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Adriana Bujdud Nassar

Entre duelos emocionales y cortes de cabello

Siempre que pasamos por una situación delicada, triste o que nos provoca depresión, buscamos de alguna forma salir del bache emocional en el que caímos ya sea cambiando de hábitos, como comenzar a hacer ejercicio, cambiar de rutinas, incluso cambiar de amistades o conocer gente nueva, incluso hay quienes pueden cambiar de residencia a otra ciudad o desaparecer del mapa un buen rato para irse a viajar. Cada persona según sus herramientas y recursos aplican sus “antidepresivos” según lo necesiten.
Uno de los recursos que son más solicitados al padecer algo así, son los cambios de imagen. Es lo más efectivo, aunque no lo crean, para superar una crisis emocional o cuando se ha visto tu autoestima lastimada. En las mujeres, lo primero que pensamos en cambiar es el cabello, ya sea el color o el largo de este. Por eso dicen que cuando una mujer se corta el cabello está “cerrando ciclos”, es una limpia emocional y energética, reaviva el ánimo y te hace sentir que estás rompiendo esquemas que te mantenían atada a algo o a alguien. Es a motivo de burla este tema de cortar tu cabello, ya que con las redes sociales no se dejan esperar los memes acerca de este tema.
Quitar los apegos emocionales se lleva su tiempo y hay que trabajar mucho en nosotros para entender que nada ni nadie tiene la facultad de hacernos sentir mal o menospreciar nuestros talentos o habilidades, todo radica en nuestra autoestima y en nuestra Inteligencia emocional. Ambas se alimentan de nuestros valores y de la percepción de la vida, de que tanta confianza tenemos en nosotros mismos y sobre todo, valorarnos.
El cambio de imagen te puede ayudar a reforzar tu autoestima al verte renovada o renovado, al ver y sobre todo entender que puedes tener la mejor versión de ti , y eso te dará mayor seguridad en tu vida personal y laboral. El ser percibidos como personas que se permiten cambiar para bien genera en las personas que nos rodean un ejemplo de fuerza, perseverancia y más que nada, de amor propio.
Jamás menosprecies el poder de una buena imagen personal y de los cambios físicos, quien jamás haya experimentado un cambio significativo de este tipo en su vida, le será complicado entender el alcance a nivel emocional que permeara en la persona involucrada en este proceso de mejora. Hay que ponerse en sus zapatos y tener empatía para sentir un poco aquello que lo impulsó a generar este cambio en su vida.
No hay mejor forma de crear una nueva vida si no comenzamos por nosotros mismos, primero saber y admitir que tenemos una situación que nos duele, saber afrontarla y darle el mejor tratamiento según nuestro criterio y ánimo.
Un cambio nuevo de ropa no te viene mal de vez en cuando, unos lentes de sol diferentes, una corbata más llamativa, una combinación de ropa más atrevida o fuera de tu esquema, un color de cabello diferente, hacerte el hábito de usar una rica loción, todo eso y más nos motiva movernos
No es cuestión de vanidad, es cuestión de autoestima, de amor y respeto por nosotros mismo, somos lo único que tenemos para poder crecer y prevalecer en la vida. Cuidemos nuestra mente, nuestra alma y corazón y démosle a nuestro cuerpo y apariencia una mejor vida.
Con afecto:
Adriana Bujdud Nassar