Para documentar mi pesimismo… y el de los demás
Por José de Jesús Reyes Ruiz
“Asistimos al nacimiento del periodismo político, una prensa fuerte y vigorosa que intenta ser lo más inteligente posible, pero que todavía mezcla la tinta con la pólvora y que, mientras no pondere las virtudes de la sensatez y la prudencia puede ser devastadoramente explosiva”
Guadalupe Victoria
Tampoco tendríamos que olvidar que nuestro país en sus más de dos siglos de historia, jamás ha sido muy boyante que digamos en los asuntos del dinero, tal vez valdría la pena recordar algo de su historia para entender mejor sobre el asunto en el que estamos actualmente sumergidos, la peor de las crisis en cuanto a la economía de la que nuestro país tenga memoria.
Si dejamos del lado los tiempos de la colonia, que son aún más difíciles de descifrar, porque nuestra economía dependía de la de la península que se hacía cargo de aportar los recursos necesarios para el mantenimiento de la Nueva España, mas por interés que por benevolencia ya que de sus colonias allende del mar, sobre todo Perú y México les había proporcionado por ya más de 3 siglos los ingresos que nunca pudieron haber imaginado sobre todo en la plata que extirparon del subsuelo nacional y que dicho sea de paso en 3 siglos fue menor de la que se llevaron 35 años de gobiernos neoliberales.
La independencia, es importante recordarlo, fue un acto de resistencia de las elites económicas que lideradas por la jerarquía eclesiástica no quería perder sus prebendas – tal y como sucede hoy por hoy – con la aplicación de la constitución de Cádiz que fue nuevamente refrendada por Fernando VI en el imperio español, y que ponía contra la pared los intereses de los peninsulares y los de la iglesia en los territorios de la Nueva España.
La guerra de los insurgentes que aún quedaban en el último lustro se había convertido solo en una guerra de guerrillas que mantenía Vicente Guerrero en las tierras del Sur y Guadalupe Victoria en el estado de Veracruz, y sus posibilidades de éxito eran prácticamente nulas cuando a los conspiradores de la Profesa se les ocurre darse un autogolpe de estado y comienzan a darse cuenta que les convenía independizarse para conservar sus privilegios y convencen al General Realista Agustín de Iturbide a que encabece la gesta encontrando primero los caminos para que fuera nombrado Líder de las tropas Realistas del Sur desde donde inicia una campaña exitosa con algunas cuantas batallas que casi siempre gana por default y que culminan con el abrazo de Acatempan con Vicente Guerrero quien se da cuenta que es la única oportunidad de que México sea libre y desarrollan conjuntamente el Plan de Iguala en la idea de Independizar a la Nueva España armando una monarquía de corte constitucional encabezada por el mismo Fernando VI o por alguno de sus hermanos – el que aceptara –
Muy pocos rememoran – si es que alguno – la entrada triunfante de Agustín de Iturbide el 27 de septiembre de 1821 al frente de un ejército de más de 20 mil combatientes – bajo el lema de las 3 garantías (Independencia, religión – la católica por supuesto – y la unión entre peninsulares criollos e indígenas) portando la bandera de los 3 colores – en franjas diagonales – con la imagen de la Virgen de Guadalupe y al lado del nuevo Virrey quien aceptaba la independencia – al firmar los tratados de Córdova – Don Juan de Odonoju, un personaje liberal que formo parte de quienes armaron la constitución de Cádiz y que sabía que tendría que aceptarse la independencia.
Iturbide desfilo entre la algarabía de los habitantes de la ciudad de México y fue Vitoreado por una ciudadanía, la misma que le gritaría e insultaría un año más tarde expulsándolo del país, pero lo que tendríamos que recordar es que detrás de un ejército impecable venían las tropas de los verdaderos insurgentes quienes no aceptaron portar uniformes nuevos sino presentarse como habían luchado en los últimos 5 años, como pordioseros, ahí venia Vicente Guerrero con sus tropas surianas y Guadalupe Victoria con sus jarochos, y ambos – es bueno recordarlo – habían vivido los últimos años en Cuevas comiendo yerbas y animales menores como roedores y palomas y habían sobrevivido los tiempos más difíciles que cualquiera pudiera imaginar.
Los Españoles por supuesto dejaron las arcas vacías y se llevaron los sobrantes al castillo de San Juan de Ulúa que permanecería como un fuerte español por más de dos años después de terminada la independencia.
Para mantener los lujos que Iturbide no podía dejar de lado, primero logro interceptar unos dineros de particulares que se dirigían a embarcarse en Acapulco con dirección a las Filipinas – en algo que entiendo fue un antecedente de los lavados de dinero actuales - el monto era de un millón de pesos que en aquellos tiempos era mucho dinero, pero que Iturbide se acabó en adaptar su nueva mansión en el centro de la ciudad, en uniformes y cosas por el estilo, nunca en algo que fuera a los más pobres y marginados, que como hoy siempre han existido, y pronto llegar los usureros de uno de los primeros países que reconoció la independencia de nutro país después de la Gran Colombia lo hiso el Imperio Británico quien a través de un obscuro personaje Francisco Borja Mignoni quien logro un préstamo con intereses del 6% pero del que solamente llego la mitad por que la otra mitad se fue en comisiones y linduras por el estilo.
Es así como ha funcionado siempre la banca internacional, de otra forma como se explica que el FOBAPROA DE ZEDILLO quien dijo endeudar al país con solo 50 millones de dólares, empréstito que terminaría de pagarse en el 2015, se transformó después de pagar la deuda inicial cerca de 14 veces, aun se le debe a la banca internacional 120 mil millones de dólares y no se terminara de pagar – si es que algún día – sino hasta el 2075, así es como tenemos que entender la negativa de AMLO a endeudarse nuevamente y la presión de los empresarios – y seguramente tras de ellos las calificadoras internacionales y las instituciones como el Banco Interamericano de desarrollo, el Banco Mundial y el Fondo Económico Internacional que jamás se han caracterizado por ser damas de la caridad ni mucho menos.
Pero regresemos a la historia, Iturbide sabía que ni Fernando VI ni sus hermanos aceptarían lo que le caería como anillo al dedo para autonombrarse Emperador de México cosa que logro menos de un año después de su entrada triunfal, y ya nombrado dejo fuera a los liberales e insurgentes que claramente buscarían cuidar los intereses de México, Guerrero, Victoria y otros grandes como ellos quedaron fuera pero integraron el congreso que era uno de los requisitos de la monarquía constitucional, y desde ahí le dieron con todo a Iturbide a quien no le quedo de otra que apresar a personajes como Guadalupe Victoria y deshacer el congreso, con lo que sello su fracaso ya que a solo 9 meses de haber sido coronado tuvo que enfrentar las revueltas y el Plan de Casamata – de Santa Ana, otro de los generales realistas que se volvió como el mismo Iturbide – defensor de la patria.
Santa Ana fue derrotado pero no Guadalupe Victoria que siempre de la mano de Vicente Guerrero lograron presionar hasta lograr la dimisión de Iturbide y la creación de la republica donde se nombró una dirigencia de 3 personas, el propio Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y Nicolás Bravo quienes participarían en la primera elección lo democrática que se podía para aquellos tiempos y en cada uno de los Estados que conformaban la unión, donde la gente votaría por presidente y por vicepresidente y se contabilizarían los votos resultando triunfador para el cargo de la Presidencia a Don Guadalupe Victoria y en segundo lugar como vicepresidente a Nicolás Bravo.
Para no olvidar el punto central de estas reflexiones, Victoria asume la presidencia con 42 pesos en las arcas de la nueva República, y para que nos demos una idea en San Juan de Ulúa seguían atrincheradas las tropas españolas que bombardeaban Veracruz un día sí y otro también, lo que le dolía en el alma a Victoria que siempre se sintió veracruzano – aunque nació en el estado de Durango - como entender que no podía cortar el suministro desde Cuba al Fuerte de San Juan porque México carecía de una flota que lo impidiera, es más con esfuerzos lograron concentrar 3 o 4 cañones para contra atacar los disparos españoles, como entender esto en una república que se extendía desde la Alta California y Oregón por el norte hasta Costa Rica en el sur, no quedaba más que endeudarse con los usureros británicos y así la Casa Richards le ofreció a nuestro país un crédito de 20 000 000 de pesos mientras que James Maning – de la casa Marshals & Maning – ofreció a nuestro país 3,200,000 libras esterlinas. Y fue ahí donde se inició nuestro calvario, solo un dato más la intervención que se daría después de la guerra con los Estados Unidos que nos mutilo más de la mitad del territorio nacional en el 47 por parte de Inglaterra, España y Francia, la deuda de nuestro país era de alrededor de 85 millones de pesos, de los cuales 80 se le debían a Inglaterra que no quería más c conflictos sino un compromiso de pago, a España se le debían entre dos y cuatro millones y a Francia solo un millón y medio, pero claro los intereses de Francia eran otros.
Esta historia continuara