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Divagaciones de la Manzana
Las gigantescas tareas de Biden.
Martha Chapa

Viene a mi mente en estos días de las elecciones en Estados Unidos las tareas que tuvo que acometer Hércules para congraciarse con los dioses y que parecían imposibles.
Lo asocio claro al horizonte tan complejo y riesgoso que le espera al nuevo presidente norteamericano, Joe Biden, una vez que tome posesión e inicie formalmente su gobierno, pues si bien puede enumerarse un par de docenas de prioridades qué le esperan con el sello de urgente resolución, en un esfuerzo de síntesis, me atrevería a enlistar al menos diez y son estas: Uno, trabajar arduamente para conseguir un ambiente social de reconciliación para superar los enconos de la etapa electoral y en si la polarización que caracteriza a la sociedad norteamericana. Dos, mantener y acrecentar los índices de crecimiento de la economía. Tres, contener la devastadora pandemia que ha cobrado 250 mil víctimas, lo cual exige acelerar la obtención y aplicación de vacunas. Cuatro, ir sentando las bases públicas y las campañas de educación y comunicación masivas para erradicar gradualmente el racismo. Cinco, instrumentar e impulsar la ley que regule la migración y resuelva los casos de cientos de miles que viven en Estados Unidos y temen ser expulsados. Seis, afianzar las alianzas con los aliados tradicionales de ese país en Europa, Asia y América. Siete, Pactar con el Legislativo, especialmente por lo que toca a los Republicanos. Ocho, reactivar la participación de Estados Unidos en los organismos internacionales vinculados a la salud, la ecología y demás rubros que han sido abandonados en los últimos años. Nueve, delinear una estrategia global hacía aquellos países que pueden ser considerados contrarios a sus intereses legítimos, como pueden ser China, Rusia, Corea del Norte, Irak, Venezuela o Cuba, entre otras. Y 10, impulsar proyectos y propuestas democráticas en el entorno global, principalmente en el continente americano.
Hay muchos otros retos y preocupaciones o asignaturas pendientes que se deberán atender, pero no tengo duda que las que antes mencioné, así sea sucintamente, son impostergables y esperan respuestas a partir de ¡ya!.
No será fácil alcanzar esas metas como tampoco en el plazo inmediato, aunque es factible y necesario que se encaucen y empiecen a ofrecer buenos resultados insertos. en un nuevo sendero.
En todo caso, es ya un alivio que no prosiga la demencial gestión de Trump, lo cual casi todos los países del mundo celebran e incluso podrán apuntalar a Biden con beneficios recíprocos.