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Nota Espe_culera

By Syres

CHINA CON NEUMONIA Y MÉXICO CON MAL DEL PUERCO

 

Pese que el título de este humilde articulillo pareciere broma, al final le resultará cierto querido lector. Como hemos escuchado, el país del Sol Naciente enfrenta una nueva crisis en salud pública con la aparición de un misterioso coronavirus descubierto por primera vez en la ciudad de Wuhan, lo que ha provocado la muerte de algunos habitantes, pero contagiado al momento a más de 217 en Pekín; 2 en Tailandia y traspasado sus fronteras hacia Corea del Sur por causa de lo que se cree es una mutación de la “neumonía”. La gravedad de la noticia no solo radica en la irreparable pérdida de vidas humanas, es preocupante porque China esta preparada ante sus pandemias y porque Wuhan es una ciudad ubicada al centro de China que juega un importante papel como núcleo comercial del país, y cuyas terminales de comunicación conectan con gran parte de Asia oriental. Para comprender el panorama, iniciemos analizando los servicios de salud en China, éstos están divididos en dos sistemas paralelos, concretamente, uno que presta servicios en zonas urbanas y otro en zonas rurales. La decisión de a cuál de estos dos sistemas pertenece un ciudadano, depende del sistema de registro familiar (hukou) lo cual es importante si tomamos en cuenta que China es el país más poblado del mundo con 146 habitantes por Km2 y con una población que supera los 1,392,730,000 personas. Desde hace más de 10 años, China reformó sus leyes en tema de salud con el propósito de abarcar a casi la totalidad de su población en cobertura médica (93%) a través de un esquema de atención mixta de servicios públicos y privados. Y aunque para los chinos el tema de la corrupción no es ajeno, los “chinitos” están menos “pior” que los mexicanos, porque en el ranquin internacional los orientales ocupan el peldaño 86, mientras que México, desciende en la lista hasta el podio 134[1], apenas arriba de países africanos o en conflicto armado.

La infección de la corrupción en el sector salud nos tiene desde hace años en terapia intensiva, con claros síntomas que van desde la mediocre entrega de medicamentos, servicios profesionales y atención quirúrgica hasta la necrosis del tejido licitatorio en la obra pública que construye -y mal construye- hospitales y clínicas seguida de vicios en las compras de equipos médicos e insumos a precio sobrealzado o inservibles, representando una sepsis generalizada al rubro y una flagrante violación sistemática a los derechos humanos de los mexicanos (pues ante la enfermedad se nos viola nuestro derecho a los beneficios de la ciencia y con ello a gozar de una calidad de vida digna).

Mientras los chinos y las agencias internacionales luchan por contener esta nueva cepa de neumonía y evitar que salga de las fronteras del continente, nuestros políticos enfrentan la pesadez del “mal del puerco” que da después de toda comilona con dinero ajeno, y afecta a quienes no usan los servicios médicos gubernamentales y solo buscan sentirse que sí son oposición. Me refiero a los Gobernadores Panistas que presentaron su “plan alterno de salud” en contra del Instituto Nacional para el Bienestar (INSABI) prescribiéndole un curita que quiere entablillar que se garantice la gratuidad en el servicio médico, como si éste principio constitucional no existiera en el país desde 1966. Con políticos que confunden el “síntoma con la enfermedad”, es fácil diagnosticar que México seguirá perdiendo entre el 20 y el 40% de los 560,000 millones de pesos que en promedio destina el gobierno mexicano al sector salud, es decir, entre 110,000 y 220,000 millones de pesos por pura falta de responsabilidad social.

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_de_percepci%C3%B3n_de_corrupci%C3%B3n