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Por Adriana Bujdud Nassar

Somos un mercado cautivo de la “autoestima digital”, estamos tan apegados a las redes sociales que la mayoría de las personas no podemos vivir sin ellas, sentimos que no tenemos vida, que no tenemos presencia real en nuestro mundo, sociedad o comunidad, y esto, lejos de otorgarnos estabilidad o emociones sanas, nos desequilibra y perdemos autonomía de pensamiento, somos un menú sin fin de fotografías y actos que publicamos día a día con la finalidad de que nos reconozcan, nos exponemos al escrutinio de la infinidad de personas que tienen acceso a nuestra vida en la web.

Vamos hablando un poco de números y darnos una idea de las cantidades de usuarios por cada una de las redes sociales más populares:

Según la agencia de Marketing Digital WOM GP la numeralia es la siguiente:

  • Facebook: 2,000 millones de usuarios a nivel mundial (22% de la población en el globo terráqueo). Esta red social es utilizada por más de 50 millones de empresas.
  • Instagram: 32% de usuarios a nivel mundial, mientras tanto en México el 59% son internautas en esta red.
  • Twitter: 24% de usuarios de internet están registrados aquí.
  • Linkedin: 100 millones de personas a nivel mundial tienen actividad mensual en esta red.
  • Youtube: en total llega a 1,500 millones de usuarios cada mes. México es el tercer país en consumo a nivel mundial de videos.Whatsapp: 1,200 millones de usuarios activos mensualmente. Se mandan más de 42,000
  • millones de mensajes de texto.

Teniendo en cuenta los datos anteriores y entendiendo la dimensión de estos medios de comunicación queda claro hasta dónde puede llegar nuestra información. Según la cantidad de datos o publicaciones que hagamos nos volvemos más vulnerables.

Entonces, entre más “amigos” tengamos en redes o más seguidores, más serán el número de “likes” o me “encorazona” y así nuestra autoestima se ve alimentada creyendo que esa popularidad en medios es la que nos define como personas o define nuestro amor propio.

Cada quien es libre y consiente de publicar cuanta cosa quiera y se le ocurra, nada más que tengan cuidado de basar su vida, su mente y seguridad en sí mismos en los comentarios a favor o en los números.

Los seres humanos somos mucho más que eso, somos más que una foto sexy, o que una frase motivadora, o de la comida que tendrás ese día en tu mesa, somos más que el blof de aparentar lo que en realidad es solo un momento y no lo que es en verdad nuestra vida.

Empieza por no engañarte a ti, quiérete , disfruta lo que haces , tu vida y cada uno de los momentos, no publiques todo lo que haces o lo que piensas, créeme, no a todos nos interesa o nos ocupa saber, pero finalmente es tu gusto hacer lo que quieras.

Antes del internet, las personas no tenían tanta ansiedad como ahora, no se preocupaban por tener aprobación o por sentirse aceptados o incluso rechazados, sin embargo los tiempos cambian y en esta era digital que nos envuelve, quien o entienda como es este juego de las redes, caerá indudablemente en ese apego y necesidad de estar siempre mostrándonos su vida.

Las redes sociales dentro de los negocios, eso es otro cantar y funciona de manera diferente, pero ese sería un tema a abordar en otra ocasión.

Así que amigos, a todos aquellos que necesitan un número alto de manitas arriba o de corazones en su vida, los invito a que primero ejerciten su inteligencia emocional y autoestima. No lastimes ni deteriores tu imagen.
Hay un mundo allá afuera…