Martha Chapa
palabras de martha chapa, en el acto inaugural de la exposición “trazos de corazón”, en la galería “manuel felguerez” de la uam.
buenos días: amigas amigos mucho me emociona estar en este bello y hermoso espacio.
gracias señor rector, salvador vega, junto a mi más amplio reconocimiento por apoyar decisivamente a la educacion y a la cultura. asi tambien a lucino gutiérrez, francisco rodriguez y adriana uribe, sobresalientes colaboradores de esta institucion.
mi gratitud tambien a magdalena zavala, talentosa y capaz servidora publica del inba de la secreria de cultura, a maria o´higgins mi primera maestra y una gran mexicana, que tanto quiero y admiro, a eduardo cruz, amigo nuestro muy querido y parte fundamental de este esfuerzo, a porfirio y anita tamez, igualmente amigos muy apreciados y reconocidos personajes de la uni de mi tierra natal. de igual forma a mi equipo de trabajo, mi creciente reconocimiento
y en un lugar especial, a alejandro ordorica, mi gran compañero siempre lucido, generoso y solidario.
desde luego, mi agradecimiento a todas y todos a quienes hoy me distinguen con su presencia.
los seres humanos solemos medir el tiempo y valorar lo que ha ocurrido, conforme a las metas conseguidas durante etapas bien delimitadas de nuestra vida. así, nos referimos por igual a lustros, décadas, siglos o milenios.
por eso, aquí y ahora, quizá más que nunca, en la casa abierta al tiempo como lo es uam, sea válido preguntarme: ¿qué representan 50 años de un esfuerzo permanente por expresarme? de entrada, pienso que cinco décadas o medio siglo algo suman, sobre todo tratándose de esos menesteres tan misteriosos del arte que apenas relampaguean, como si fueran instantes de luz y de sombra en el infinito, en especial si lo insertamos, por ejemplo, en la dimensión de un thaillard de chardan, filósofo del tiempo, quien pensaba que la humanidad es apenas tan sólo un momento en la evolución cósmica.
al igual, debo confesar que a lo largo de mi vida siempre me he expresado con libertad cuando pinto y escribo, o en mis incursiones ya sea en la investigación gastronómica o en la lucha a favor de los derechos de las mujeres.
trazos de mi corazón es entonces, esa recapitulación de mi obra y producto de la decisión inquebrantable de querer trasmitir, no sólo puntos de vista acerca de mis más íntimos valores, sino del mundo en su conjunto. un intento de descifrarme y encauzar una serie de inquietudes existenciales, a la vez que dejar un testimonio de la madurez que siento he llegado a adquirir como artista y ciudadana asi como mujer.
en todo caso, una entrega que simboliza la primera página de un nuevo libro, todavía inédito en mi tarea como creadora, y en sí el ofertorio de un fruto distinto.
me responsabilizo, hoy, de la puntual entrega de una cosecha añeja pero renovada en la que no sólo he pretendido evolucionar en algunas de las técnicas tradicionales, sino que por igual representan la expresión de una actitud espiritual diferente para contemplar el universo, los acontecimientos del pasado y que al propio tiempo revelan mi presente con intención de un mejor futuro.
confieso si, que permean mis entrañas y reconocen mis orígenes, es decir, una enorme galería de espejos que muestran las infinitas facetas que poseo: soy yo, la misma, pero diferente.
por ello, es grande el entusiasmo que me embarga, en tanto que encarna una síntesis de mi biografía. un emotivo balance, podría decirse, vinculado a una cita ineludible en esta etapa esencial de mi vida, como también un sueño cumplido que me lanza igualmente a compromisos hacia el porvenir.
e insistir que mi obra pretende vincularse a un ideal social, pues de otra forma resultaría intrascendente e incompleta, en especial cuando vivimos momentos tan difíciles en el país y en el mundo, lo que nos obliga a recobrar el orgullo nacional y plantear sin cortapisas nuestras ideas en todos los foros, de forma tal que prevalezcan en cada generación los fundamentos de ese méxico eterno sustentado en su maravilloso, original y luminoso acervo cultural.
y permítanme finalmente para concluir, dedicar trazos de corazón, a manera de un homenaje a mi madre, que partió recientemente y a quien debo tanto, desde mis inicios hasta los días actuales. asimismo, gracias a todos, los que me acompañan y han creído en mí, mil y un veces gracias por darle fuerza a mí ser, sentido a mi trabajo creativo, certeza a mis quimeras y por su calidez que ha sido aliento para seguir comprometida sin pausa, en busca de mi destino humano, artístico y social.
en todo caso, medio siglo ya de pintar mi paraísos, que ahora ofrendo a todos y todas ustedes.
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