Del HABLAR POCO Y DECIR MUCHO EN VIUDAS
LIDIA REYES CÁRDENAS
LA GENTE QUE CREE A CIEGAS TODO LO QUE LE DICEN, SE VUELVE FERVOROSO PELIGROSO.
¡MANDE QUIEN MANDE, NADIE OBEDECE CUANDO REINA EL HAMBRE!
A TODO EL MUNDO SE LE LLEGA SU HORA: DE COMER, DORMIR, BAILAR Y DE MORIR.
EN EL CAMINO, CUALQUIER SALIENTE PUEDE SER UN PELIGROSO TROPEZON.
DESPUÉS DE TRES DÍAS DE MUERTO, NI EL MÁS HABLADOR ABRIRÁ LA BOCA.
PARA QUE TU MULA NO TE MUERDA, PONLE UN BOZAL DE SUS PROPIAS CERDAS.
NO HAY PELO MÁS RARO QUE EL DEL CALVO.
DE PRESTADO Y FIADO, ENTIÉRRENME PARADO.
¡PRENDIÓ AQUELLO, COMO REGUERO DE PÓLVORA!
EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO.
NO REPLIQUES, HASTA QUE TU INTERPELADO TERMINE SU ORACIÓN.
EN VÍSPERAS DE COMBATE, HAY QUE CONTENER EL ALIENTO, PONER ATENTO EL OÍDO Y LOS OJOS BIEN ABIERTOS PARA CONOCER AL OSADO ENEMIGO.
EL LEÓN CUANDO ESTÁ PINTADO, NO ES OSADO, CUANDO ESTES FRENTE A UNO VIVO, ¡ESMERA TUS CUIDADOS!
EL ANIMAL CUANDO VA AL ABREVADERO CAMINA MÁS RÁPIDO.
HAY QUIEN HACE DE JULIO SU AGOSTO, PAGÁNDOSE POR ADELANTADO.