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“MUJERES DEL MÁS ALLÁ, HABLANDO MÁS ACÁ”

Por LA MADA (Magdalena Edith Carrillo Mendívil)
www.lamaddalenaedi.blogspot.com

El pasado, para estas alturas “el pasadísimo”, 1 de noviembre, el grupo Sacromonte Flamenco presentó en el teatro Calderón su espectáculo “Alas ¿para qué las quiero? Si tengo pies para bailar” (parafraseando a Frida Kahlo) en el marco del Festival del día de muertos y La Mada escribió algunos textos que sirvieron para adornar el maravilloso baile, cante y toque de mis compañeros. Si piensa que estoy fuera de contexto (o como decía mi padre -…- fuera del hoyo) le diré que no, si le cuento mis circunstancias. Este artículo lo comencé la primera semana de noviembre del año pasado y como es ya costumbre en estos días, muchos seres humanos, dejamos de hacer lo que nos gusta por hacer lo que nos da, le cuento que no había podido sentarme a escribir, ni como Dios manda ni como Dios no manda, es decir no había escrito lo cual me hace sentir profundamente infeliz. En resumen, aquí estoy terminando lo que comencé un noviembre de 2019.
Le comentaba que en este espectáculo flamenco el altar se ofreció, a manera de homenaje, a seis mujeres mexicanas, de nacimiento unas y mexicanas por elección otras. Ese día las recordamos y recordamos el legado de fuerza, valor, inteligencia y esa chispa que tienen las personas que trascienden, tal chispa que la da la congruencia entre el ser, decir y pensar. Nuestra invitadas fueron: Assunta Adelaide Luigia Modotti Mondini, María Antonieta Valeria Rivas Mercado Castellanos, María del Carmen Mondragón Valseca, María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga, Francisca Ernestina Moya Luna, Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón… mejor conocidas como: Tina, Antonieta, Nahui, Remedios, Nellie y Frida. Le comparto pues, a continuación, las palabras que se escucharon acompañadas por sonidos nostálgicos y el colorido de un altar de muertos que recibió gustoso la visita de tan importantes espíritus.

La muerte, hoy más mujer que muerte, dibuja historias que se encajan en las pupilas. Rompe aquellos silencios de esa mujer que se libera de ataduras ancestrales, respira y no cae cuando sus frágiles tobillos tropiezan con sus propios descalabros, esos y aquellos descalabros por los que la llamaron loca al alejarse del frágil borde que algunos dementes llaman razón. Ella deambula, lo hace a oscuras y sus brazos caen al lado de sus caderas, su cabeza erguida rompe los límites de los horizontes que marcan lo nunca hecho. Cuando logra estirar sus manos se topan con otras manos de mujer, son muchas más las manos que se unen y se estrechan fuertemente, manos de mujeres que hoy, por única vez al año vuelven a encarnar y reclamar el lugar que les corresponde, ese lugar que siempre estuvo más allá. Seis almas que no están en pena, seis almas que nunca estarán en pena. Esta noche la muerte es otra vez ella… es otra vez ellas… en un movimiento perpetuo.
Una a una se levantan las lápidas, hay fantasmas que enseñan historias a otros fantasmas que a su vez cuchichean estas historias pasadas a quienes las riegan en el mundo de los vivos.
Como mujer de dudosa decencia, la muerte se pasea entre nosotros, toma asiento entre ustedes y se toma un caballito del mejor mezcal zacatecano mientras nos enseña su perfecta dentadura… a lo lejos se escuchan murmullos de pláticas viejas, pláticas que nunca se pudieron callar…
NAHUI OLIN
La muerte hoy escoge, de tin marin de don pingue. Toma de la mano a Nahui Olin, que siempre guarda en el verde de sus ojos el murmullo del mar que se llevó en sus ondas su última esperanza. El sabor que dejó la brisa salada se seca al Sol mientras lo mira fijamente. La muerte la trae al mundo de los vivos y se viste de ella, se calza con su libertad infinita, sin censura y sin temor. La muerte toma prestados sus pinceles y dibuja figuras con enormes ojos de mirada infantil. Bebe la luminosa sensualidad y deja que Nahui le dicte los recuerdos de ese amor que se llevó el mar y poco a poco, la llevó a la muerte
REMEDIOS VARO
Como sombras se despliegan las siluetas, se dispersan por el suelo y suben por los muros. Se respira esa sensación de exilio, que se vive permanente y siempre se avienta al aire inmenso de la libertad. El reloj de arena atrasa y atrapa los granos, los cuenta uno por uno y después los deja caer todos juntos creando un estrepitoso remolino. El mundo surrealista se vuelve real ante lo onírico de los espacios. Remedios pinta y sus manos las mueven hadas y adivinos que habitan en su mente y la visitan por las noches, gitanas y arlequines bailan en burbujas helicoidales de colores… y así, preparamos tu visita con largos pinceles y hojas trasparentes, no olvides tus hermosos ojos que has dejado sobre la mesa.
FRIDA
Frida, me dices que también te llamabas Magdalena y Carmen, me gusta Frida, anda pasa, tus penas te esperan nadando en tu tequila y tus pinceles los pusimos a remojar, hay un corazón latiendo en el altar y te hemos pintado unas alas que te abrazarán con colores, como mariposas que vuelven al santuario. Te citamos, lo hacemos al derecho, al revés y otra vez lo volvemos a voltear, para finalmente enredar las ideas entre tus trenzas y poder sentirnos tan extraños y bizarros como tú, dejemos pues correr las aguas de este rio y si suenan las piedras que arrastra relajémonos con su perpetuo murmullo.
ANTONIETA
La belleza se pinta y se refleja en espejos que no siempre devuelven la imagen verdadera. Iluminaste la sombra que te dio el ángel para después desplegando tus alas tapar las voces que quisieron callar tu partida. Dejaste atrás al México gris y desigual que se te escapó como arena entre tus manos. Tu partida incomprendida fue una protesta en silencio que se convirtió en un eco que no pudo ser frenado, tus años tiernos se fundieron en la madurez de una lúcida mente que quedó envuelta en un remolino de cambios y se perdió entre la sorda reverberación que viaja por las nervaduras de una bóveda ojival hasta recibir el amor y el recuerdo de un hijo que vivió para sacarte de la sombra, de la sombra de un ángel.
TINA
Tina grita, pero no llora ante el duelo inevitable. Va más allá de los límites marcados y alineados por las raíces. Su cámara es una extensión de su cuerpo y las imágenes de un México floreciente habitan imperturbables en el lente, quedando para siempre el recuerdo y absorbiendo la memoria de quien las observa. Tina, hoy vuelves al cuerpo libre, deja que las gotas de lluvia jueguen cayendo sobre tu piel y se tatúen como gotitas gráficas de periodismo. Así fluiste entres simbolismos que cargaban desigualdad y los convertías en gritos de justicia, pintados con los grises y blancos de los que se viste la nostalgia.
NELLIE
Girando y manteniendo el equilibrio encontraste el motor de tu destino. Autobautizándote abres las puertas a la poesía, la libertad, el movimiento. Siéntate creamos nuevos ballets que dancen bailes infinitos y llenos de color, después te acompaño de regreso a esa tierra roja que cubría tus manos y donde los pastizales no se agotan, si te parece invitamos a García Lorca y Rulfo para que le cuentes más historias y sigas traduciendo sus poemas al lenguaje del eterno. Recordemos aquella vez, que fuiste mariposa… Silencio Nellie ¿puedes escuchar a le lejos? están cortando cartucho, te están llamando, buscan a la Centaura del Norte, esa eres tú.
Empieza a salir el Sol, la luna se oculta encandilada por la luz de estas mujeres estridentes que ya consumieron la luz de las velas. La muerte y la vida bailaron toda la noche embriagadas de vitalidad. Dancemos pues los que quedamos aquí, dancemos mientras tengamos vida para asegurar que cuando nos vayamos a otro mundo, los que aquí quedaron nos esperen con música y flores y escuchen, si no nos ven, nuestros pies golpear sobre las baldosas mojadas, recién regadas, porque como decía mi abuelo, usted nomás no deje de resollar.
Fin del primer artículo del 2020… nunca es tarde, feliz año, que se renueva cada día.