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Jose de Jesús Reyes Ruiz
LOS PASOS DE LOPEZ V

Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

Estamos recordando lo que paso en nuestro país en los primeros años de la segunda década del siglo XXI. México estaba de nuevo frente a un proceso electoral federal que definiría al nuevo Presidente de la Republica. Muchos entendían – entendíamos – que las cosas iban de mal en peor, después del buen sabor de boca que la ciudadanía concreto en el 2000  con la salida del PRI de los pinos y la llegada del ranchero gerente de la Coca Cola - el de las botas, la lengua larga y corto de mente - muchos pensaron que se había dado el fin de la transición a la democracia, otros – yo incluido – veíamos con desconfianza a un personaje naíf por decir lo menos, poco preparado – para ser presidente – acompañado de una tétrica y ambiciosa damisela que lo controlaba, y que había mostrado urbi et orbi sus deficiencias con el muy conocido ¡hoy, hoy, hoy!.

Rápidamente la ciudadanía reconoció haberse equivocado de lado a lado con la elección de este personaje que al llegar a la silla no supo de otra nada más que seguir los pasos, los caminos, las políticas y los usos y costumbres del PRI en vez de acabar con este partido que podemos asegurar es la causa de la gran mayoría de nuestras desgracias – si no es que todas – durante el siglo XX

Prácticamente no hay nada positivo que reconocerle durante su sexenio, algunos dicen que lo recuperable es el seguro popular – yo tendía mis serias dudas al respecto – y cuando termino su gobierno todos creímos habernos librado de un espécimen y una forma maligna de hacer las cosas, pero nos equivocamos – nuevamente – se vino el gran fraude del que ya hablamos hasta el cansancio y el triunfo de quien muchos pensaron que realmente haría un mejor trabajo – que equivocados estaban – Felipe Calderón - el hijo desobediente - por el hecho de ser doctrinario y egresado de la Escuela Libre de Derecho con una tesis que aparentemente si realizo – no como Peña –

Sin duda este señor fue inteligente primero en lograr salirse de las decisiones de Fox – quien quería a Creel en la candidatura – e irse por la libre para lograr primero la candidatura y después, con la ayuda del empresariado y de las cúpulas del poder político y económico que veían en López Obrador como un verdadero peligro para México – pero sobre todo un peligro para ellos mismos – y con el gran fraude del que escribimos en los capítulos previos, gracias a personajes como Hildebrando – su cuñado – logro el triunfo con un fraude descomunal que le permitió una magra ventaja del 0.56%

Este señor, chaparrito pelón y con lentes advirtió a la ciudadanía que si votaban por López con sus políticas populistas endeudaría a nuestro país en forma irreversible, pero fue el quien lo hizo, la deuda se duplico de más de 2 billones  en que la había dejado Fox a 5 billones. Entre los elementos más malignos de su sexenio fueron primero; el inicio de una guerra que hasta el día de hoy vivimos con cientos de miles de homicidios, y un número no precisable  de desaparecidos, y lo hizo sin el menor conocimiento de causa y mucho menos un plan para entrar en batalla, sino solo para legitimar su presidencia mal habida del famoso haiga sido como haiga sido.

Mientras describía a nuestra nación como una “nave de gran calado” México literalmente se hundía y todos los indicadores realizados por organizaciones serias e imparciales como la CEPAL demostraban esta caída vertical este hundimiento constante, bajábamos en todas las cifras de competitividad, y también en los índices de corrupción etc.

El cierre del sexenio calderonista se dio simbólicamente con  el monumento – adefesio sería un mejor adjetivo – al bicentenario de la independencia y al centenario de la revolución que se encuentra unos pasos antes de la entrada del Bosque de Chapultepec (La torre de –Pus – Luz) por fortuna escondido por dos grandes edificios de más de 60 pisos construidos en forma simultánea al esperpento.

Todo un monumento – como el nuevo auditorio aquí en Zacatecas – a la corrupción.

En el 2012 la gente estaba harta de lo que se dio por llamar la DOCENA TRAGICA panista y  el panorama se veía complejo para elegir entre  aquellos que decían si saber gobernar, frente al segundo intento del Sr. López. Teníamos por un lado el carisma del nefasto exgobernador del Estado de México Peña Nieto con toda una larga cola que podrían haberle pisado pero no quisieron, y que contaba con todos los recursos habidos y por haber para comprar el voto y la voluntad ciudadana, y frente… Al  Sr. López con recursos limitados, bien conocido por la ciudadanía, cuestionado por muchos alabado por otros, y quien venía de recorrer al país de frontera a frontera, del pacifico al Golfo,  respaldado por los partidos que se decían de izquierda PRD, PT y MC frente a la fuerte alianza del PRI y sus paleros de siempre EL VERDE Y EL PANAL, mientras que el PAN vendería cara su simulación en manos de una Candidata Josefina Vázquez Mota que recibiría su pago por los servicios rendidos de alrededor de mil millones de pesos a su organización supuestamente migrante por lo que trabajo por no hacerle sombra al PRI de Peña Nieto e irse con todo en contra del candidato de la izquierda en su segundo intento por la presidencia de la república.

El error y el pecado del tabasqueño fue nuevamente el de no irse del lado pragmático sino persistir en su posición pura de centro izquierda progresista,  y también el haber confiado – tal vez demasiado – en su partido el PRD que estaba ocupado en las cúpulas por personajes a los que todo les interesaba menos el país y su ciudadanía.

Con todo y estas desventajas el Sr. López que había comenzado muy atrás por la enorme propaganda y el enorme impulso que TELEVISA – entre otros – de había brindado al Sr. Peña, en el último mes previo a las elecciones la cúpula del poder político y económico vio con terror que el candidato opositor al sistema prianista se acercaba peligrosamente a ser realmente competitivo,  por lo que tuvieron que apostar su resto e invertir cantidades exorbitantes de recursos para la compra de votos y de voluntades. Basta recordar los recursos ilícitos que pudimos conocer, los 5 millones de dólares que Oderbrecht envió a la campaña vía Lozoya entonces secretario  de finanzas de la campaña, y los 30 millones de pesos procedentes del siempre oportuno gobierno veracruzano que hasta entonces se mantenía fiel al sistema y que no pudieron explicar convincentemente, esto y las ilegales tarjetas Monex y Soriana y tantas cosas más le permitieron a la estrella del canal de las estrellas llevarse el triunfo pero no en la forma holgada que ellos y sus encuestadores y medios masivos habían pronosticado.

La diferencia fue con mucho menor a lo que los adivinos habían asegurado,  solo de un 5 a un 7% de distancia en las preferencias electorales entre ambos contendientes, lo que mostro de nueva cuenta quien había realmente triunfado, porque según el análisis de los expertos, la compra de votos – sin contar la coacción del mismo y otras linduras – le permitió al PRI tener 10 puntos porcentuales más de los que tendría que haber ganado en forma legal.

La gente lo sabía y por ello se fue con todo para boicotear la toma de posesión, pero fueron fuertemente reprimidos por las fuerzas policiacas de un Distrito Federal donde LA IZQUIERDA más que el PRD y sobre todo más que Mancera, había triunfado con más del 60% de las preferencias electorales.

Y así comenzaron los tiempos más obscuros de los que tengamos memoria los mexicanos, el sexenio del NUEVO PRI y de PEÑA NIETO que como todos los sexenios que nacen en forma irregular hubieron de legitimarse primero con el encarcelamiento de la maestra Elba Esther (como antes Salinas lo hiciera con La Quina y Calderón con el inicio de su guerra) y después con la compra – nada difícil – de las cúpulas del PRD maiceando a los chuchos – para que se vea que los perros también gustan del maíz – y a sus socios aliados y siempre amigos del PAN con la conformación del PACTO POR MEXICO y con él las supuestas “REFORMAS ESTRUCTURALES” que en todo caso fueron diseñadas para beneficiar a las cúpulas empresariales tanto nacionales como del extranjero y para tener un mejor control de la ciudadanía sobre todo de la disidente como fue el caso del magisterio.

López tuvo que aceptar su derrota, entendió entonces con claridad que ser puro, es decir no pragmático no le dejaba nada bueno, entendió que el PRD era más bien un lastre que un motor para lograr el cambio que pretendía, comprendió que cientos de miles le habían fallado en el control de las casillas con el objetivo de evitar el fraude que se volvió a dar con una gran intensidad. ¡Pero no se dio por vencido!

Esta historia continuara…

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