Skip to main content

Latir para vivir

Mayela Pulido

El corazón si es necesario para vivir, no hablo solo de el latido de este en nuestra vida, hablo del latido de corazón como seres humanos, hablo del amor al otro el de la humanidad.
La muerte es quizá uno de los momentos más difíciles de la vida.
Cuesta trabajo aceptarla y entenderla, es porque no aprendemos a fluir con ella, ni hacerla parte de nosotros.
Nos enseñan a vivirla como un hecho traumático, en vez de vivirla como un proceso natural de gran trascendencia en el que hay que agradecer y honrar con serenidad, amor y templanza al espíritu que nos acompañó en esta experiencia de vida, deseándole un buen viaje a su nueva experiencia evolutiva.
Se llama vida, parece larga, pero es solo un viaje corto y sin Dios, es más difícil vivirla…
Si tan solo nos pusiéramos a pensar, qué pasa con un paciente renal en una sesión de hemodiálisis?
Si nunca han estado ahí, quizá no imaginemos lo que realmente sienten y viven mientras están conectados a una máquina que hace el trabajo de los riñones que ya no hacen.
Déjenme les platico de lo que ellos suelen pensar:
1
Por qué estoy aquí?
Es inevitable que se pregunten eso.
Cómo es que llegaron a ese punto?
Para algunos, fue un diagnóstico inesperado, para otros una condición de nacimiento.
2
Valdrá la pena seguir con este proceso?
Cada sesión es una batalla, no solo con el cansancio, sino también con la incertidumbre.
Siempre tienen el temor de que algo salga mal, de que el corazón sufra con la extracción de los líquidos, o que una mala punción dañe la fístula y se pierda el acceso a la hemodiálisis.
Hay más opciones, como los catéteres, pero cada nuevo acceso significa un recordatorio de que no saben cuánto tiempo más estarán en esa lucha.
3
La vida fuera de la sala de hemodiálisis, es difícil, muchos piensan en su familia, en el trabajo, en las oportunidades que muchas veces son negadas. Algunos pierden el empleo, otros tratan de salir adelante por su cuenta, otros muchos más lo hacen sin seguridad social, o con los salarios bajos.
La sociedad aún los ve como una carga, y la falta de empatía los limita, no solo económicamente, sino también en su calidad de vida.
4
Sufren miedo a la soledad, no todas la personas están dispuestas a compartir su vida con alguien que necesita cuidados especiales. Es triste, pero es real.
Conocemos historias de pacientes que han sido abandonados, que han tenido que enfrentar su enfermedad sin compañía.
5
Llagaran al trasplante?
Tienen la esperanza, claro que si.
La familia y los amigos alientan, pero la realidad es que el tiempo pasa y su cuerpo se va desgastando cada día más…
Estas historias son las que me mueven a continuar con un sueño y un objetivo de vida.
Quiero dejar un legado, quiero que muchas personas que están en una interminable lista de espera, tengan su trasplante, aunque parezca que es como buscar una aguja en un pajar, sigan adelante, que sean resistentes y que no desistan.
Yo siento una deuda con Dios, con la vida, con la sociedad, conmigo misma…
Ayúdenme a no desistir, a seguir persiguiendo ese sueño, con esta lucha, a no ser solo esperanza, sino a encontrar muchos corazones que estén dispuestos a ayudar, nosotros podemos ser esa gran diferencia.
Que tengamos en cuenta que si donamos un pedacito de nosotros, ellos nos darán la oportunidad de que ese pedacito que regalamos, esté vivo, que una pequeña parte les dará la vida, y lo mejor, una vida con calidad, con la certeza de que ese regalo de vida será muy cuidado y tú muy bendecido !!
Pienso, platícalo con tu familia, hazles saber que tienes la inquietud de ser un donante y seguir viviendo con alguien más que lo ama y que lo cuida!!
Soy orgullosa soy orgullosa donadora de órganos y tejidos!!
Los aprecio mucho y los bendigo por siempre !