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FIDEL II PARTE

Dr José de Jesús Reyes R.

Para documentar mi pesimismo, y el de los demás…

En nuestras reflexiones previas intentamos hacer un análisis desde el punto de vista personal sobre la figura de Fidel Castro, dos cosas espero que hayan quedado claras: Sin lugar a dudas fue un dictador, y un personaje de claroscuros, dictador porque decidió absolutamente todas las políticas de su país hacia el interior y hace el exterior por más de medio siglo,  sin contrapeso alguno, porque se eternizo en el poder intentando prolongar un proceso revolucionario que él inicio casi a la mitad del siglo XX, y que consideraba vulnerable por la gran presión ejercida desde el imperio, desde los Estados Unidos, el país más poderoso del planeta que veía con recelo la instalación de un régimen opuesto de corte socialista muy cerca de su territorio.

Y; la pregunta que me hecho desde décadas antes de su muerte, es si realmente tubo alternativas, si pudo actuar diferente. Creo que no las tubo, es decir desde nuestras reflexiones previas habíamos aceptado que junto con los triunfadores de la sierra madre sobre Batista, habían realizado un compromiso con la democracia, con la constitución de la isla de 1940, y se habían ubicado un plazo de un año y medio para convocar elecciones.

Las cosas resultaron diferentes,  ¿por qué razón? Por qué Castro era alguien que ambicionaba el poder absoluto, o más bien porque no tenía otras alternativas.

Muy pronto después de ocupar el poder Fidel se dio cuenta de que el gigante norteamericano estaba agazapado para obtener las mejores ganancias de la revolución triunfante, lo había hecho y lo seguiría haciendo en muchas otras latitudes, había ya expresado que nadie, absolutamente nadie podría tomar decisiones sobre la América que consideraban propia y donde podían y seguirían haciendo y deshaciendo a su antojo viendo solamente sus propios intereses y no los de la región. Sus políticas injerencistas eran ya entonces por todos conocidas, lo señalo tiempo atrás de la revolución José Martí, el líder moral de la revuelta armada encabezada por Castro.

Me da la impresión que ante esta circunstancia, que seguramente no había previsto, tuvo que voltear la mirada hacia la otra gran potencia, era la única forma de seguir con cierta independencia ante el gigante del norte, de no haberlo hecho así más pronto que tarde los dineros de las oligocracias hoy radicadas en Miami, con al apoyo de los Estados Unidos rápidamente se hubiera infiltrado y hubiera organizado una oposición al régimen que apenas nacía y que intentaba la independencia – que la isla jamás había tenido en su historia – y la dignidad a la que se sentían con derecho.

Fue entonces y no antes que busco el apoyo en la Unión Soviética la otra gran potencia de la guerra fría, era la única forma de evitar ser invadida por los Estados Unidos como se intentó en Bahía de Cochinos con la consecuente recuperación del status quo de Batista, solo que con algún otro personaje y elecciones arregladas con recursos como sucede en nuestro entorno mexicano.

Esto molesto de sobremanera a los norteamericanos que como es bien sabido intentaron asesinarlo en más de 600 ocasiones como lo hicieron promoviendo el golpe de estado de Chile y la muerte de Salvador Allende años después.

A nadie puede quedar duda de la enorme importancia que tenía para los Estados Unidos derrotar en la guerra fría al gigante comunista soviético y a cualquiera que quisiera seguir sus pasos.

Me da la impresión que en estas condiciones no le quedo más alternativa a Fidel Castro que mantener una isla unida, y que quien se quisiera ir que se fuera, nunca fue estricto en el cierre de sus fronteras, y muchos se fueron, sobre todo aquellos que tenían intereses económicos que no podían  subsistir en un régimen donde se puso por encima de todo la justicia social y la búsqueda de la equidad.

Es curioso que utilicen este argumento incluso los intelectuales de la isla que hoy por hoy viven en los Estados Unidos, insistiendo que la gente se va por la vida imposible y denigrante dentro de la isla, hace un año en la FIL de Guadalajara discutía con un autor cubano sobre el respecto y le argumentaba que si los mexicanos tuvieran la posibilidad de ser en automático ciudadanos norteamericanos después de pisar suelo estadounidense, la mitad de México estaría ya viviendo allá, es decir la migración en búsqueda del sueño americano que hoy en día es más una pesadilla no obedece al régimen represivo o autoritario sino a muchos otros elementos que no es el momento de discutir.

La crisis de los misiles fue uno de los primeros indicios del nivel de estadista de Castro en donde lo que buscaba era el compromiso norteamericano de no invadir la isla como siempre fue su propósito. Que al final puso al mundo en el borde de una conflagración es cierto, que Castro ni los cubanos pudieron influir en la salida que se diseñó entre Crushev y Kennedy también es cierto.

“Nikita, mariquita lo que se da no se quita” seria el grito no de Fidel sino de los cubanos de la isla cuando se arregló el conflicto, pero cuba había ganado la promesa de jamás ser invadida por el imperio,  y al verse imposibilitada para una acción militar, la potencia del norte organizo algo con mucho mas criminal, el bloqueo económico, que pudo ser sorteado con algo de decoro por la alianza cubana con los países del este, la unión soviética y sus aliados, pero esto se acabó en 1988 con la caída del muro.

La isla quedo indefensa y bloqueada económicamente, su supervivencia fue no menos que un milagro gracias a la sabiduría de su líder, nadie lo puede negar, que con recesión económica logro mantener la dignidad y la independencia de su pueblo, y los logros que hoy por hoy nadie puede negar.

Que tuvo que restringir las libertades en todos los órdenes es cierto, y que esto llevo a lesionar los derechos humanos de muchos también lo es, pero cuidado en creer todo lo que nos dicen, al no poder acabar con su vida después de cientos de atentados, después de no haberlos colocado de hinojos con el bloqueo, el imperio busco otras formas como las de atacar su imagen.

Son muchos los que se creen la farsa de la inmensa fortuna de Fidel Castro anunciada por Forbes y muchos otros enemigos, vamos cualquiera que le haya visto en sus últimos años en una casa más bien humilde y sin lujos no podrán creer este tipo de calumnias sin sentido, pero denigra que algo queda, de esta misma forma se aumentaron exponencialmente las violaciones a los derechos humanos que si las había claro pero que eran según algunos estudiosos imparciales al tema, menores que las que se dan en los Estados Unidos y ciertamente mucho menores de las que vemos a diario en nuestro país supuestamente democrático, y claro estoy de acuerdo que cientos de fusilamientos y presos políticos como la prisión de Huber Matos uno de los grandes de la revolución son altamente cuestionables y criticables.

Supongo que el poder absoluto y la necesidad de evitar toda crítica sobre todo interna lleva a estos personajes a realizar y permitir este tipo de arbitrariedades a todas luces condenables, pero comenzamos estas reflexiones aceptando a nuestro personaje como alguien con claroscuros, un líder de contrastes y sin lugar a dudas un dictador.

Por qué el poder absoluto no es bueno y la eternización en el poder menos, estos líderes constructores de procesos históricos tendrían que saber cuándo es el momento de retirarse y dejar que la historia siga su curso, para bien o para mal, entonces la historia podría absolverles.

Con la caída del muro la isla sufrió carencias inimaginables, como lo dijimos sobrevivió de milagro hasta que otros liderazgos seguidores de la figura de Fidel en Latinoamérica se volvieron solidarios, y el mejor ejemplo fue el de Hugo Chávez que logro subsidiar la isla con las enormes cantidades de petróleo que le inyectaba a costa de beneficios de lo que la isla podía dar y dio a la revolución bolivariana hoy tan de caída.

En lo personal creo que se equivocan quienes afirman que Castro fue un Brutal dictador como asevera el arrogante e ignorante de Donald Trump y su caricatura  Vicente Fox, pero también creo que se equivoca Vargas Llosa al asegurar que la historia no lo absolverá y que la revolución se ira con él, la historia no lo absolverá del todo pero lo mostrara en su real dimensión como uno de los grandes del siglo XX, si López Obrador lo puso al nivel de Mandela fue por su gran influencia en el siglo XX nunca los comparo en sus formas y sus usos y costumbres como lo quiere hacer ver gente siempre mal intencionada como Sergio Sarmiento, pero no se nos olvide que el propio Mandela antes de prisión sostenía que la lucha armada era la única vía, la prisión lo hiso cambiar y salió para terminar con el apartheid y su ascensión al poder por vía de la democracia.

Pero el mismo Mandela reconoció en la segunda mitad de los 90 que sin Fidel su triunfo no habría sido posible, que la intervención cubana en Angola y la independencia de países africanos posterior a la lucha cubana en contra de la opresión de los pueblos por los pueblos había definido la nueva Sudáfrica.

Es increíble que personalidades de izquierda como las que conforman el programa primer plano del canal 11 no hayan dicho nada bueno de Castro, quien llevo a un primer plano la palabra DIGNIDAD de un pueblo insignificante frente a un gigante ante quien nunca se doblego resistiendo agresiones militares primero y económicas después, un régimen que logro la excelencia en aspectos de justicia social y de equidad, que logro los mejores niveles de salud y educativos del planeta, que exporto médicos y maestros a lugares como Venezuela que gracias a ello logro ser un país libre de analfabetismo – qué más quisiéramos nosotros – que siempre fue generoso con sus médicos extraordinariamente bien preparados ante cualquier desastre natural en el mundo, que se volvió un gigante en el deporte latinoamericano compitiendo al tú por tú con el imperio, que logro niveles de equidad y la desaparición de la pobreza extrema que se incrementa día a día en los Estados Unidos, ya no se diga en México.

Hace un lustro – no lo olvido – alguien reclamo la falta de democracia dentro de la isla y dijo que si hubiera elecciones ese mismo día saldría Fidel, y alguien más le tomó la palabra, realizo una encuesta en la isla y llego a la conclusión que en unas elecciones libres más del 90% votaría por Fidel, ese fue siempre su nivel de aceptación en la isla – no claro en Miami –

La revolución no se ira con Fidel, sobrevivirá por muchos años, porque está muy dentro en el corazón y el alma de los cubanos de la isla.

Hasta la victoria siempre

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