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EL ÚLTIMO BASTIÓN
Por Syres

Nota Espe_culera

La credibilidad y la confianza son dos reglas de oro con las cuales se miden los vínculos entre el Estado y los ciudadanos. Las Instituciones mexicanas que gozan -o gozaban- de mayor credibilidad eran la Iglesia católica y el Ejercito.
En el caso de la iglesia católica, desde los años 50´s ya se daban los primeros escándalos de los abusos sexuales en contra de menores de edad, en la mayoría de los casos, estos casos silenciados y tratados con hermetismo dentro de las propias iglesias.
Pero durante los últimos 20 años, estos abusos ya no pudieron ser callados, para 2009 Irlanda presentaba los primeros informes al Vaticano donde revelaba los cientos de niños que fueron víctimas de abusos de todo tipo en las instituciones irlandesas, donde se estimo que unos 15 mil niños fueron víctimas de abusos por parte de los clérigos de la iglesia católica.
México no fue la excepción, según la nota publicada por Infobae, en nuestro país existen 426 sacerdotes investigados, 271 de ellos denunciados por abuso sexual y otros 155 por otras faltas. De los mas de 400 casos la Iglesia católica solo ha cesado del orden clerical a 217. Estos escándalos no solo pusieron en crisis la institución, también la fe de muchos de sus seguidores, sobre todo de los cientos de familias que confiaron en las manos de estos sacerdotes el cuidado y la formación de sus hijos.
Pareciera que lo mismo esta pasándole al Ejercito mexicano. Tras la detención del Ex Secretario de la Defensa Nacional del sexenio de Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos por las autoridades de los Estados Unidas, la credibilidad del Ejercito Mexicano ha sido trastocada, una de las Instituciones que gozaban de mayor credibilidad y que había sobrevivido a la lucha del Ejercito Zapatista y la pésima estrategia de seguridad de Felipe Calderón que los saco a las calles, hoy recibe la estocada por parte de la DEA, que relaciona a este personaje con cargos tan graves como el lavado de dinero y narcotráfico, exhibiendo que el ex secretario era conocido en el gremio delictivo con el apodo del “padrino”. Aunque para muchos no es novedad, nuestro corazón albergaba la esperanza de que por lo menos el ejército siguiera siendo fiel a los mexicanos.
Hoy nos toca reconocer, que el último bastión de la confianza mexicana ha caído, y aunque aún hay un poco de credibilidad en la Marina, el juicio que enfrentará Cienfuegos ante la justicia estadounidense dará a conocer más detalles de la descomposición de nuestras instituciones y de la complejidad de la maquinaria del narcotráfico, el poder y la corrupción mexicana. Y como lo que nuestros antecesores construyeron con la sangre de los valientes hoy basta un poco de codicia e inmundicia para dañar un país.