La UAZ nuestra de cada día
Dra. Verónica Arredondo
La Universidad Autónoma de Zacatecas es, dentro de nuestro estado, la institución más importante que existe. La UAZ es un lugar de formación, es el lugar donde nuestra juventud se desarrolla y reconoce los problemas que aquejan a la sociedad. La Universidad no solo expresa el estado mental y moral de zacatecanas y zacatecanos sino que se establece como uno de los motores económicos indispensables para el crecimiento del estado. Su existencia, entonces, se torna vital. A nivel nacional, la UAZ, se presenta como una de las mejores opciones para quienes quieren proseguir con su trayectoria académica. Por eso y por todo lo demás, y además, es necesario que nuestra máxima casa de estudios cuente con una administración capaz, honesta y competente, que pueda guiar sus riendas y ubicarla en el lugar preponderante que se merece.
Si el orden natural, e institucional, de las cosas continúa sin contratiempos, este 6 de septiembre, el rector electo debería de jurar el cargo como máxima autoridad universitaria. Ángel Román Gutiérrez deberá, entonces, comprometerse a llevar a buen puerto a la Universidad y coger al toro por los cuernos, porque, tenemos que reconocerlo, la UAZ se encuentra en situaciones insostenibles y complejas ya que está convertida de un embrollo, aunque todavía es tiempo para encontrar la solución a sus problemas.
Desde este lugar, desde mi perspectiva, considero que la UAZ cuenta con las instalaciones, las herramientas, los recursos humanos y tecnológicos para continuar jugando su papel preponderante dentro del estado de Zacatecas. Y para ello, todas y todos, debemos de poner el mentado granito de arena que nos corresponde. Ángel Román Gutiérrez cuenta con la oportunidad de corregir los rumbos de nuestro barco, pero, esta vez, no hay que dejarlo solo. No dudo de su capacidad, pero hay que poner un alto a las direcciones unipersonales de nuestras instituciones. La sociedad zacatecana puede, y debe, conducirse como un ente colectivo en el que quepan todas las voces, y entonces, estructurar la dirección de la UAZ.
Oportunidades, de eso quiero hablar, que de verdad el rector electo puede convertir a la UAZ en una institución ejemplar y opción real de manifestaciones ciudadanas. Tenemos que tener esperanzas de ello, tenemos que soñar y planear que nuestra escuela crezca, se fortalezca y se desarrolle para que todas y todos quepamos en sus aulas. Tenemos que ceñirnos a la esperanza de contruir el futuro de nuestro estado teniendo una herramienta tan importante como una universidad y los recursos humanos de que la misma emanen. Tenemos la esperanza UAZ.
Pero tenemos que participar, tenemos que involucrarnos, tenemos que ser agentes activos y no esperar los aciertos de las autoridades. Creo que debemos de exigir , creo que tenemos que fiscalizar las acciones y deciciones de la dirección de la UAZ, y tenemos el derecho de auditarlos. También debemos ser participes de la mejora. Y si nuestras esperanzas fueron bien fincadas, entonces no tendríamos que dudar para realizar los ejercicios correspondientes.
Espero que la UAZ entre en una etapa de desarrollo y crezca como se merece, como los merecemos zacatecanas y zacatecanos. Estaré al pendiente de mi casa de estudios, supongo que ya les contaré lo que pienso, mientras tanto, solo mientras tanto, tenemos que esperar cómo transcurren los días y qué ocurre con la Universidad. Estoy segura que cada día que pase, encontraremos un mejor lugar para entender y progresar.