LA DECONSTRUCCIÓN Y LA IZQUIERDA DE FRENTE A UNA DERECHA CONSERVADORA
Dr. José de Jesús Reyes R.
Para documentar mi pesimismo… y el de los demás
En contraposición a muchos que piensan que los términos de una izquierda – liberal – confrontada con una derecha – conservadora – son de alguna forma ideas ya obsoletas del pasado, y que no representan ningún tipo de ideología para los tiempos actuales, yo en lo personal pienso que no, que siguen teniendo vigencia y que por lo tanto deben seguir siendo utilizados por aquellos que estamos interesados en entender las diversas formas del pensar que tiene la ciudadanía hoy en día.
En algunas reflexiones del pasado he incluso comentado que hay evidencia de que existe una tendencia incluso biológica y heredada dentro de la estructuración de nuestro cerebro, la que determina de qué lado de la ideología nos colocamos y que está prácticamente decidida desde el nacimiento, una herencia que nos hace ser - sin que podamos hacer nada al respecto - conservadores o liberales. Quiero dejar en claro que la palabra conservadores me parece la más adecuada, no así el término de liberales por lo que en futuros escritos lo excluiré hablando solamente del pensamiento de izquierda.
Esta idea ya plenamente comprobada entre otros por el Laboratorio de Neurofisiología de la unidad de Neurociencias de la Universidad de California en Berkeley, ha sido plenamente corroborada por otros estudiosos a lo largo y lo ancho del mundo, de la misma forma en la que han comprobado que existe una tendencia heredada -parte de nuestra biología al nacer - sobre asuntos como la preferencia sexual y muchas otras no se diga la tendencia a las adicciones y con ellas al alcoholismo que deben ser entendidas como un comportamiento biológico, es decir como una enfermedad en el caso del alcoholismo. Más adelante discutiremos estos temas que siento son o deben ser de interés universal.
Regresando al asunto de un pensamiento de izquierda frente a uno de derecha, ello puede ser simplificado en extremo en el sentido que he mencionado en otras reflexiones anteriores donde una persona de derecha centra sus intereses en el YO, en su persona y en lo inmediato, es decir como diría Ortega y Gasset, en su circunstancia. Mientras que uno de izquierda es aquel que destierra - o deberíamos decir que nunca ha estado en su vocabulario – el término YO que incluso no entiende bien – como en el caso de los Indígenas que conforman el movimiento zapatista – que solo reconocen el NOSOTROS es decir que anteponen los intereses de la comunidad de frente a los personales o individuales.
Ambas formas de enfrentar al mundo son válidas, ni una ni otra son inmorales o antiéticas. Es totalmente válido decir primero veo por mí y por los míos - lo que me es cercano, lo que depende de mí - y después, solamente después oriento mi vista hacia los demás. Esto es algo entendible y que hay que respetar, pero claro también tendríamos que respetar si pensamos de esta forma, que existan seres humanos que lo vean de otra manera es decir ante todo tienen que estar primero los intereses de la comunidad frente a los de un solo individuo.
Y ello significa que estas dos formas de vivir y de entender el mundo existen y deberían si es necesario compartir sus espacios y verse con tolerancia donde lo más importante es el respeto de lo que en filosofía se conoce como LA OTREDAD, es decir el respeto del otro, del que es y piensa diferente.
Ejemplos de lo que acabamos de mencionar sobran, pensemos solamente en la manera de ser y de actuar de la gran mayoría de las personas que viven al norte de nuestra frontera, los llamados WASPs (White Anglo Saxon Protestants) personas en su gran mayoría conservadoras y defensoras a ultranza de la ideología de derecha - con sus honrosas excepciones - que son claramente el pensamiento de derecha que tienen tanto demócratas como republicanos - nuevamente con sus excepciones que solamente confirman la regla. El hecho que además de conservadores y de derecha, sean arrogantes e ignorantes es otra historia que no analizaremos por el momento.
Y si nos vamos al otro extremo les invitaría a conocer al más puro de los ejemplos del pensamiento de izquierda en las comunidades indígenas del sureste de la República Mexicana, en forma más puntual en los Caracoles que son las comunidades que ha ido estableciendo el EZLN en el Estado de Chiapas y en algunos otros, donde la comunidad es lo único que interesa, en donde el sentido del YO no existe, donde solamente existe el NOSOTROS.
En el resto de la República Mexicana – para concentrarnos en nuestro entorno – veremos matices de izquierda y matices de derecha dentro de la sociedad mexicana, en toda la ciudadanía, en las ciudades y en las comunidades. Tal vez veamos un poco más el pensamiento ligeramente a la izquierda – como en la ciudad de México – o a la derecha – en las comunidades del Bajío por poner solo un par de ejemplos - pero que quede claro esto no tiene nada que ver con las personas, donde una gran mayoría – aunque digan lo contrario – tienen un pensamiento inclinado a la derecha – aunque pertenezcan a MORENA, ya no se diga al PT o MC –
Porque lo único que les interesa es lo que sea bueno para ellos en lo personal o para su grupo.
Hemos constatado que conforme avanzan los tiempos se pierden las ideologías, al menos dentro de los partidos políticos, y solo quedan rezagos ocultos casi siempre – de contenidos de izquierda – en algunos gobiernos – como el federal – que pretenden recuperar la importancia de elementos como el de la igualdad y la justicia social.
Si revisamos la historia del mundo en que vivimos, es decir el mundo occidental que nace en Grecia hace más de 3 mil años y que hace 2 mil se vuelve esencialmente como un mundo cristiano – si es que el término puede utilizarse - porque Jesús realmente fue un personaje de izquierda impulsor de algo que conocemos como humanismo socialista comunitario que algún día explicaremos en la medida de nuestras limitadas capacidades – que con el tiempo fue afianzándose como un pensamiento del privilegio a la primera persona y el desprecio a los demás como esencia fundamental de su ser.
La historia no existe – como diría Benjamín, el gran filósofo de la segunda mitad del siglo XX – y no existe porque ha sido contada y escrita mayoritariamente por los vencedores, por los privilegiados, por las elites. La historia existirá cuando sean redimidos los derrotados, las bases de la sociedad, las clases bajas y en sí la cotidianeidad. De cualquier forma, lo que conocemos como “la historia” nos habla de una época – que termina en el medioevo - donde el referente principal es DIOS y donde todo gira a su alrededor. Pero a partir del renacimiento las cosas cambian sobre todo en los tiempos del siglo XVI con Descartes y después con Kant, con la ilustración y el positivismo y claro con la MUERTE DE ESE DIOS CENTRAL que debe ser substituido por el HOMBRE iniciándose un mundo antropocéntrico que cambió radicalmente la estructuración de la sociedad.
Es decir, Platón fundó las bases para un mundo esencialmente cristiano donde el teocentrismo de un DIOS vigente y omnipotente perduró hasta el siglo XV de nuestra era, pero después la MUERTE DE DIOS llevada al extremo por los iluminados y positivistas abrió paso para un nuevo mundo que entendemos hoy en día como el mundo moderno,
LA MODERNIDAD.
Tenemos que revisar rápidamente esta historia para comprender lo que adelante queremos comentar sobre las izquierdas y las derechas. No olvidemos que los términos de izquierda tienen que ver con el lugar que ocupaban los espectadores en el coliseo de Estambul en los primeros tiempos donde las clases bajas solo se les permitía esos sitios - ejemplos de este tipo los hay muchos - el Parlamento Británico donde los Comunes se sientan a la izquierda frente a los Lores de las clases altas que ocupan la derecha.
De cualquier manera, La Reforma que produjo un cisma dentro del cristianismo, que rompió conceptos como el de la usura entre otros, y permitió la acumulación de riquezas en el norte de una Europa que comenzaba a sentir la experiencia de la modernidad, y donde se dio la Revolución Francesa y el triunfo del positivismo y la ilustración conformando un mundo rico al norte del planeta de frente a un sur pobre donde el catolicismo primitivo prohibía la usura, pero tenía muchos otros efectos contrarios al mundo ideal pensado por Jesús con la acumulación de riquezas en su Iglesia sobre todo en las jerarquías eclesiásticas y las elites sociales y políticas, y pensando como centro de su manera de pensar la permisividad de la acumulación de los bienes por parte de estas elites frente a la pobreza y la miseria de las bases, cimentando las primeras piedras de la inequidad que ahora reina sobre todo en las comunidades del sur.
Todo ello CONSTRUYÓ una modernidad que es la que vivimos hoy en día, con unos pocos que concentran mucho frente a muchos – la mayoría – que de todo carecen, esa es la normalidad que vieron los grandes pensadores del siglo XX – no nos meteremos con los del siglo XIX como Marx porque las cosas se nos complicaría en extremo - y lo hacemos porque un término que nace con HEIDEGGER en la primera mitad del siglo XX y que es desarrollado en extremo por DERRIDA el gran filósofo de la segunda mitad de ese siglo, quienes se dieron cuenta de cómo estaba construida la sociedad y donde claro las cúpulas y clases medias altas de alguna forma se sentían cómodas con el estado de las cosas y quería CONSERVARLAS tal cual, mientras que las bases y las clases bajas sufrían este el statu quo y querían un cambio real.
Estos pensadores entendieron que una mentalidad de izquierda tendría que nacer de la idea de la DECONSTRUCCIÓN TOTAL del status quo para intentar un modelo diferente, y de este concepto parte nuestras reflexiones que continuaremos la próxima semana.