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Inicio de semestre en línea.
Por: Jenny González Arenas.

Nos encontramos en una situación realmente ajena a nuestro imaginario. En otras circunstancias, estaríamos decidiendo a donde ir a pasar las vacaciones o que curso de verano tomar para poder aprovechar al máximo estas semanas de “descanso”; ahora no sabemos si son vacaciones o es home office por semáforo rojo de pandemia. Ante esta extraña sensación, no podemos evitar pensar en el regreso a clases a nivel universitario.
Una realidad completamente ajena a la tradicional, circunstancias distintas a las del semestre pasado en el que tuvimos la oportunidad de conocer a nuestros alumnos en el salón de clases, convivir con ellos de forma cotidiana, de tal forma que cuando tuvimos que respetar la sana distancia ya conocíamos a nuestros alumnos y ellos a nosotros sus maestros.
Ahora, será completamente distinto, muchos alumnos no solo iniciarán un semestre, sino que iniciarán una experiencia universitaria, en línea, no conocerán ni su escuela, ni a sus compañeros y menos a sus maestros; nosotros como docentes tendremos que lidiar con grupos a los que no conocemos, a los que nunca hemos visto juntos y cuya dinámica de grupo desconocemos, por lo que será aún más complicado saber como lidiar con ellos.
Un punto a nuestro favor sería que ya tuvimos la oportunidad de trabajar en línea el semestre anterior, un punto en nuestra contra, la imposibilidad de conocer directamente a los alumnos.
Pareciera sencillo, pero no lo es. Para un docente universitario el conocer al grupo en las primeras sesiones permite conocer la manera en la que el grupo se desenvuelve, cual es su dinámica, su convivencia y la disposición para el trabajo; se organizan, durante esas primeras sesiones, las estrategias de evaluación y los trabajos tanto extra – aula como intra – aula. Este inicio de semestre, todo tendrá que ser distinto.
Se tratará de organizar toda una nueva dinámica de trabajo, tomando en cuenta que las actividades extra – aula ya no podrán ser grupales o al menos se tendrá que reducir la interacción de los alumnos con la vida profesional, porque muchas oficinas de gobierno estarán cerradas o restringen el acceso al público. Si bien, para nosotros como docentes, el realizar prácticas o investigaciones de campo puede ser una actividad primordial, probablemente las autoridades sanitarias no coincidan con nosotros puesto que, para ellos, el enviar a un grupo de alumnos a una dependencia de gobierno a realizar una entrevista con un funcionario pueda ser una actividad que no este permitida.
Otra situación que complico la conclusión del semestre pasado y que parece seguirá siendo complicada este nuevo semestre lo será el acceso a equipo de computo y el acceso a internet. Anteriormente, un docente le decía al alumno: para trabajar este semestre necesitarán su libreta, el libro de la materia y el Código o legislación aplicable – en el caso de la licenciatura en derecho -; ahora deberemos pedirle al alumno una computadora con acceso a internet, porque no habrá otra manera de iniciar actividades académicas. Esta especial característica pone en una condición de desventaja estructural a todos aquellos que no cuentan con acceso a internet en su casa o no tienen acceso a una computadora, porque ya muchos nos hemos dado cuenta de lo caro que resulta para los alumnos conectarse a clases con los datos de su celular y lo incomodo y poco práctico que resulta realizar actividades académicas como exámenes o trabajos desde un teléfono celular.
No será un inicio sencillo, pero se reconoce el esfuerzo de todos aquellos alumnos que, a pesar de las circunstancias hacen un esfuerzo por seguirse preparando.