Skip to main content

Divagaciones de la Manzana
Subibaja en Turismo
Martha Chapa

Uno de los rubros más castigados en nuestros días es el turismo, y se trate de la hotelería, líneas aéreas y servicios en general.
Es cierto que con la aparición del Covit 19 se paralizó aún más el sector, al grado de un desplome económico que no tiene visos aún de empezar a recuperarse.
Pero por otra parte, no se puede ya culpar a las decisiones adoptadas, en el pasado, una práctica tan socorrida, pues año con año en la década reciente tuvo registros importantes al alza, tanto con ganancias en lo interno como en la cómo en la obtención de divisas provenientes del turismo que proviene del exterior.
Queda claro que con el inicio del gobierno del presidente López Obrador se establecieron medidas desalentadoras, como la desaparición del Consejo de Promoción del Turismo de México, además de otras decisiones erróneas que ya de por sí afectaban este flujo turístico creciente.
A la vez es momento que no se ha instrumentado un sistema de apoyo financiero para mantener la infraestructura básica de que disponemos, lo cual dificultan un relanzamiento más adelante.
Y peor aún, con las extravagantes promociones y la supuesta oferta que recientemente anunció la Secretaría de Turismo para atraer visitantes a nuestros sitios y atractivos más relevantes, que incluso motivó el retiro de los spots comerciales y hasta una disculpa del propio titular del ramo.
Se trata entonces, si es que estamos todavía a tiempo, de pensar en acciones inteligentes que rindan frutos lo más inmediatamente posible, así como que de forma simultánea se brinden apoyos a las pequeñas y medianas empresas, sobre todo, que ofrecen diversos servicios turísticos, a fin de que no se desmantele la red de la que aún disponemos También, ir fincando estrategias progresivamente conforme lo permitan los efectos perniciosos del virus, que tanto nos afectan y al mundo en su conjunto, si bien otros países han actuado y están actuando con más racionalidad y visión.
Una vez más, se evidencia la falta de coordinación y eficacia del gobierno federal, como ha ocurrido en otros ámbitos, de tal manera que es preciso que el Presidente se concentre en gobernar y lo ejerza bien, lo cual sigue siendo una asignatura pendiente y esencial que no posponerse más, ya que lo que seguiría sería la debacle, la ruina, la quiebra del país mismo.