La Casa de los Perros
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ
Los integrantes de la LXII Legislatura, en las últimas semanas, han sido protagonistas de situaciones que los han dejado muy mal parados frente a la sociedad, y fue la diputada Guadalupe Flores, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), quien cerró la semana con broche de oro.
Muy molesta por el hecho de que su compañero, el diputado de Morena, Omar Carrera, informara que gracias a que el pasado 9 de octubre, él había iniciado gestiones ante el secretario de Infraestructura, Francisco Ibargüengoytia Borrego, se logró una inversión de 10 millones de pesos para bacheo y pavimentación, se le fue a la yugular.
Y aunque el legislador agradeció al inquilino de La Casa de los Perros, la disposición de aplicar los recursos del Impuesto Adicional para la Infraestructura para beneficio de los fresnillenses, totalmente descompuesta, Lupita Flores no soportó la acción y utilizó la “máxima” Tribuna para quejarse amargamente de que Omar Carrera hubiera “saludado con sombrero ajeno”.
El hecho fue criticado hasta por la diputada del Partido Encuentro Social (PES), Iris Aguirre, quien calificó de “incongruente” a Guadalupe Flores, luego que minutos antes de abordar su tema en Asuntos Generales, hizo un llamado a los legisladores a trabajar unidos. Rápido se le olvidaron las buenas intenciones.
También fueron las diputadas Geovanna Bañuelos y Guadalupe Adabache, quienes se encargaron de poner en su lugar a la del Verde Ecologista.
Guadalupe Flores es, sin lugar a dudas, el claro ejemplo de cuando los representantes populares o los funcionarios en turno, en verdad se creen los dueños de las gestiones, de las acciones gubernamentales, de los recursos públicos, del mundo entero pues.
La diputada, quien un día juega a ser militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI); otro a dejar plantado al líder nacional y senador Carlos Puente, cuando la llama a reunión, y otro a ser verde ecologista de corazón, únicamente con la intención que le permitan ser candidata a la alcaldía de Fresnillo o, si no se puede, pues por lo menos reelegirse, hoy quedó evidenciada en su soberbia.
A los integrantes de la LXII Legislatura les quedan tan sólo unos meses, pero al parecer no lo han entendido así. Sueñan con que sus cargos serán eternos, lo que no sucederá.
Hoy, la sociedad inmersa en un clima de inseguridad, lo que menos quiere es ver a sus representantes envueltos en dimes y diretes, en discusiones estériles que en nada abonan a generar desarrollo, social y económico, políticas públicas que de verdad puedan colocar a Zacatecas en un estatus del que hoy carece.
Ha llegado el momento de que los diputados se pongan a trabajar y olviden sus intereses personales. Están ahí para legislar, no para convertir al Poder Legislativo en su ring particular.
Propuestas
Ahora que a través de la iniciativa del Gobierno Abierto, se busca que Zacatecas cuente con un nuevo Código Urbano, el diputado Osvaldo Ávila Tiscareño nos recuerda que desde agosto pasado, él se encargó de presentar, ante el pleno de la LXII Legislatura, una ley para regular el régimen de propiedad en condominio, en el estado y municipios.
La propuesta del líder antorchista es fortalecer el andamiaje jurídico en paralelo con lo establecido en el Código Civil, en el Código Urbano –que se espera sea reformado–, y la Ley Orgánica del Municipio, para que situaciones tan irregulares como el hacinamiento, la insalubridad, la precariedad en los servicios públicos y la inseguridad no sigan siendo parte de la vida diaria de los habitantes o pobladores que comparten un mismo edificio, o que habitan una privada.
Igualmente, la legisladora Isadora Santiváñez llevó a la Tribuna la urgencia de legalizar los terrenos anómalos para, de una vez por todas, inhibir la incertidumbre jurídica y de propiedad que generan los fraccionamientos sin regularización, tipificando la compraventa de terrenos irregulares como delito, con el objeto de establecer penas para quienes se aprovechen de la buena voluntad de los ciudadanos.
Animas, que no amanezca
En Sombrerete, se llevará a cabo el Festival de Ánimas Virreinales del Día de Muertos, del 29 al 31 de octubre, en el cual se incluirán múltiples actividades deportivas y culturales. El alcalde Ignacio Castrejón Valdez invita a los zacatecanos a disfrutar de esta celebración en este lugar de ensueño.
Alonso Gómez Estrada, el activo director de Turismo, informó que las actividades culminarán el 31 con la Procesión de Ánimas Virreinales, una tradición que se conserva desde los siglos XVIII y XIX, además que se lanzará un nuevo producto turístico, los recorridos nocturnos al panteón.
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