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DEL HABLAR POCO Y DECIR MUCHO EN VIUDAS
LIDIA REYES CÁRDENAS

PRIMERO ES LA OBLIGACIÓN, DEPUES LA DEVOCIÓN.
NI EL CALDO FRÍO, NI EL VINO CALIENTE, LO TOMA LA GENTE.
QUIEN CORRE TRAS DOS PERDICES, A NINGUNA ALCANZA.
NO CONOCER A LOS TREINTA Y UNO SU PROPIA NATURALEZA; SERÁ NOTORIA RUDEZA.
UN ESPEJO ROTO, NO ADMITE MÁS REMEDIO, ES MEJOR COMPRARSE OTRO.
NO HAY PAN DURO, CUANDO HAY BUEN DIENTE.
EN MIS RATOS DE VANIDAD, QUIERO APARENTAR QUE SE ALGO, PERO EN REALIDAD NO SE NADA.
MÉDICO DE GRAN PERLA Y BIEN VESTIDO, CUÉNTESE DE REPENTE INTRODUCIDO.
DE UN PLATO COLMADO DE ARROZ, PUEDEN COMER UNO, DOS O TRES.
MÁS MATÓ EL CAVILAR, QUE EMBRIAGARSE Y TRASNOCHAR.
QUIEN ANDA DE PRISA ES EL QUE TROPIEZA.
AMA A TU MUJER, SIN DARLO A CONOCER.
LOS COMERCIOS MÁS LUJOSOS Y DE GRANDES PROPORCIONES, NO SE LES LLAMA ALLÍ TIENDAS, SE LES LLAMAN SOLO CAJONES.
AL QUE MAL DE CORAZÓN LE DE, APRIETE EL DEDO GORDO DEL PIE.
ENFERMOS QUE A SUS MÉDICOS ENTRETIENEN CON INÚTILES CONVERSACIONES Y VANAS FRIOLERAS; NO SON ENFERMOS, SON MOSCAS BORRIQUERAS.