DE LA SOBERBIA A LA HIPOCRESÍA

DE LA SOBERBIA A LA HIPOCRESÍA
Nota Espe_culera
By Syres
El lunes pasado, por primera en siete meses, el Gobernador del Estado Alejandro Tello realizó su conferencia de prensa sobre la situación del Covid-19 en el Estado en la compañía de los Presidentes Municipal de Zacatecas y Guadalupe, Ulises Mejía Haro y Julio Cesar Chávez Padilla.
Si bien es cierto, ambos Ayuntamientos presentan los más altos índices de contagio en la entidad. Esta situación, para nadie es novedad, y esta invitación -se me antoja- debió haberse hecho desde el inicio de la contingencia sanitaria, con el propósito de mandar un mensaje político claro a una sociedad, pues pese a las campañas, las mañaneras, las conferencias semanales del Gobernador y las diarias del Subsecretario de Salud, solo han servido para actualizar las estadísticas por contagio, y la verdad, poco han logrado para revertir la tendencia de aumento en los contagios en el país.
Siempre nos hizo falta el mensaje político donde la población viera con buenos ojos que entre el Gobernador y los Municipios la coordinación era coherente sin importar partidos políticos. Pues la salud de los zacatecanos estaba por encima de cualquier contienda política.
Pese a la gravedad en la incidencia de los contagios y el número de muertos, poco han hablado nuestras autoridades -solas o en conjunto- del colapso en los sistemas de salud y las afectaciones a la vida de los médicos en el Estado, quienes han resistido estoicamente y arriesgado la vida por salvaguardar la de los demás.
10 mil contagios y 800 muertos, tardaron el Gobernador del Estado y los Presidentes Municipales de Morena en articular su actuación frente a la pandemia, dejando de lado la soberbia partidista y haciendo gala de la hipocresía que siempre acompaña a los gobernantes y de la que debieron echar mano desde inicios de la pandemia. Y aunque compartieron su punto de vista, leyeron lucidores mensajes y olvidaron invitar a Saul Monreal, poco hablaron de sus responsabilidades, como quien sigue pendiente constantemente de su imagen política y usa el escenario social para poner sus cartas sobre la mesa con el único afán de competir.