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La Mujer Maravilla
Martha Chapa

Como buena cinéfila que soy, no me podía perder el estreno de La Mujer Maravilla, que desde hace unos días se exhibe en nuestro país. Y luego de ver esta superproducción de 2017 debo decir que, francamente, quedé muy complacida.
Se trata de una película sin regateos en su producción, con buenas actuaciones, un guion bien estructurado y ritmo equilibrado, a momentos vertiginoso y en ocasiones sosegado. Digamos que con una buena mezcla de acción y espacios reflexivos. Una historia interesante, emocionante y bien armada. Y, desde luego, con un manejo de efectos especiales que se jerarquizan y sirven bien a una historia propia del género de acción y fantasía.
Desde los primeros minutos nos atrae y atrapa en la dimensión de la mitología griega para mostrarnos a la Mujer Maravilla como la hija de Zeus y princesa de las amazonas, quien tendrá un destino lleno de retos al traspasar el túnel del tiempo y aparecer nada menos que en la conflagración de la Primera Guerra Mundial del siglo XX. Un escenario al que ella llevará su mensaje de paz y fraternidad, siempre amenazada por el mal que representa Ares, el dios de la guerra, que es su propio hermano.
Además de mostrarnos a una guerrera incontenible, esta película nos ofrece un personaje que reúne femineidad, inteligencia, fuerza y sutileza. Esta combinación me encantó, ya que estamos acostumbrados a que Hollywood cuente historias de superhéroes donde las mujeres no pasan de ser simples comparsas.
La película, por cierto, fue dirigida por una mujer: la estadounidense Patty Jenkins –ya reconocida por su polémica película Monster, de 2003–, quien imprime magistralmente fuerza e independencia al personaje, el cual destaca sin rivalizar o contraponerse con los hombres. La historia de esta cinta nos revela una lucha entre el bien y el mal, la libertad y el autoritarismo, la paz y la violencia, más allá del sexo de quienes están en uno y otro lado.
Sabemos que la hermosa actriz israelí Gal Gadot, en su calidad de intérprete de la Mujer Maravilla, fue embajadora honoraria de las Naciones Unidas para el empoderamiento de las mujeres y niñas. Por desgracia, pronto dejó de serlo por razones cuestionables –hubo quienes criticaron su vestimenta y su aspecto tan sexy– y seguramente en la ONU lo lamentaron, pues no es fácil reunir belleza, inteligencia y compromiso en una sola persona.
El caso es que en esta cinta se conjuntan venturosamente la realidad y la fantasía. Y, por fortuna, la deslumbrante belleza de la Mujer Maravilla no está reñida con el raciocinio ni con la audacia, pues ella en ningún momento asume el papel de “bonita pero tonta” que tantas veces hemos visto en otras películas que basan su interés en la degradación de nuestro género.
En síntesis, la Mujer Maravilla se revela como una maravillosa mujer.
Facebook: Martha Chapa Benavides
Twitter: @martha_chapa

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