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A la fila del desempleo
CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

El pago de facturas políticas en este quinquenio priista ha llegado a su fin, y ello quedó demostrado cuando el inquilino temporal de La Casa de los Perros dio a conocer los ajustes a su gabinete. Tres desconocidos en el mundillo de la grilla son los que ahora tendrán en sus manos igual número de secretarías.

Jehú Salas Dávila, un jovencito con nula experiencia, pero, dicen que, con muchas ganas de aprender, pasa a formar parte de la nueva escuelita de Tello, con todo lo que esto implica. Ir a experimentar a la Secretaría General de Gobierno es un riesgo cuyas consecuencias no las pagará, al final, quien dice tener experiencia en “procesos legislativos”, sino el propio gobernador Alejandro Tello Cristerna y, lo que es peor, los zacatecanos.

Cecilia Tapia González, una licenciada en Derecho de todas las confianzas de la presidenta honorífica del SEDIF, Cristina Pacheco Rodríguez, es la nueva secretaria de Desarrollo Social. Ella también espera egresar, dentro de tres años, de la escuelita de Tello con honores, habrá que darle, dicen por ahí, el beneficio de la duda.

Y María Guadalupe López Marchant, quien de los tres nombramientos es la única que destaca por su amplia experiencia. Ella, a quien por fin le hace justicia la Revolución, es quien verdaderamente tiene los hilos de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Ordenamiento Territorial (Seduvot).

Ismael Solís, el ahora ex secretario, permaneció dos años sólo cobrando, mientras López Marchant era quien, desde las sombras, verdaderamente manejaba la Seduvot. Hoy, merecidamente se le da la oportunidad de ser la titular del área, siendo la única que no requiere certificado de la escuelita de Tello. Sus más de 20 años de experiencia en el servicio público la avalan.

Regresa, después de unos años, a la que fuera su oficina en el Edificio I, Federico Soto Acosta; él toma las riendas nuevamente de la Coordinación General Jurídica y, como abogado del Gobierno del Estado, tendrá a su cargo, por ejemplo, algunos procesos entre los que se incluye el litigio que ha iniciado, en contra de una inhabilitación por 20 años impuesta por la Secretaría de la Función Pública, su hermano Fernando, ex secretario de Finanzas en el sexenio de Miguel Alonso Reyes.

Alejandro Tello anunció que la próxima semana vendrán más cambios, pero al menos personajes como Enrique Flores Mendoza, Roberto Luévano Ruiz, Víctor Armas Zagoya, Carlos Peña Badillo, Le Roy Barragán Ocampo y Juan Francisco del Real Sánchez, quienes perdieron sus respectivas elecciones, ya no tendrán cabida, a menos que acepten una subsecretaría o una dirección. A ellos, ha dicho el gobernador, ya no les debe nada. Pagados están.

A estos experimentados políticos, desde el Gobierno del Estado se les ayudó para que acudieran a las urnas bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en un momento en el que el panorama político no favorecía para nada al partidazo. Ellos se la jugaron y terminaron solventando el precio que los ciudadanos urgían a un gobierno diferente al que le falta por cumplir las expectativas ofrecidas. Ni modo.

Más colmillo mostraron, por ejemplo, Jorge Miranda Castro y Adolfo Bonilla Gómez, secretarios de Finanzas y del Campo, respectivamente, quienes sí visualizaron que el tricolor tenía escasas posibilidades de triunfo en Zacatecas y prefirieron guardarse para otra ocasión. Hoy conservan su chamba y se erigen como los funcionarios con más peso en la administración de Tello Cristerna.

Huesos morenos

Las filas del desempleo en Zacatecas se engrosarán a partir del 30 de noviembre con quienes tendrán que dejar, sí o sí, sus cargos en las diferentes delegaciones federales. Son más de 50 los políticos acostumbrados a la grilla, y no siempre a trabajar de sol a sol, aunque sí a cobrar como tal, los que andan por las calles muy preocupados.

Para consolarse se reunieron en una comilona en la que preocupados se preguntaban unos a otros ¿qué vamos a hacer? La respuesta estuvo a cargo de Óscar Alfonso del Real Muñoz, delegado de la Profeco en Zacatecas quien con la clarividencia que se le conoce le hizo ver a sus compañeros funcionarios federales, todavía, que la fiesta había llegado a su fin. Ahora a rascarse con sus propias uñas.

Resistencia la hubo, sobre todo de parte de Javier Mendoza Villalpando, quien arrancó las risas de los ansiosos burócratas de primer nivel al asegurar que, al menos él, todavía tenía posibilidades de quedarse en el cargo porque su delegación, la de Relaciones Exteriores, ocupa de las huellas digitales que él ha dejado impresas en los archivos de dicha dependencia. Nuevamente fue Del Real Muñoz quien, palabras más, palabras menos le dijo que él, sus firmas y su capacitación también se irán al valle del olvido.

Lo malo de la congoja mostrada por estos empleados federales está en que han emprendido una campaña entre los trabajadores de las diferentes delegaciones, a quienes les aseguran que serán despedidos una vez que Andrés Manuel López Obrador tenga en el pecho la banda presidencial.

Lo que no han entendido es que son ellos los que se van, los trabajadores de abajo esos sí se quedarán en sus puestos en espera de que Verónica Díaz Robles asuma su cargo de super delegada, y comience la repartición de huesos morenos.

Pobreza extrema

El Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que hoy encabeza Claudia Ruiz Massieu, dio malas noticias a los comités estatales, incluido obviamente el de Zacatecas. Sin más ni más envió una triste cartita en la que anuncia que ha quedado suspendida la partida mensual que por concepto de ministraciones federales les enviaba.

Tras la estrepitosa derrota electoral, el ex partidazo ha quedado en la pobreza extrema y se ve obligado no sólo a reducir salarios, sino a dejar que cada comité estatal se rasque con sus propias uñas.

Obviamente no se puede pasar por alto el hecho de que, a diferencia de los mil 94.9 millones de pesos que recibió el Revolucionario Institucional durante este ejercicio 2018, el próximo año tendrá sólo 800.8 millones de pesos de prerrogativas, luego de haber quedado en un deshonroso tercer lugar en las elecciones federales del pasado 1 de julio.

Este partido en ruinas es el que le espera a Gustavo Uribe y Janet Garay, en Zacatecas, quienes tendrán que recurrir a los militantes que queden para que, ahora sí, aporten sus cuotas.

Twitter: @lasnoticiasya @claudiag_valdes

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