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El estrés y la Pandemia

Los cambios abruptos e inesperados provocan diversas reacciones en el ser humano. Cada cual responde de acuerdo con sus capacidades y perspectivas hacia la situación. Aún así existe una reacción que es muy común y compartida entre la mayoría de las personas: el estrés.

El estrés es el conjunto de reacciones que presenta el cuerpo humano al exponerse a situaciones de tensión y que pueden manifestarse como sensaciones de agobio, preocupación y agotamiento. Una persona puede sentirse de esta manera cuando se expone a algún detonante o factor estresante.
Se cree que 56 millones de personas en todo el mundo sufren de estrés. En los países desarrollados 7 de cada 10 personas padecen este mal.
A nivel mundial México ocupa el primer lugar con mayor porcentaje de estrés vinculado al trabajo con un 75%, seguido de China con un 73% y después los Estados Unidos con un 59%, según cifras que arroja un estudio del Instituto Mexicano del Seguro Social
Al sentirse estresado, usted puede recurrir a comportamientos poco saludables que NO ayuden a relajarse.
Comer en exceso
Fumar cigarrillos
Beber alcohol y consumir drogas
Dormir demasiado o no dormir lo suficiente.
Curiosamente estos y más comportamientos se fueron a la alza durante el tiempo de encierro por la contingencia sanitaria, al sentirnos ansiosos por esta situación se aumentaron las ventas de cigarros y de alcohol para poder menguar los efectos del enclaustramiento, pero muy por el contrario, se aumentó el estrés y la gente dormía poco y todo se convirtió en un círculo sin fin. Todos sentíamos que esto sería eterno. Aún no termina, sin embargo, ya podemos hacer un poco más de actividades fuera de casa con sus respectivas medidas.
De manera personal, cada ser humano afronta de maneras diversas la ansiedad y el estrés, y el mayor ejemplo de esto lo hemos visto en estos meses de encierro y de cambios radicales en nuestras rutinas. Tanto niños como adultos hemos tenido que enfrentar y trabajar en este tema de no volvernos locos y de mantener la serenidad, cordura y el enfoque. El estrés puede directa o indirectamente contribuir a desórdenes generales o específicos del cuerpo y la mente.
El estrés hace que el cerebro se ponga en guardia. La reacción del cerebro es preparar el cuerpo para la acción defensiva. El sistema nervioso se despierta y las hormonas se liberan para activar los sentidos, acelerar el pulso, profundizar la respiración y tensar los músculos. Esta respuesta (a veces llamada la respuesta de luchar o huir) es importante, porque nos ayuda a defendernos contra situaciones amenazantes. La respuesta se programa biológicamente. Todo el mundo reacciona más o menos de la misma forma tanto si la situación se produce en la casa como en el trabajo.
Tengamos muy presente nuestra salud emocional y mental en todo momento y más en este tiempo de cambios en nuestra forma de trabajar y de vivir. Todo se ha modificado y seguirá en evolución. Busquemos actividades fuera del trabajo que nos permitan estar concentrados, enfocados y con la mente y cuerpo en forma. Actividades como la pintura, el ejercicio, aprender a tocar algún instrumento, dibujar, bailar, tener contacto con la naturaleza, leer, toda actividad que te permita relajarte y sentirte bien, hazla.
No lo dejes pasar y cuídate a ti y cuida a los tuyos, por el bien propio y ajeno.
Atentamente:
Adriana Bujdud Nassar