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¿DEPORTACION MASIVA DE MEXICANOS?

Ricardo Monreal Ávila

"Lo que vamos a hacer es atrapar a las personas que son criminales y tienen antecedentes criminales, miembros de pandillas, traficantes de drogas, que son muchas personas, probablemente 2 millones, quizá hasta 3 millones, y los vamos a sacar del país o quizá los vamos a encarcelar": Donald Trump a 60 minutos CBS.

· Existen dudas fundadas sobre la capacidad del gobierno norteamericano para deportar a 3 millones de migrantes indocumentados en uno o dos años.

· El costo económico, la capacidad operativa de la patrulla fronteriza, así como la duración de los procesos judiciales, son indicadores que ponen en duda ese ofrecimiento.

· Un análisis del Center for American Progress y un estudio del Centro Woodrow Wilson estiman en 10 mil dólares el costo promedio de deportación de un migrante. Deportar a tres millones costaría 30 mil millones de dólares. Cumplir la meta de 11 millones ofrecida en campaña, implicaria 110 mil millones de dólares.

· El período de un juicio de deportación, en condiciones normales, es de tres meses. Sin embargo, con las cargas de trabajo y las deportaciones realizadas en los últimos tres años de la administración Obama, los períodos se han prolongado de 3 meses hasta 635 días.

· El promedio de migrantes sometidos a juicio de extradición en los últimos cuatro años es de 135 mil por año.

· En el año fiscal 2014 (agosto 2013 a septiembre 2014), el total de deportaciones ascendió a 316 mil en cifras redondas. En el 2015, la cifra ascendió a 250 mil. El promedio de deportaciones por día es de 650 personas, en los años de mayor actividad de la patrulla fronteriza.

· Un mayor numero de efectivos de la patrulla fronteriza o un reforzamiento de la frontera con el envío de tropas militares, así como el establecimiento de un mecanismo judicial de expulsión express (escenarios que se prevén para los primeros meses de la administración Trump), podría elevar el numero de deportaciones a un máximo de 600 mil por año, no a dos o tres millones. Sin embargo, esta cifra se podría alcanzar si junto con las deportaciones forzadas (remociones o expulsiones) se realizaran deportaciones voluntarias (retornos o repatraciones), como ha sucedido en gobiernos anteriores.

· La administración Obama deportó en 8 años un total de 3.2 millones de migrantes. Se le considera como el presidente que más deportaciones ha realizado. Sin embargo, hay otras admnistraciones que reportan mayores números: el gobierno de William Clinton (1993-2001) deportó 12.3 millones de extranjeros, un promedio de 1.5 millones por año; en tanto que el gobierno de George W. Bush (2001-2009) deportó 10.3 millones de extranjeros, 1.3 millones anualmente (estadísticas oficiales del Departament of Homeland Security, DHS). La deportación masiva de mexicanos más cuantiosa en la historia fue la iniciada en 1954 por la administración de Eisenhower, en la operación “wetback” o “espalda mojada”, cuando se deportaron 13 millones de mexicanos.

· Actualmente existe 1.9 millones de migrantes indocumentados o en proceso de legalización con antecedentes criminales (robo, narcotrafico, asesinato, etc). El 45% de origen mexicano. De ellos, 185 mil ya tienen también finalizado un jucio de extradición. Sobre este segmento se centrarán las primeras deportaciones colectivas del gobierno de Trump, generando un problema de seguridad para México, que más adelante se describe.

· Perspectiva:

· Los nombramientos de funcionarios de línea dura en el próximo gobierno norteamericano, responsables de justicia, seguridad interior e inteligencia (Jeff Sessions, Michel Flynn y Mike Pompeo), anticipan una política migratoria de endurecimiento y mayor presión hacia México. Son funcionarios que consideran el terrorismo y la migración ilegal como las principales amenazas para la seguridad nacional de los Estados Unidos.

· Es previsible que presionen al gobierno mexicano para que endurezca su política migratoria hacia centroamérica y a que militarice y refuerce la frontera sur, lugar por donde se ha detectado el cruce de ciudadanos de naciones islámicas, de alto riesgo para Estados Unidos.

·  No se descarta que pidan al gobierno mexicano la instalación de un muro o una valla inteligente en la frontera sur. En materia de seguridad nacional, el Suchiate sería la primera frontera de EUA frente a Centro América. Presion similar existiría para vigilar o monitorear los puertos y costas mexicanas por parte de Estados Unidos.

· Durante la crisis migratoria de niños centroamericanos no acompañados que cruzaban territorio mexicano rumbo a Estados Unidos (2013-2014), México jugó el papel de guardían fronterizo de EUA en el río Suchiate, por petición expresa del presidente Obama. La medida incluía cancelar la ruta del tren llamado “La Bestia”. De esta forma, en 2015, el gobierno mexicano deportó más centroamericanos que el propio gobierno norteamericano.

· Un tema de mayor relevancia para México en las deportaciones por venir, además de la presión sobre la demanda de trabajo en la frontera, es de seguridad nacional. La mayor parte de los carteles criminales que surgieron en los ultimos cinco años en diversos puntos del país, que actúan con una violencia inusitada, han sido organizados y dirigidos por exconvictos de Estados Unidos, deportados durante la adminstración Obama.

· El “Cártel Jalisco Nueva Generación” fue fundado por exconvictos de orgien mexicano recluidos en California. El Cártel “Guerreros Unidos” fue organizado por exconvictos del estado de Illinois. El Cártel del Golfo, que opera en la frontera tamaulipeca, por exconvictos expulsados de prisiones de Houston y Dallas. El grupo “La Línea” que opera en Ciudad Juárez, se integra con exconvictos de El Paso, Texas. El grupo de sicarios “Los Antrax”, del Cártel de Sinaloa, con exconvictos de Phoenix, Arizona.

· Dado el carácter binacional que ha adquirido la delincuencia organizada y sus grupos armados, la deportación de criminales de alta peligrosidad a México (muchos de ellos centroamericanos, como los Mara Salvatrucha, cuyos miembros se hacen pasar en Estados Unidos como mexicanos, por las credenciales del IFE o pasaportes mexicanos falsos que consiguen), se convierte en un punto de alta prioridad para la seguridad nacional de México.

En conclusión, hay dudas fundadas sobre la capacidad de deportaciones masivas del gobierno norteamericano, sin embargo, de lo que no hay duda es que la administración del señor Trump no quiere a México ni a los mexicanos y esto va a provocar que cambie en 180 grados la relación bilateral México-Estados Unidos.

ricardomonreala@yahoo.com.mx Twitter: @ricardomonreala

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