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Nota Espe_culera
By Syres
DE LA VIRUELA A LA ESTUPIDEZ

Fue en el año 1520, cuando los navíos europeos importaron a nuestro continente casi una docena de enfermedades contagiosas. Entre ellas la viruela, el sarampión, la poliomielitis, la peste bubónica, la tífus, la escarlatina, difteria, varicela, fiebre amarilla y la tosferina. Pero el continente americano tampoco vende piñas, somos los felices patrocinadores del dengue, la influenza, la chikunguya, la influenza, el Zika y el EEE, enfermedad que provoca encefalitis.
Históricamente, los primeros registros señalan que las enfermedades que se transmitieron por vías respiratorias fueron la gripe, la viruela y el sarampión; por contacto directo la viruela; por vía digestiva las diarreas y la fiebre tifoidea; por piojos la tifos; y por los mosquitos, las enfermedades como la malaria y la fiebre amarilla.
Con la llegada de los españoles a América y el Caribe, llegaron en barco también sus virus y bacterias, lo que provocó que en menos de un siglo, desaparecieran de su propio territorio decenas de millones de indígenas. A este intercambio de infecciones, bienes y microbios, se le conoce como la “patología del inmigrante”.
Durante el proceso de Conquista de México, nuestro antepasados nunca habían estado expuestos a enfermedades importadas del extranjero, y por consiguiente, no las pudieron combatir. Debido al distanciamiento geográfico de América y Europa, cinco milenios estuvimos a salvo de esas enfermedades. Las enfermedades provenientes de Europa jamás habían pisado nuestro territorio, esto explica para los historiadores, que los españoles pudieren vencer con facilidad a nuestros antepasados, pues fue gracias a estos “infortunios”, que los españoles tuvieron la mejor oportunidad de conquistarnos. Todo esto quedo registrado en el Códice Florentino del año 1500´s.
La viruela mató en Tenochtitlan casi 3.5 millones de indígenas incluyendo su tlatoani Cuitláhuac, vencedor de Hernán Cortés. Quien poco -o nada- pudo hacer frente a una enfermedad que literalmente les llegaba de otro mundo, y de la cual, no se tenía antecedente o registro alguno.
Si todavía anduviéramos por ahí con taparrabos, penacho y flecha en mano, sería lógica la ignorancia de nuestros Líderes, pero en pleno Siglo XXI y con la experiencia mundial ante la pandemia, Andrés Manuel López Obrador, ha perdido el poco sentido común que necesitábamos, y aunque se comprenda que en el discurso invite a la sociedad a consumir en fondas y restaurantes mientras hace lo propio conviviendo y besando a sus votantes, no ha logrado dar tranquilidad a los empleados y empleadores de las micro y pequeñas empresas, para quienes un mes sin comercio significará pérdidas irreparables. Pero poco se ha dicho respecto a los apoyos económicos para este sector, quienes serán los que resistan o fallezcan frente a los embates monetarios de la pandemia.
Aquí es donde se ve la lastimosa realidad sobre los más de 100 mil millones de pesos que AMLO a destinado a becas, apoyos a ninis y migrantes a diestra y siniestra, más el acumulado de la rifa del Avión Presidencial, que lejos de representar un fondo para combatir la contingencia, son la forma más representativa de como el Gobierno Federal no solo no ha regresado al pueblo lo robado, ha administrado la pobreza y la ignorancia de una nación desinformada.