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Reto en el SPAUAZ.
Por: Jenny González Arenas.
Finalmente se llevó a cabo el proceso electoral en el SPAUAZ, muchos contentos y otros no tanto, la euforia del proceso electoral comenzará a golpear con la realidad en el transcurso de la próxima semana, cuando se den cuenta que las promesas públicas y las promesas privadas son difíciles de cumplir en el tormentoso escenario nacional que aqueja a las Universidades Públicas.
Nadie puede afirma que se sacó la rifa del tigre, porque ellos se montaron en el escenario electoral, así que es demasiado tarde para afirmar que es un gran reto el que enfrentan. Los universitarios supondríamos que, desde antes de registrarse, sabían lo que tenían en frente.
Todos y cada uno de los que integran las carteras tendrán en sus manos la responsabilidad de cuidar el contrato y de vigilar que las autoridades universitarias no sigan violentando los derechos de los docentes universitarios, pero esa autonomía cuesta cara y es un precio que muchos de ellos no podrán pagar, porque les deben el puesto.
Es triste ver como en algunas carteras se integran personas que no eran capaces de defender sus propios derechos y ahora pretenden hacer creer a todos que podrán defender a los demás. Ojalá lo logren, porque la responsabilidad es grande y los problemas que se avecinan son mayores.
El Contrato Colectivo es un gran tesoro universitario, que debería proteger la labor y la estabilidad de los docentes universitarios, un documento que lamentablemente ya no se respeta al menos en los mecanismos de contratación, porque ahora hay muchos docentes contratados por honorarios, figura que ni siquiera se encuentra contemplada en la legislación universitaria. No por ser viejo es malo, pero tampoco por ser nuevo significa que es muy bueno. La contratación por honorarios vulnera los derechos de los docentes universitarios recién contratados porque limita la posibilidad de adquirir la tan ansiada estabilidad laboral. Maestros universitarios, no les hacen un favor al contratarlos por honorarios, al contrario, están coartando sus derechos.
Por otro lado, nunca ha sido la intención cerrar las puertas de la universidad a las nuevas contrataciones, quien lo haya prometido nos mintió, en primer lugar porque no es cierto que se hayan congelado las plazas de los maestros jubilados porque se ha seguido contratando personal a escondidas pero al hacerlo sin pasar por los filtros contractuales, se contrata a la gente que a las autoridades les conviene y no a quien le conviene a los estudiantes, porque finalmente son ellos quienes deben ser el centro de la labor docente.
Y ya que tocamos el punto estudiantil, no debemos olvidar que son ellos y para ellos para quien se debe construir una universidad de altura, y no por inalcanzable, sino porque es lo que se merecen los jóvenes zacatecanos, una Universidad en la que sus docentes tengan un fuerte compromiso con la enseñanza, hoy muchos lo tenemos, pero otros tantos, tienen más compromiso con quien los contrato de forma irregular que con los alumnos, porque no es la docencia la que los motiva, sino la grilla.
Esta Universidad solo garantizará la excelencia, cuando los maestros sean libres de tomar decisiones sin que los amenacen con el cheque, cuando se respeten las reglas de ingreso parar que nadie les pueda cobrar el favor de haberlos ingresado, cuando sepan que su trabajo es el que los recomienda y no las palancas. Tengo que señalar que muchos compañeros, muchos que han ingresado tienen todas las habilidades docentes, toda la capacidad para enseñar y hacen su trabajo con pasión y entrega, pero siempre hay alguien que les quiere cobrar el favor de haberlos ayudado a ingresar. Si alguien te ayudó a ingresar no tiene porque estártelo cobrando toda la vida. Somos docentes universitarios y formamos a futuras generaciones, hagámoslo con responsabilidad y libertad.