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“El día del desfile”
Por LA MADA (Magdalena Edith Carrillo Mendívil)
www.lamaddalenaedi.blogspot.com
El título parece lectura de libro de primaria, al menos lectura de los  libros que a La Mada le tocó cursar en la primaria, hace muchas décadas que no he vuelto a ver un libro de texto gratuito… ¿siguen gratuitos verdad? Esas lecturas me gustaban, tenían cierto encanto que me enganchaba, a pesar de su escritura básica me transportaban. Las historias casi siempre se desarrollaban en pequeñas comunidades y por tanto la historia era más íntima,… y ese olor de las hojas… ese olor tan especial que tienen los libros que nunca han sido abiertos, yo hundía mi nariz e inhalaba ese aroma antes de que el viento se lo llevara. Las ilustraciones eran atractivas y básicas, sin embargo podía verlas una y otra vez, había ocasiones que la historia que se formaba en mi cabeza no correspondía a esas imágenes, otras veces iban de la mano y se conjuntaban en alegre y festiva armonía creando más  y más historias en mi intelecto infantil que soñaba con escribir y contar estas historias. Pues bien, “El día del desfile” podría ser una de esas historias, pero en este caso no lo será.
El día de ayer, querido lector La Mada está escribiendo el día 2 de mayo, fue el desfile del 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo en homenaje a los mártires de Chicago (obvio en Estados Unidos, entre otros países, no celebran este día… este día). La Mada no pretende hacer una reseña histórica de los movimientos obrero-patronales que han marcado huella, solo lo quería acotar por si se nos olvida, porque sí se nos olvida. Las muertes exactas por estas revueltas laborales de 1886 que pedían mejores condiciones de trabajo no se conocen exactamente, las ejecuciones a los condenados a muerte se llevaron a cabo el 11 de septiembre de 1887. José Martí que trabajaba para el periódico argentino La Nación como corresponsal en Chicago escribió: “... salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable.” Bien, como preámbulo creo que es suficiente.
En el desfile de ayer no hubo grandes hechos, aparentemente, sin embargo creo que hubo bastantes simbolismos. El primero que sentí al llegar fue el sentido de pertenencia, todo el mundo buscando su grupo de trabajo, sé bien que la reputación de los burócratas está muy lastimada, sin embargo yo me deslindo de cualquier comentario y sé que el saco no les queda a mucho, muchísimos burócratas que conozco y con los cuales convivo y comparto experiencias laborales, ellos se ponen la camisa y literalmente en el desfile, cada dependencia se distinguía por su playera, camisa o sudadera.  Llegó un reportero buscando la nota…en realidad sentí que buscaba la nota escandalosa debido a las preguntas que hacía, una de ellas me dio mucha risa: “¿Usted fue obligado a venir?”. Al menos hasta donde yo sé, ninguno fue obligado a ir, si bien es atractivo que te den un día de asueto extra, muchas ocasiones hemos desfilado aun sin la promesa de ese día libre, vamos porque queremos, es una forma de apoyarnos y hacernos presentes. ¿Presentes ante quién? Antes había un lugar donde estaba sentadito el gobernador y algunos funcionarios, ahora, quiero pensar que debido a ciertos “saludos” ya no se hace presente, sin embargo sería un buen detalle que estuviera presenciando   el desfile de  tantos trabajadores que hacen fuerte el gobierno que encabeza… pero en fin, eso tampoco es motivo para que nos sintamos deprimidos, de hecho, hasta se nos olvida, de cualquier forma hacemos presencia. Al final del desfile se nos incorporaron los camioneros … con todo y sus camiones, reclamando la falta de trabajo, era de esperarse, algunos grupos cantaban “alegres” canciones, de esas canciones que riman, usted sabe a cuales me refiero, otros callados, solo desfilando.
Hubo un detalle que me dolió, me dolió mucho, al final del desfile, en el hermoso crucero que forman la Avenida Hidalgo, Avenida Juárez, Avenida González Ortega y Calle Independencia había una presencia que aun siendo escasa era fuerte: Los ex braceros. Los dos del frente con la Bandera Mexicana, otros dos atrás con una manta con una fotografía de ex braceros con el torso desnudo en la cual se leía: “Nos desnudaban para fumigarnos luego”. No puedo decir más porque comienzo a enójame (encabronarme dicen en mi rancho) y pues no es el momento. Me sentí profundamente triste e indignada… ellos siguen creyendo en su país aun y cuando este se hace el sordo, la Bandera al frente me lo dijo.
Pues bien, los cláxones de los camiones de los materialistas cerraron el desfile del primero de mayo de 2017. Estoy segura que los mártires de Chicago si tienen un podio en algún lugar y observan, los que otro ni siquiera ven.
Fin camaradas… mañana es 3 de mayo.

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