Skip to main content

Mayela Pulido
Donar es técnicamente sencillo, solo basta manifestar la voluntad de hacerlo.
La generosidad y el altruismo en la base de cualquier donación, en este caso con poco, damos mucha vida a los que necesitan con apremio.
Yo les digo que la vida me ha enseñado tanto a través de lo que he vivido desde hace 27 años los cuales no me han sido nada fácil, desde entender lo que pasaba, acomodar mis pensamientos, asimilar que sucedía.
Mi mundo se derrumbó al escuchar tres palabras que jamás olvidaré...
DEGENARATIVA, PROGRESIVA E INCURABLE...
Todo fue muy difícil de entender.
Que pasaba?
No entendía... yo lloraba y sentí el abandono de Dios.
No sabía que iba a suceder, había un inmenso dolor en mi alma, mi corazón latía a mil por hora, creí que no iba a poder con esto...
... en fin tardé muchos años en entender que Dios me eligió porque quería que fuera un ser humano diferente, a cambiar, valorar, sentir y aprender de lo que iba a ser desde ese día una vida diferente.
La vida y Dios me han enseñado a ser agradecida de todos los que supieron ayudarme, levantarme y fortalecer mi espíritu.
Asimilar los cambios, a empezar una y otra vez, a darme la oportunidad siempre para volver a ocupar todo con amor.
Que porque promuevo la cultura de donación de órganos?
Porque he vivido en carne propia, no una sino dos veces lo que es tener una segunda oportunidad de vida con los seres que más amas, mis propios hijos...
Que Dios con su infinita misericordia les ha dado la oportunidad de volver a renacer, son experiencias que no todos corren con la misma suerte y que tú puedes ser la diferencia entre regalar vida, tener empatía ante el dolor de tu prójimo!!
Gracias Dios por tocar mi corazón, por transformarme y hacer de este enorme dolor, pensar con el corazón!
No soy tan fuerte para estar de pie y continuar en esta vida, por eso concientizar y sensibilizar es la clave...
Yo soy donante en vida, y quiero ser donante al partir, hay que trascender...
DECÍDETE
Dí: ¡soy DONADOR y mi familia lo sabe!