LA VISITA DE AMLO A EEUU
Por: Arturo Nahle G.
Muchos le atribuyen a Porfirio Díaz la célebre frase: “Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.
La frase tiene algo de cierto, pero también algo de falso, no podemos decir que nuestro país está lejos de Dios cuando no dio más de 10 mil kilómetros de litoral, no dio harto petróleo, nos dio selvas, bosques y también desiertos con una riqueza mineral incalculable en sus entrañas.
En cuanto a Estados Unidos, pues si, pobre de México con estos vecinos que en 1845 nos quitaron primero Texas, luego California, Arizona, Nuevo México, Nevada y Utah, incluso porciones de Colorado, Oklahoma, Kansas y Wyoming. Más de la mitad de nuestro territorio. Y nos invadieron en 1846. El 14 de septiembre de 1847, después de la gesta histórica de los Niños Héroes de Chapultepec, izaron su bandera en nuestro Palacio Nacional.
Se dice que el término “gringo” viene del grito desesperado de los mexicanos a los soldados norteamericanos vestidos de verde “green go home, green go home” ¡verde, vete a tu casa!
Y en 1913 apoyaron al usurpador Huerta para asesinar a Madero; y el 21 de abril de 1914 -en plena Revolución- nos invadieron por Veracrúz, y aquí se quedaron siete meses; y en marzo de 1916 se nos volvieron a meter diez mil soldados americanos en la llamada Expedición Punitiva para atrapar a Pancho Villa por haberlos atacado en Columbus.
Sí, pobre de México con estos vecinos, pero también que afortunados de tener al lado a la primera potencia mundial, que afortunados de tener cerquita un mercado de más de 300 millones de personas con gran poder adquisitivo a los que vendemos buena parte de nuestra producción, de hecho el 80% de nuestras exportaciones son precisamente a Estados Unidos (por ejemplo automóviles y pantallas planas); y también hay que decirlo, a ellos les compramos el 50% de lo que necesitamos importar (gas, turbosina u hasta maíz).
El año pasado casi el 37% de la inversión extranjera directa fue norteamericana. Y también el año pasado recibimos cerca de 48 millones de turistas que aquí gastaron casi 25 mil millones de dólares, la mayoría norteamericanos.
De verdad que afortunados de tener más de tres mil kilómetros de frontera con un país que le da trabajo a más de 35 millones de mexicanos que solo el año pasado enviaron a sus familias más de 36 mil millones de dólares.
Es cierto que hoy nuestros vecinos tienen un Presidente que no nos quiere, tampoco nosotros a él, pero nos necesita, somos su principal socio comercial, por encima de China y Canadá, por eso firmó un nuevo Tratado. Y nos guste o no, es obvio que también nosotros los necesitamos a ellos, estamos destinados a ser vecinos por los siglos de los siglos, con Trump o sin Trump, con AMLO o sin AMLO.
Quienes critican la visita que hoy hace el Presidente de México a Washington lo hacen más con el hígado y la vesícula que con el cerebro. Es una visita obligada, incluso conveniente, no tiene absolutamente nada que ver con las elecciones del próximo 3 de noviembre.
La gira de hoy no puede comparase con la visita que Trump hizo a Peña Nieto en agosto del 2016, Trump no era Presidente, era un candidato al que indebidamente se le recibió como si fuera Jefe de Estado.
Concluyo, la visita a la Casa Blanca tiene riesgos, sí, el riesgo de que el republicano, como acostumbra, le falte al respeto a México; yo espero que no sea así, yo espero que la visita sea lo que queremos que sea, el inicio de una nueva era comercial entre dos países que, como ya lo dije, estamos destinados a ser vecinos por los siglos de los siglos.