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Dr. José de Jesús Reyes Ruiz
LO QUE NO SE DICE DE LA MIGRACION
IV Y ÚLTIMA PARTE

Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

Considero – para cerrar el tema – que mucho se ha dicho y se ha escrito con respecto al tema de la migración, y en consideración de quienes estas líneas lean – si es que alguno – bien vale la pena cerrar el tema con algunas de las cosas que pienso no se dicen por que como comentábamos al inicio de estas reflexiones no es bueno decirlas - según las normas actuales y políticas de declarar - pero que tienen que aterrizarse de una forma o de otra si es que se quiere controlar o al menos atemperar este asunto que a nuestro país le cuesta cantidades inimaginables de recursos que no se tienen y por una culpa que no es nuestra, es decir por un pecado que no cometimos.

Nuestro gobierno que sigue en el discurso sin contestar las agresiones del gobierno norteamericano cuando una y otra vez nos acusan de ser culpables del problema al no detener el flujo de migrantes que llegan a la frontera norte, y que sigue con su idea de amor y paz, tiene que discutir con los expertos las formas y los caminos para al menos al entender el tema intentar controlarlo de alguna forma y al menor costo.

López Obrador se abstiene de contestar al Presidente Trump, y tal vez tenga razón en no enfrentarse al furioso esquizofrénico que dicta las reglas al norte de nuestra frontera, aunque; si hemos de ser francos, algo tendría que decir ante esta embestida que solo se incrementara este año y seguramente el siguiente que es el año donde el señor del copete contendrá para ser reelecto. Una respuesta seria y moderada pero firme seria desde nuestro punto de vista una acción adecuada y pueden estar seguros que al no ser agresiva sino respetuosa no tendría nada que ver con la aprobación en la legislatura norteamericana del nuevo tratado de libre comercio que es lo que al final de cuentas les preocupa.

No estamos seguros que dicho acuerdo sea aprobado en el corto plazo y ciertamente entre más se tarde es decir si no es aprobado este año difícilmente lo será el siguiente de frente al proceso electoral de noviembre del 2020. Pero en esto no hay nada que se pueda hacer y por fortuna mientras no se decida en un sentido o en el otro, las reglas de NAFTA es decir del tratado previo seguirán vigentes

Pero claro el furibundo Donald podría en cualquier momento dar un manotazo sobre la meza y cancelarlo por decreto, pero no lo hará por que muchos intereses de mucha gente están en juego por lo que esto no debería preocupar al presidente mexicano quien sin considerar mucho lo que pase al norte de la frontera – o considerando todos los escenarios posibles, tendría que actuar y tomar los pasos que tengan que darse en este problema que junto a la economía y a la inseguridad y la violencia son los temas más apremiantes y en donde la sociedad tiene que ver signos claros de que se están combatiendo.

En este sentido es plausible las declaraciones del presidente de México hace poco más de una semana cuando conjuntamente con la presidenta de la CEPAL (Centro para el estudio de América Latina) con sede en Washington, delinearon y claro respaldaron el plan de AMLO para el apoyo a América Central como la única forma de detener la migración, con un plan de miles de millones de dólares para el desarrollo de esa región que involucra una parte de nuestro país (aquella localizada al sur del istmo de Tehuantepec)

La idea sería que México aportara 5 mil millones de pesos – que no tenemos – y los Estados Unidos 20 mil, y algo similar el Canadá – posiblemente 10 mil millones de dólares – con lo que el problema se resolvería, pero es claro que Estados Unidos no aportara un quinto, de eso pueden estar seguros mientras Trump se encuentre frente al poder y Canadá ante esta actitud guardara la compostura fingiendo demencia como se diría por estos rumbos.

Esto tendría que saberlo el tabasqueño y ante esta realidad la pregunta es qué hacer y la respuesta tendría que ser si Canadá y Estados Unidos no apoyan el plan de desarrollo de América Central – una especie de plan Marshall – México tendría que dar los primeros pasos aun caminando solo, y buscar los recursos para iniciar este camino que involucra tierras mexicanas en las zonas más pobres del país Chiapas y parte de Oaxaca esencialmente.

Para ello si estaría justificado negociar con la ONU y otros organismos internacionales, - ni modo – como el Banco Mundial y el Fondo Monetario internacional, prestamos en condiciones preferenciales, vigilando con lupa el uso de esos recursos.

Seria parte del camino a seguir y esto si publicitarlo a los cuatro puntos cardinales, pero mientras tanto aquellos que trabajan en el Instituto de Migración de nuestro país siguen haciendo su trabajo – malo por cierto – TRATANDO CON LA PUNTA DEL PIE AL MIGRANTE – estas conductas – existe clara evidencia al respecto – fueron impulsadas y prácticamente ordenadas desde el gobierno norteamericano en la idea de así desalentar al migrante, pero recientemente fueron reafirmadas – bajo del agua por supuesto – por el gobierno de López Obrador, de esas cosas no se habla mucho pero son reales, en el mejor de los casos nuestro país ha endurecido las reglas de migración que cada día son menos flexibles e incrementa los tiempos burocráticos para obtener los papeles legales para migrar y transitar dentro de nuestro territorio, les da largas a los migrantes los pasa de una ventanilla a la otra, los forzar a estar en centros y albergues donde los más contestatarios – los cubanos – escapan – e intentan ampararse con licenciadillos que de esto hacen su agosto, en la obtención de papeles que de ninguna forma son legales.

Estas cosas pasan y cada día que pasa los abusos a los derechos humanos de los migrantes son mayores y claro esto no se dice públicamente por que como lo comentamos al inicio de estas reflexiones, no es políticamente adecuado – IS NT POLITE –

Pero si nos apegamos a la realidad no hay otra forma de actuar para detener en la medida de lo posible el flujo cada mes mayor, la oleada de migrantes que nos da números difíciles de imaginar, más de 100 mil personas recorren el territorio mexicano cada mes buscando llegar a la frontera norte.

Las organizaciones no gubernamentales, la Iglesia y el pueblo mexicano – en gran medida – seguirán realizando esfuerzos sobrehumanos para asistir en la medida de lo que es posible, esta oleada de seres humanos en su caminar, pero claro sus esfuerzos a todas luces resultan insuficientes.

Los ojos de la comunidad internacional están ahí vigilantes del respeto a los derechos humanos por lo que nuestro gobierno tendría - ¡YA! – que estar solicitando el apoyo internacional cosa que no ha hecho.

He leído que existe la posibilidad de que alguien desde el norte de la frontera este echando – literalmente – leña al fuego para incrementar el flujo migratorio, hay quien asegura que hasta les dan recursos – 5 mil dólares – a cada migrante para crear un problema mayor que le permita a Trump mostrar su musculo al insultar a México y considerarlo culpable de esta situación y con ello ganar votos para su reelección.

No creo que sean estas las cantidades de recursos que se den a cada migrante pero NO DUDO de que alguien desde los Estados Unidos impulse la migración con los objetivos ya dichos, simplemente haciéndoles creer a los posibles migrantes que habrá amnistía y que existen posibilidades reales para que logren el sueño americano.

Pero ¿qué más podemos hacer para controlar el problema al mediano y largo plazo? Es claro que el PLAN TEHUANTEPEC es considerado como esencial para crear una segunda frontera que no sea tan porosa como la del sur, la del rio Suchiate.

El crear una alternativa de transito al Canal de Panamá tendría que ser la prioridad para el gobierno mexicano actual, claro que representa un costo extraordinario y claro que no tendrá la ayuda económica de los Estados Unidos, al menos no del presente gobierno, difícilmente la tendrá de capitales locales o internacionales, ahí tendría que voltear a CHINA pero difícilmente el gobierno norteamericano estará de acuerdo - NO JUEGAN NI DEJAN JUGAR - menos con sus oponentes - por el momento solo en el terreno comercial – pero además de ser un negocio redondo por razones obvias seria sin lugar a dudas una barrera que podría claramente detener la migración que de otra forma es imposible detener, sería un muro que sería infranqueable sin la documentación requerida y apegándose a las leyes migratorias que nuestro gobierno tendrá que endurecer, claro, bajo la mesa porque insistimos no es políticamente correcto hacerlo a la luz de una mirada internacional preocupada por la migración.

Pero; es sin lugar a dudas la inversión para crear la infraestructura para el desarrollo de Centroamérica sobre todo del triángulo norte – Guatemala, El Salvador y Honduras – y claro de Chiapas y Oaxaca que junto con el plan Tehuantepec serían las únicas formas de resolver un asunto que tendría que preocupar no solo a nuestro país sino al mundo entero.

LA SOLUCION SIN LUGAR A DUDAS ESTA EN CHINA, habrá que buscar las formas de que ello sea posible con todo y la opinión norteamericana.