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José de Jesús Reyes Ruiz
TIEMPOS DE ELECCIONES
BOLIVIA, EU Y MEXICO

Para documentar mi pesimismo… y el de los demás

Las presentes reflexiones están encaminadas al análisis de los recientes procesos electorales de Bolivia y los Estados Unidos para ver qué nos pueden enseñar en mira a las elecciones intermedias que se realizarán en nuestro país en el 2021.

Lo primero que tendremos que aceptar es la poca certeza de las encuestas electorales que con toda claridad intentaron, en ambos países, engañar a los electores ante la posibilidad de que se diera un escenario totalmente diferente a lo que aconteció en la realidad.

Las encuestas, para el caso de Bolivia, nos querían convencer que era prácticamente imposible evitar una segunda vuelta electoral. Recordemos que la ley electoral de aquel país nos dice que gana el proceso quien logre el 50% mas uno de los votos emitidos, o bien quien aún y sin lograr la mitad de los votos logre una separación de al menos el 10% de su seguidor más cercano para ser electo como Presidente de la República.

No olvidemos que los encuestadores – mañosamente supongo – auguraron que el puntero del partido MAS – Movimiento al Socialismo – que fundo Evo Morales, tenía algo así como el 42 % de las preferencias electorales, mientras que su más cercano perseguidor tenía alrededor del 33% de dichas preferencias, lo que anunciaba no daba el 10% de separación que la Ley exige y este escenario llevaría a una segunda vuelta electoral donde suponían los candidatos de la derecha -que no lograron la unidad- podrían verse forzados a ella para votar por quien quedara en segundo sitio y así poder vencer al candidato que finalmente resultó triunfador.

A esto se le llama el buscar con las encuestas incidir en la decisión ciudadana, porque claramente los resultados distaron mucho de lo que pronosticaron estos señores encuestadores - seguramente a sueldo de las elites económicas de derecha y conservadoras de aquel país - pensaron que con sus números podrían cambiar lo que la sociedad boliviana no les permitió al final de cuentas.

Y así los resultados fueron un contundentes: triunfo por parte del candidato Arce con más del 55% de los votos computados, de frente a sus conservadores contrincantes del CC con un 28% y CREEMOS con un 14%, es decir aún en el caso de que pudieran haberse puesto de acuerdo estas dos últimas fuerzas conservadoras y de derecha, solo habrían logrado algo más del 42% de los votos y de cualquier forma habrían sido derrotados por el partido que sufriera un golpe de estado hace menos de un año.

No podemos olvidar que hace un año, en el último proceso electoral donde Evo Morales intento reelegirse para un nuevo mandato – cosa que muchos piensan tendría que haberlo evitado - independientemente de las maniobras realizadas legales aunque no legitimas, en una legislatura a modo para poder volver a contender, en esa ocasión le dieron si bien no la mayoría, si un 10% de separación de su seguidor más cercano lo que en automático le daba el triunfo de acuerdo a las reglas electorales de aquel país.

Y las fuerzas conservadoras y de derecha con base en las regiones del este del país sudamericano, específicamente en Santa Cruz, decidieron con el apoyo norteamericano declarar la existencia de un fraude - que nadie comprobó al final - y con el apoyo del impresentable ALMAGRO, de la Organización de Estados Americanos, dispusieron ejecutar un golpe de Estado imponiendo a la también impresentable presidenta interina Jeanine Añez de quien muchos esperamos pague la osadía de ocupar un puesto en forma no solo ilegal sino ilegitima junto con sus apoyadores muchos de los cuales ya han salido del país en vista de las circunstancias y después de la toma de posesión del actual Presidente Luis Arce.

México tuvo un lugar importante en estos hechos, por que permitió y ayudó a que Evo Morales la víctima de estos hechos, pudiera salir con dirección a nuestro país donde obtuvo el asilo político al que después renunció por razones de salud viajando a Cuba primero y después a la Argentina del recién electo presidente de la izquierda Fernández con el objetivo de estar más cerca de su patria y poder influir en forma más efectiva en los resultados que arriba comentamos.

Esta semana con la toma de posesión del nuevo mandatario, Morales pudo regresar a su país y hacerse cargo del partido por él formado ya que el gobierno golpista hizo todo lo habido y por haber para evitar que contendiera para una posición política - en este caso una senaduría - ya veremos en el corto plazo que sucede con los responsables del golpe, con el propio ALMAGRO de la OEA y de los que dentro de los Estados Unidos respaldaron esta acción que ya se ha vuelto una costumbre ahora impulsada y respaldada por DONALD TRUMP.

Pero dirían por ahí, ¡HAY UN DIOS! Y todo se paga, o bien existe algo que muchos conocen como KARMA y que de alguna forma hizo que TRUMP pagara por sus actos en la reciente elección que tendremos que entender y analizar, la de los ESTADOS UNIDOS.

Ahí también las tendenciosas y mágicas encuestas fallaron con mucho, porque todas ellas le daban una amplia ventaja al candidato del partido demócrata por 10, 12 y hasta 14 puntos porcentuales. La realidad fue totalmente diferente porque con todo y que se dio la elección con más participación de la historia, y en la que 90 millones de votos habían sido ya depositados vía correo al menos una semana antes del SUPER MARTES, en realidad el margen que manejaban las casas encuestadoras desapareció como por arte de magia.

Lo que en realidad se dio fueron unas elecciones muy competidas donde solamente 72 horas después de terminado el proceso pudo visualizarse al triunfador.

Es por todos conocido cómo se realizan los procesos electorales en los Estados Unidos donde el voto masivo no es lo que cuenta sino los votos del colegio electoral donde cada estado de la Unión Americana tiene su sistema electoral y quien gana un determinado estado lo gana con una ley todo o nada. Aún y así gane por un solo voto, los votos electorales que están predeterminados como por ejemplo Pensilvania que cuenta con 20 votos electorales, donde existen estados con más votos electorales como California con 55 y otros con menos, y a sabiendas de que quien resultara vencedor tendría que juntar más de 270 votos electorales, lo que logró Biden solo hasta la noche del viernes y la mañana del sábado.

Lo que resulta aterradoramente sorprendente de este proceso electoral que recién terminó, es la forma en que fue totalmente competido: el 65% de los votantes acudieron a la cita con todo y COVID-19 y los resultados reales -y no en votos electorales- favorecieron a Biden con más de 74 millones de votos sin embargo DONALD TRUMP no estuvo tan atrás. Por él votaron más de 70 millones de norteamericanos.

Para ponerlo en contexto retrasemos el reloj para ver lo que sucedió 4 años antes: las encuestas también le daban una amplia ventaja a Hilary Clinton quien realmente en la votación logró más votos que su contrincante Donald Trump, y sin embargo los llamados estados claves que fueron descuidados por la Señora Clinton, favorecieron, al final de cuentas, al magnate republicano quien resultó ganador por un estrecho margen.

Pero eso sucedió hace cuatro años donde el neoyorkino sorprendió al mundo con su labor de convencimiento, su lenguaje anti inmigrante, sus insultos hacia los mexicanos que cruzan la frontera, el asunto del muro etcétera. La realidad es que entonces los americanos que Chomsky ha descrito como arrogantes e ignorantes, los blancos poco ilustrados de los estados centrales de los Estados Unidos sobre todo, aquellos desplazados por el neoliberalismo de las grandes transnacionales que han enviado sus fábricas a lugares donde pueden pagar menos – mucho menos – como en nuestro país, fueron los receptores del mensaje y los que le dieron el triunfo hace cuatro años

Lo que nos sorprende a muchos es que cuatro años después cuando el mundo y sus alrededores se dieron cuenta del salvajismo del ocupante de la Casa Blanca, un mentiroso misógino con un largo historial de acoso y abuso de la mujer, alguien que se manejó con las ya muy conocidas Facke News y que cuestionó con todo a los medios de comunicación, que se peleó con sus aliados principalmente europeos, y que para lograr el triunfo recibió algo de ayuda que aunque no ha sido reconocida legalmente es por todos aceptada, de la Rusia de su amigo Vladimir Putin. TRUMP gobernó en forma particular, podríamos llamar sui géneris por decirlo de una forma amable, cuando muchos que antes no le conocían ahora lo ubicaban perfectamente bien, con todo y esto logro LA MITAD DE LOS VOTOS y esto es algo que difícilmente podemos entender.

Por fortuna ya fue derrotado aunque nadie – conociéndole - puede estar tranquilo ante un posible coletazo del dinosaurio que se aferra al poder y se niega a dejarlo, una acción por la vía legal no le llevará a ningún lado, supongo que él lo sabe, pero por lo mismo nadie puede descartar un llamado a no aceptar las elecciones de sus seguidores – que no son pocos – a lo que hemos visto en las calles, armados con armas de alto poder por lo que no podemos dar esta historia por concluida.

Estas reflexiones continuarán...