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10 de diciembre. Día de los Derechos Humanos.
Por: Jenny González Arenas

Un diez de diciembre mas, 71 años después de la declaración universal de Derechos Humanos, muchos de esos principios siguen siendo una lejana aspiración de la sociedad.
Aquel 10 de diciembre los pueblos del mundo anhelaban la paz, el respeto, la tolerancia, hoy 71 años después, muchos de esos principios siguen siendo letra muerta en muchas naciones, ni que decir de México, en donde pareciera que vamos en retroceso cuando de Derechos Humanos se trata.
Los días diez de diciembre han servido para hacer una reflexión en torno a los derechos humanos en nuestro país y en muchos otros lugares, pero es reflexión debería hacerse mas frecuentemente, no solo una vez al año, pero tampoco debe ser un ejercicio somero, sino un análisis profundo de la realidad de los derechos humanos en los diferentes aspectos de la vida democrática de los países.
Las autoridades necesitan entender que los derechos humanos no es un tema de discurso, mucho menos de campaña, sino que representa un compromiso social, el diseño de estrategias y políticas públicas, medición constante de su impacto y la modificación en caso de requerirlo.
Los derechos humanos si es asunto de todos, ya no solo de las autoridades, han evolucionado, no son lo que eran hace 71 años, ahora se habla de la horizontalidad de los derechos humanos porque todos, en el ámbito de nuestra competencia somos capaces de violentar derechos y somos víctimas potenciales de violaciones a nuestros derechos.
Los derechos humanos son un tema de todos los días y para todas las personas, no solo del 10 de diciembre. Hablar de derechos civiles y políticos, de derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, hablar también de los derechos de los pueblos y de las naciones, de temas globales, no es solo para los líderes de las naciones, es un tema de todos, en el que en mayor o menor medida todos tenemos injerencia y podemos aportar nuestro grano de arena en la construcción de esos espacios de dialogo – discusión y propuesta de alternativas.
Cierto es que los derechos humanos y los documentos en los que se encuentran plasmados son documentos vivos, en constante evolución, motivo por el cual resulta trascendental el contar, al interior de los países, con mecanismos eficaces que nos den cuenta del avance o retroceso de los derechos humanos y que, a la par, vayan actualizando o mejorando las políticas públicas de promoción, defensa y protección de los derechos humanos, porque solo así lograremos estar a la vanguardia en estos derechos.
No se trata simplemente de pronunciar discursos donde afirmemos que somos respetuosos de los derechos humanos, sino de demostrar con acciones concretas que estamos verdaderamente convencidos de que ese es el camino que nos llevará a un verdadero modelo democrático, en beneficio de toda la sociedad.
Nuestro país no esta preocupado, ni si quiera atento a estos derechos, pareciera ser que no participamos en la elaboración de la Declaración o que nos estamos convirtiendo en una isla cuando de derechos humanos se trata, porque aquí los derechos humanos están involucionando, presentan retrocesos en cuanto a su efectividad y en cuanto a su marco legal que nos llevan a pensar en que la democracia va perdiendo terreno.
México ha sido, en reiteradas ocasiones lo hemos mencionado, punta de lanza en derechos sociales, pero por primera y única vez lo fuimos con la Constitución de 1917 y jamás lo volvimos a hacer, aunque fuera en el texto legal, ya que en la vía de los hechos mucho de lo que ahí se escribió nunca llegó a materializarse.s que más importan porque “Por el bien de todos, primero los pobres”