Skip to main content

LAS OTRAS PANDEMIAS
By Syres
La Nota Espe_culera

Aunque estoy consciente de que el termino pandemia tiene como significado la afectación de una enfermedad infecciosa de los humanos a lo largo de un área geográficamente extensa y que el de epidemia se refiere a la descripción de salud comunitaria, me voy a permitir utilizarlos para describir los males que en este momento adicionales al Covid-19 nos aquejan a los zacatecanos.

Comencemos por la “violencia machista” que como bien dije, no es una pandemia porque no esta catalogada propiamente como una enfermedad contagiosa, representa un riesgo grave contra las mujeres en el país, no solo porque las mujeres tienen que estar en confinamiento con sus agresores, sino porque ha interrumpido el acceso de estas a los servicios de salud, sobre todo de las mujeres embarazadas, y como consecuencia la de sus hijos no natos, quienes no pueden recibir atención prenatal, al no tener medios para acudir a la clínica por riesgo de un contagio peor.

Los adultos mayores también padecen formas de violencia, primero porque muchos de ellos de origen viven en el abandono o aislados, carecen de redes sociales, sus hijos no están al pendiente de sus necesidades, fueron recluidos en sus hogares sin posibilidades económicas lo que coloca en un estado de vulnerabilidad a contraer enfermedades graves.

A esto agréguenle el oportunismo político, de algunos actores como José Narro que disfruta haciendo conferencias y reuniones con los grupos vulnerables exponiéndolos a un contagio, todo por salir en la foto en los medios locales que todavía le prestan atención. O del propio Presidente de la República quien no ha dejado las “mañaneras” ni las visitas a diversos Estados de la República, demostrando una actitud retadora contra las propias instrucciones de su gabinete de salud.

Pero la epidemia que más asusta es la crisis económica que enfrentaremos a mediados del año, y como consecuencia, la pandemia de corrupción de los gobiernos estatales y municipales, quienes al amparo de la Ley se han dedicado a hacer compras gubernamentales a diestra y siniestra, sobrevaluando el costo de los insumos y servicios que a su juicio “resultan urgentes” para enfrentar al Covid-19, entre ellos, los jueguitos mecánicos plásticos adquiridos por el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de las Familias, las despensas a través de la Secretaría de Desarrollo Social y los apoyos económicos plagados de opacidad a algunas empresas, así como los gastos en publicidad que siguen cotizándose y pagándose a precio de oro con cargo a los zacatecanos.