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“CONTRA LA DERIVA AUTORITARIA Y POR LA DEFENSA DE LA DEMOCRACIA” ¿?

Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

Iniciaré estas reflexiones pidiendo una disculpa por la ausencia de estas líneas las semanas previas, debido a mi irresponsabilidad de viajar a extender mi confinamiento a la orilla del mar. Ya de regreso y un poco rezagado por el incremento de los asuntos vitales que comentar, quise comenzar por el desplegado que un grupo de “intelectuales” de los llamados orgánicos, escritores, políticos y “formadores de opinión” cualquier cosa que esto signifique, publicaron en el periódico Reforma a mediados del mes de julio, que apenas termina, y que según mi humilde opinión ha sido poco comentado en los medios seguramente debido a que existe sin lugar a dudas más información que ha dominado el escenario público.

¿Deriva autoritaria? Fue el término primero que utilizaron en la idea – su idea – de que el Presidente ha demostrado una veta autoritaria que de acuerdo a su decir caracteriza su administración. Según el Diccionario de la Lengua, un régimen autoritario es aquel que utiliza la fuerza, u otros medios de tipo represivo, para ejercer su voluntad sobre la población, y que restringe o limita las libertades personales.

Si analizamos con detalle la definición escrita en el párrafo previo, no encontramos mucho sustento en colgarle este adjetivo al gobierno de López Obrador, y si, existen muchos argumentos en contra, porque la realidad es que no le hemos visto utilizar la fuerza para revertir las libertades individuales, al estilo de Díaz Ordaz o de Echeverría, y la represión no es – y si el control político – su método para ejercer su voluntad que tendríamos que aceptar es también, desde nuestro punto de vista, demasiado poderosa y con una mínima oposición, pero tampoco vemos que se limiten en el régimen actual las libertades personales. Que se cuestionen desde el pulpito de las mañaneras es otra cosa que podemos discutir y argumentar al respecto.

“Por la defensa a la Democracia” es la segunda parte del título que utilizan estos señores. También tendría yo serios cuestionamientos, porque de alguna forma antes de su llegada la democracia era prácticamente inexistente, en el 2006 un fraude sin precedentes – que poco fue cuestionado por estos señores -, nos mostraba claramente la inexistencia en nuestro país de un sistema verdaderamente democrático con todo y una Institución aparentemente o supuestamente independiente del poder establecido – lo cual es un punto que tendremos que analizar a fondo en nuestras siguientes colaboraciones - y en el 2012 quedo perfectamente demostrado que aquel que tiene más recursos puede comprar todos los votos que desee bajo la mirada complaciente de las instituciones electorales – y también en gran medida de los seudo intelectuales al servicio de las élites – y puede acceder al poder hasta que la gente se harta de estas formas de hacer las cosas por lo que en el 2018 AMLO triunfa con un gran margen y gastando solo la quinta parte de su contraparte el PRI y el PAN triunfando y finalizando un largo periodo que según los expertos se inició en 1968 llamado TRANSISION A LA DEMOCRACIA.

Para mala fortuna de AMLO, pero también de MEXICO, ya en el poder vio necesario confrontarse con las élites económicas acostumbradas a decidir los caminos – cosa que hemos discutido ampliamente en colaboraciones previas – y ello fue el detonador de la separación entre el gobierno por un lado y las élites económicas y empresariales por el otro, lo que dio como resultado el inicio de una crisis en el terreno de la economía culpa de que los empresarios – sin lugar a dudas – se negaron a invertir y comenzaron a sacar sus capitales – casi siempre mal habidos – del país, dando como comienzo una crisis económica que con el nombre de depresión se inició aun antes de la llegada de la PANDEMIA que hundió la economía de todo el mundo tanto de los países ricos como de los pobres o en desarrollo, pero que claramente daño en forma más importante a los segundos.

En el primer párrafo del desplegado al que hacemos referencia, se menciona que “violando la Constitución” – es decir ¿cometiendo un delito? – Morena y aliados encontraron los caminos para sobre representarse en el Congreso. Lo que no dicen es que esas reglas del juego utilizadas legalmente fueron establecidas en los regímenes previos sobre todo en los priistas siempre con el objetivo de contar con las mayorías que no eran todas las veces suficientes para sacar adelante sus reformas como se ha comprobado en estas últimas semanas, y estableciendo las “otras formas” de controlar a la oposición y nos referimos a los respectivos moches – recursos – otorgados a legisladores del PAN, PRD y claro del propio PRI para sacar adelante las mega reformas que encumbraron el inicio de la administración de Peña Nieto y que muchos de los “abajo firmantes” aplaudieron a rabiar mencionándolas como el gran cambio que nuestro país necesitaba y como un maravilloso esfuerzo de coordinación política que no fue más que dineros repartidos para lograr votos y ahora lo sabemos – lo supimos siempre –.

Entonces los “abajo firmantes” tendrían que preguntarse si realmente ha existido alguna vez pluralismo en la Legislatura; la respuesta es afirmativa la ha existido pero en instantes aislados durante nuestra historia, como aquella Cámara de legisladores de tiempos de Guadalupe Victoria donde notables pensadores intentaban contaminarse del espíritu de Cádiz para hacer su trabajo, también en tiempos de Juárez y de Madero con luminarias muy rescatables. Lo que los intelectuales tendrían que recordar son los tiempos donde el término de pluralidad alcanzo sus niveles más bajos, las siete décadas del priismo donde todas las voces y todas las manos se levantaban a indicación del Presidente tanto para aportar su voto – sin pensarlo nunca – como para aplaudir a rabiar las propuestas del Ejecutivo.

No señores. La verdadera pluralidad nació de y desde la izquierda en el 88 y fue la voz de Porfirio Muñoz Ledo – que aún sigue vigente – la que mostro de lo que se trataba esa pluralidad aunque con pocos resultados pero de cualquier forma su voz llegaba a la ciudadanía y despertaría conciencias.

Y sí, tenemos que estar de acuerdo que AMLO ha concentrado el poder, pero la realidad es que pocas veces en nuestra historia, y en la del mundo, se ha dado en la realidad una verdadera separación de poderes y cuando esto ha sido el caso no necesariamente redunda en un sistema de gobierno mejor. El mejor ejemplo que podemos poner es – volvemos a la historia – el final de la administración de Victoria donde el legislativo se le salió de las manos y evitó que el Presidente ya electo llegara al poder imponiendo a quien había sido derrotado - Vicente Guerrero - que con la consigna del Legislativo lograron la expulsión de los españoles y el desastre económico que eso trajo a nuestro país que apenas veía sus primeros años.

En el siguiente párrafo de su proclama los abajo firmantes dicen textualmente. Al concentrar el poder – AMLO – “ha destruido la administración pública”- ¿de verdad? Creo que exageran un poco. Yo podría estar de acuerdo con ellos que los legisladores de MORENA dejan mucho que desear – en su enorme mayoría – y que están ahí para apoyar ciegamente la voluntad del Ejecutivo, y qué decir de los innombrables del PT, VERDE y PAS, pero eso es lo que hay, la ciudadanía votó mayoritariamente por un personaje del que conoce claramente sus pros y sus contras y tras ese voto envió a conformar las Cámaras con una serie de bestias – no podemos llamarles de otra forma – que lejos de cuestionar – como Muñoz Ledo Pablo Gómez, Martí Batres y algunos otros que son excepción a la regla – votan ciegamente porque así entienden el papel que desempeñan, y esto es otra historia que ya trataremos más adelante, pero la gente aún confía en AMLO con todo y sus defectos y pifias – de las que hemos hablado ampliamente en esta columna -

Que nadie nos quiera convencer de que esas instituciones autónomas o no -como el INE- hacían bien su función y estaban conformadas por otro tipo de personas con mejores valores morales, la gente del INE menos que nadie encabezados por gente como Lorencito Córdova que siempre cerró los ojos ante las tropelías de priistas pero también de panistas, en un pasado que no podemos olvidar.

Después cuestionan – en el tercer párrafo – el manejo de la economía y de la pandemia cosa que si bien no ha sido tal vez la mejor, no es del todo criticable, desde el punto de vista de muchos – que también votamos –. Ha sido un manejo si no excelente si bueno o al menos aceptable, de otra forma estaríamos tal vez peor y es cosa de asomarnos al mundo para comprobarlo.

Afirmar que las políticas de AMLO “harán retroceder los avances democráticos de la sociedad” – que no de ellos - esto si es un verdadero sinsentido, con la vigilancia de las urnas desde el Ejecutivo que desconfía – con toda la razón – del INE la democracia en este país está asegurada desde el 2018, y que la sociedad volverá a votar en el 2021 no por MORENA pero si por AMLO en forma mayoritaria, que la oposición llámese como se llame, FENA, BOA, PRI, PAN, MC nunca logrará una mayoría en las Legislaturas que seguirán llenas de ineptos y mediocres que se dirán de izquierda pero serán muy posiblemente de derecha porque lo único que buscan es incrementar su poder político y sobre todo los recursos de sus bolsillos, pero la Legislatura seguirá – sin lugar a dudas – impulsando lo que el pensamiento de AMLO defina como bueno para el país.

CON TODO Y SUS PROS Y CONTRAS.

De los abajo firmantes hablaremos un poco más en nuestra siguiente colaboración.