la violencia sistemática es un tipo de violencia que no puede ser atribuida a una sola persona en específico, sino que el daño ejercido es producto de sistemas sociales, estructurales y de normas que generan y perpetúan la violencia en contra de las mujeres.
La vida de las mujeres suele ser cruda, cruenta, violentada, segregada, relegada y altamente manipulada en muchos sentidos y por muchos individuos, esquemas, sistemas y cotos de poder, lo peor es que se ha hecho de manera constante, sistemática y socialmente aceptada.
Por lo que romper estos esquemas resulta muy complicado y agotador, literalmente intentarlo es nadar contra corriente y llega a ser desgastante, en ocasiones aterrorizante, ya que inicias un camino hacia lo desconocido en donde encuentras resistencias hasta de tus núcleos más cercanos, lo que te hace dudar, tambalear, titubear y en muchas ocasiones rendirte.
Lo peor es que todas estamos expuestas, no importa ningún estrato social, la violencia se consolida en todos lados y sentidos, en todos los hogares.
Cuando todo el sistema es el que esta ejerciendo violencia en contra de un sector en específico, entonces la lucha por alcanzar la igualdad se vuelve en una constante de supervivencia.
Los tipos de violencia sistemática cometidos en contra de las mujeres son bastos y cada día se agudizan más, incluso con el desarrollo de las nuevas tecnologías surgen otros tipos de violencias, que van desde el daño físico, psicológico, sexual, verbal, pero también el daño moral, digital, social y político.
Todos ellos destruyen la vida y la tranquilidad de las mujeres que son sujetas de señalamientos, descalificaciones, mentiras, falsedad, y muchas otras formas violencia que buscan destruir su imagen, credibilidad, prestigio y reputación social, a la par de rompen sus círculos de apoyo, quedando totalmente solas y vulnerables.
Son muchas más las formas en las que se causa violencia a las mujeres, llevándolas a sentirse vacias, con miedo, desprotegidas, vulneradas y totalmente rotas. Lo peor es que la sistematización de la violencia se encuentra arraigada hasta dentro de los propios hogares de las víctimas que suelen ser constantemente revictimizadas y agredida, ya que muchos sistemas familiares y sociales están históricamente programados para proteger de manera instintiva al violentador. Las mujeres merecen vivir en condiciones de igualdad y vale la pena afrontar todo lo que sea necesario para lograr ser libres y vivir sin miedo, que no pare la lucha hasta que la dignidad se haga costumbre.
Diputada Local