Skip to main content

Un tributo a la vida

Mayela Pulido

La huella que dejamos se escribe día a día, y todos podemos dejar en nuestra vida!
Benditas sean por siempre las familias donantes.
El SI, tan sagrado y maravilloso, el poder hacer tributo a quien se nos adelantó en el camino… tiene ganado el cielo y una bendición para toda su familia por su gran acto de amor.
Hoy quiero hacer un tributo a un joven zacatecano, a un gran artista y gran ser humano Pablo Márquez Trejo.
Tu partida nos dejó un gran dolor, un gran vacío a tu familia que solo el tiempo podrá curar.
Pero en medio de la tristeza y el dolor, tu legado de amor y generosidad brillaron con luz propia.
Al donar tus órganos, regalaste vida a otros, fue un acto de amor que trasciende la muerte, un gesto que nos recuerda que la vida es frágil y es hermosa.
Tu familia, valiente y generosa, ha decidido compartir tu vida con el mundo, es un ejemplo de amor y altruismo que nos inspira a todos.
Tu corazón late ahora en otro pecho, tu hígado filtra la sangre de alguien más, tus pulmones respiran por alguien que los necesitaba, tus riñones purifican la sangre de quien requieres de una máquina para hacerlo.
Tu vida no se ha ido, solo se ha trasformado en la vida de aquellos que recibieron tus órganos.
Que tu memoria sea una bendición para ellos, y que encuentren en ellos la fuerza para seguir adelante.
Que tu espíritu siga vivo en el amor de tus seres queridos, y que tu legado de generosidad inspire a otros a hacer lo mismo.
Descansa en paz, joven héroe y gran artista, tu vida será recordada por siempre.
Gracias a esta donación, se procuraron, el corazón, riñones y córneas.
Las córneas beneficiaron a pacientes zacatecanos, un riñón fue trasplantado en Guanajuato, y el corazón y el otro riñón, se trasplantaron de manera simultánea a una receptora de 38 años en el Instituto Nacional de Cardiología en CDMX, esta paciente recibió el regalo y el milagro más grande que pudiera recibir.
Detrás de esta historia de esperanza se encuentra la memoria de un artista zacatecano, cuya pasión por el arte, la enseñanza y la comunidad continúan inspirando incluso después de su partida.
Su decisión y la de su familia de donar sus órganos, representa un legado de vida.
Gracias por tu SI, por tu amor a los demás.
Querido Pablo, te fuiste como un gran héroe. Tu vida trascendió, y esas vidas que salvaste, darán testimonio que la muerte es vida, y ellos harán sus vidas llenas de sueños como los tuyos.
Bendito seas por siempre, bendita tu familia que con ese gran dolor por tu partida, no se negaron a dar vida y esperanza a alguien más.
No tengo palabras para expresar lo que mi alma siente por tu gran acto de amor. Gracias a todos los que lo hacen posible, gracias a los médicos, a los que coordinan, a los que trasladan, a los qué trasplantan y ayudan a cambiar vidas y ayudan a Dios a realizar milagros…
Solo me resta decir, salvaste muchas vidas y tú trascendiste!!!
Hagámoslo posible, SI a la donación de órganos y tejidos !