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Protocolo en Oficina
Adriana Bujdud Nassar
A diario convivimos de manera profesional y afín con compañeros de trabajo. Creamos amistades y afectos al estar más de 8 horas al día juntos y vivir un sinfín de anécdotas y situaciones. Derivado de esto, la confianza se hace cada vez más amplia e íntima, y no dudamos en hacer presente las muestras de afecto y la euforia en ocasiones. Por otro lado, suele pasar que también la poca o nula compatibilidad entre la gente haga del ambiente laboral un lugar tóxico y nada agradable, lo cual provoca baja productividad y adhesión en los grupos de trabajo. Ambos polos pueden llegar a ser no muy buenos a la hora de medir el desempeño de los colaboradores.
Derivado de lo anterior, hay que tener presente algunas cuestiones importantes a la hora de la convivencia en nuestro lugar de trabajo.
Lo primero y más importante que debemos hacer al llegar y al retirarnos de la oficina es saludar, siempre hazlo, conozcas o no a las personas que estén ahí, a pesar incluso, que no te respondan ya que suele pasar, aun así jamás dejes de ser amable y educado con un saludo. Si no contestan por que definitivamente no lo quieren hacer, es problema de ellos, no tuyo y quien da una pésima imagen son ellos al no responder.
Cuida los comentarios que haces frente a los demás y procura no hablar mal de nadie o criticar, non sabemos quién pueda difundir esa información y aún más, agregar cosas que ni siquiera se mencionaron en tal plática. Seamos muy cautelosos en esa parte, si h ay algo que te provoque incomodidad en tu trabajo puedes platicarlo a manera de catarsis o desahogo fuera de ahí con alguien de tu plena confianza.
Otra parte importante es el tan usual saludo de beso en la mejilla, que en muchas oficinas y contextos laborales se usa, pues déjame decirte que no es correcto hacerlo, a pesar que se vuelve una costumbre. Si no se conocen las personas, jamás invadas su espacio personal con un beso, lejos de verte amable, generarás una percepción negativa de tu persona.
Mantén tu espacio de trabajo limpio y ordenado, procura no comer en tu lugar, si puedes evítalo, acude a lugares para realizar dicha actividad. El mal olor en la oficina provocada por ciertos alimentos genera disgusto y da la imagen de descuido y poca o ninguna formalidad en una oficina.
Cuidemos el volumen de la música cuando pongamos o usemos audífonos, incluso puedes preguntar a tus compañeros si no les molesta el volumen o tipo de música, sobre todo cuando son espacios en común. No gritemos, no riamos a carcajadas, no usemos lenguaje altisonante, podemos convivir de manera agradable y amistosa sin problema, siempre y cuando no se vuelva un exceso de ruido o de risas estruendosas o incluso faltas de respeto provocadas por la mucha confianza.
Usemos ropa adecuada según sea nuestro trabajo, profesión u oficio. No excedamos los límites del buen gusto cayendo incluso en la ropa vulgar o fuera de contexto, hay ropa para cada ocasión, y en la oficina , en este caso hablando de ese espacio, usemos ropa adecuada, ejecutiva si es el caso, en el próximo articulo seré más específica en este tema abordándolo de manera espacial.
Toma en cuenta estos sencillos consejos para la convivencia laboral, trabaja en equipo y haz tu trabajo de manera puntual y eficiente, recuerda que el desempeño profesional hablará de nosotros como personas.
Tú amiga:
Adriana Bujdud Nassar