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La UAZ en tiempos de COVID.
Por: Jenny González Arenas.
A los maestros universitarios que siguen trabajando, en medio de esta pandemia, para aportar material de protección al personal de salud en Zacatecas y a todos aquellos universitarios que, desde su trinchera, colaboran desde laboratorios, aulas, foros, asociaciones y agrupaciones de la sociedad, organizando colectas y de diversas maneras, para apoyar a nuestra entidad.
En estos momentos en los que el tiempo parece haberse detenido, hay periodos en los que la paz y el silencio de las calles nos permiten, en la tranquilidad de nuestro hogar, escuchar ruidos que difícilmente escucharíamos en otros tiempos. Mi caso, por ejemplo, escucho claramente el reloj de la Casa Municipal de Cultura, esos detalles nos permiten reflexionar sobre lo mucho que han cambiado las cosas en estos días de contingencia.
Pensaba por ejemplo que estamos en un sedentarismo extremo, al que nos lleva el propio instinto de supervivencia, como si esto fuera un paso más en la evolución del hombre. En los orígenes de la humanidad, el ser humano se trasladaba de un lugar a otro en busca de alimento, cuando el alimento escaseaba en algunas regiones, no dudaban en ir a otros lugares para encontrar sustento. Posteriormente, el surgimiento de la agricultura hizo a la humanidad sedentaria, comenzaron a establecerse en lugares en donde podían aprovechar los recursos naturales alrededor y cultivar, cazar y almacenar sus alimentos. Ahora, para evitar contraer una enfermedad que, para algunos sectores de la sociedad puede ser mortal, estamos en nuestra casa tratando de desplazarnos lo menos posible y tener el menor contacto físico con las personas, porque no decirlo, el avance tecnológico ha sido tal que la comida llega a la puerta de la casa, de algunos, porque no todos gozan de esa posibilidad.
Esa pandemia, motivará muchos cambios en la forma en la que trabajamos e interactuamos en sociedad; los mecanismos tradicionales de comunicación tendrán que modificarse en aras de satisfacer las necesidades que surjan de esta nueva realidad. Nada ni nadie puede permanecer al margen de estos cambios, siempre y cuando estas nuevas formas de interactuar impliquen seguir guardando cierta distancia.
Es un momento coyuntural. Es un punto de quiebre en el que todas las generaciones tendrán que evolucionar al grado tal de modificar o romper patrones de conducta previamente establecidos; por ejemplo, las Universidades, que es donde se genera, se divulga y se comparte el conocimiento, tendrán que modificar la manera en la que se llevan a cabo estas acciones porque la probabilidad de contagio crece en ambientes como el salón de clase.
Será complicado para maestros que llevan 20, 30 o más años de servicio, claro que si, incluso para los que llevan menos, porque ya tienen una forma de trabajo establecida y costará trabajo aprender, en medio de la crisis, nuevas formas de generar, divulgar y compartir el conocimiento, sin embargo, no es una tarea imposible, porque las crisis se han caracterizado por sacar lo mejor de la humanidad en los momentos en los que más se requiere.
Me atrevo incluso a afirmar que no será una tarea imposible, porque muchos de los maestros universitarios ya se encuentran empleando Tecnologías de la Información y la Comunicación en sus clases, por lo que solo sería perfeccionar el método de enseñanza para eliminar, al menos temporalmente, de la ecuación, la modalidad presencial, la ventaja que tenemos es que estas nuevas generaciones de estudiantes ya tienen un uso significativo de estas tecnologías, lo que permite que no sea tan complicado para ellos el adaptarse, lo que resulta un poco difícil es el acceso al internet o a la computadora de toda la comunidad estudiantil, porque no podemos olvidar que la Universidad Autónoma de Zacatecas sigue siendo una de las Universidades más baratas del país, lo que implica que recibe muchos alumnos de escasos recursos provenientes de muchos lugares en donde o no hay acceso a internet o ellos no tienen acceso a una computadora en su domicilio.
Afortunadamente, tanto la planta docente, como los alumnos de la Universidad Autónoma de Zacatecas, están comprometidos con sacar el semestre adelante y no nos obsesionaremos con regresar a las aulas, mucho menos si ello pone en riesgo nuestra salud. Porque afortunadamente hay muchas cosas que se pueden hacer usando las tecnologías a nuestro alcance para salvar el semestre sin poner en riesgo a nuestros estudiantes, a nuestros maestros y a la población zacatecana.