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A quien culpar en materia de salud.
Por: Jenny González Arenas

Escases de medicamentos en el sector salud, el IMSS y el ISSSTE llaman la atención de los mexicanos. El derecho humano a la salud, consagrado en el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos indica que toda persona tiene derecho a la protección de la salud. Organismos internacionales como la OMS han dicho que la salud implica no solo el ser curado una vez que se ha dejado de gozar de la salud, sino el derecho a acceder a mecanismos e información para la prevención de daños en la salud.
En México, la actual administración ha señalado que el problema de desabasto de medicamentos no es su responsabilidad, sino de administraciones pasadas, declaración que no resuelve el problema de las personas que dependen de sus medicamentos para poder gozar de calidad de vida digna, a estas personas, si es responsabilidad de uno o de otro gobierno no les va a quitar su dolor o su enfermedad, lo único que resuelve su problema es la existencia de medicamento y de atención médica oportuna para poder disfrutar o al menos mejorar sus condiciones de salud.
El tema de salud es delicado, porque en él intervienen tanto el sector público como el privado, pero también implica la participación de personas que dependen de un salario o de una beca de formación de personal de salud, rubro en el que nuestro gobierno, actual y anteriores, han dejado muchas deudas pendientes, puesto que para nadie es un secreto la sobreexplotación que sufre el personal de salud, llámense enfermeras, paramédicos, médicos, químicos, laboratoristas y todo el personal que se desempeña directa o indirectamente en hospitales, pero tampoco es un problema que se pueda tapar con un dedo la falta de políticas públicas en materia de prevención de enfermedades, fomento de hábitos saludables o ingesta de alimentos chatarra que ocasionan graves enfermedades como la diabetes, la hipertensión, la obesidad, entre otras, cuyo tratamiento es costoso y largo.
Las autoridades actuales del sector salud, así como la Secretaría de Hacienda y el propio Presidente, deben dejar de estar haciendo reclamos a administraciones pasadas y comenzar a implementar políticas públicas de prevención eficaces para disminuir las pandemias que aquejan a la población, a la par que se implementan programas de tratamiento efectivos y permanentes para la atención de enfermedades crónico degenerativas, tomando en cuenta las necesidades en materia de salud de la población. Con quejarse y repartir culpas a la pasada administración o señalar que antes era peor el problema no se resuelve.
Dejemos de pensar en el artículo 4º de la Constitución como un anhelo inalcanzable en materia de bienestar social, cuando a salud se refiere, la salud ya no puede ser vista como un problema de presupuesto o de gasto público, tiene que ser visto como lo que es, un problema de urgente atención, tanto preventivo como correctivo, puesto que la vida, la dignidad y la expectativa de vida depende de la salud como el factor primordial, aunque no el único.
Como organismos públicos descentralizados, tanto el IMSS como el ISSSTE deberían implementar de manera autónoma las acciones que les permitan corregir los problemas de salud pública que ellos perciben desde la perspectiva de su propio servicio, si bien es cierto, la salubridad es un asunto coordinado entre los tres niveles de gobierno, también es cierto que son ellos quienes conocen de primera mano la problemática de salud que enfrenta la población mexicana.